Varios alborotadores en Kenosha (Wisconsin) quemaron edificios, saquearon tiendas y atacaron a agentes de policía durante la noche del domingo.
El caos hizo que la ciudad y el condado establecieran un toque de queda hasta las 7 de la mañana.
Una alerta de seguridad pública instó a los propietarios de negocios a considerar el cierre «debido a los numerosos robos armados y avisos de incendios».
Imágenes en un video mostraron varios negocios incendiados por los alborotadores, incluyendo un concesionario de automóviles.
Los agitadores se enfrentaron a la policía, atacándolos con petardos y otros objetos.
En un momento dado, un grupo impidió que el vehículo de un sheriff accediera al lugar mientras un miembro del grupo blandía un rifle.
BREAKING: Rioters corner police with assault weapons in Wisconsin
— Drew Hernandez (@livesmattershow) August 24, 2020
Los grafitis pintados por toda la ciudad sugerían que los activistas de «Black Lives Matter» estaban involucrados en el caos. Los manifestantes «estaban coreando ‘Black Lives Matter’ una y otra vez», dijo Drew Hernández, un reportero independiente que estaba en el lugar de los hechos, en un mensaje grabado en video.
Kenosha se encuentra a unas 40 millas al sur de Milwaukee y a 60 millas al norte de Chicago, junto al lago Michigan.
Los disturbios se produjeron horas después de que un hombre negro, Jacob Blake, recibiera un disparo de la policía cuando supuestamente se resistió a un arresto. Fue trasladado de urgencia al hospital en estado grave.
El hermano de Blake le dijo a Lauren Linder, una reportera de TMJ, que Blake fue operado y estaba en la unidad de cuidados intensivos.
La familia de Blake instó a la gente a permanecer en paz.
El Departamento de Justicia del Estado está investigando el tiroteo.
Según los registros del tribunal, Blake tenía una orden de arresto emitida el mes pasado por allanamiento, agresión sexual en tercer grado y alteración del orden público.
Up close look at the car dealership fire set by BLM arsonists in Wisconsin pic.twitter.com/Mv1CC7htiD
— Drew Hernandez (@livesmattershow) August 24, 2020
El Departamento de Policía de Kenosha dijo que los agentes fueron enviados a una parte de la calle 40 justo después de las 5 p.m. debido a un incidente doméstico.
Dicha respuesta condujo finalmente a un tiroteo en el que estuvo involucrado un policía, según los agentes.
El gobernador Tony Evers (D) dijo que a Blake «le dispararon por la espalda varias veces a plena luz del día».
«Aunque todavía no tenemos todos los detalles, lo que sabemos con certeza es que no es el primer hombre o persona negra que ha sido disparado o herido o asesinado sin piedad a manos de individuos de las fuerzas de seguridad de nuestro estado o nuestro país», dijo Evers en una declaración.
«Siempre he dicho que aunque debemos ofrecer nuestra empatía, igual de importante es nuestra acción. En los próximos días, exigiremos justamente eso a los funcionarios electos de nuestro estado que no han reconocido el racismo en nuestro estado y nuestro país durante demasiado tiempo», añadió más tarde.
La oficina de Evers no respondió inmediatamente a una pregunta sobre el posible uso de tropas estatales o de la Guardia Nacional para sofocar los disturbios.
BLM rioters vandalizing and looting stores in Wisconsin pic.twitter.com/tGHbDzzGzu
— Drew Hernandez (@livesmattershow) August 24, 2020
El presidente republicano Donald Trump dijo dos veces durante el fin de semana que el gobierno federal ayudaría a los estados y ciudades a lidiar con los disturbios, si los funcionarios piden ayuda.
«Traería a la Guardia Nacional, para terminar con el problema inmediatamente. ¡PREGUNTEN!», dijo en un posteo en las redes sociales en referencia al continuo caos en Portland (Oregon).
«Estos disturbios son un movimiento antigubernamental de la izquierda en ciudades dirigidas por los demócratas. Los alcaldes tienen que dejar que su policía haga lo que sabe hacer. Sería muy fácil de suprimir, o [simplemente] llamar al Gobierno Federal. ¡Resolveremos el problema rápidamente!», escribió en otro posteo.
Los agentes federales ayudaron a combatir la anarquía en Portland en julio hasta que la gobernadora Kate Brown (D) aceptó enviar tropas estatales para ayudar a los agentes de policía a responder a los disturbios. La policía estatal se retiró después de que el fiscal de Distrito que supervisa la ciudad anunciara una nueva política para supuestamente retirar algunos cargos contra varios manifestantes.
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