Según un informe del Programa Nacional de Toxicología (NTP), la exposición de los niños a altos niveles de flúor está «sistemáticamente asociada» a un menor coeficiente intelectual y, potencialmente, a otros problemas de neurodesarrollo.
En 2016, el NTP inició una revisión sistemática de la literatura científica para determinar los vínculos entre el flúor y la cognición. El 21 de agosto publicó un informe en el que detallaba sus conclusiones. Un total de 72 estudios revisados en el informe examinaron cómo la exposición al flúor afectaba al coeficiente intelectual de los niños. Sesenta y cuatro de estos estudios hallaron una «asociación inversa entre la exposición estimada al flúor y el CI en los niños», lo que significa que una mayor exposición estaba vinculada a un menor CI y viceversa.
«Esta revisión concluye, con un nivel de confianza moderado, que una mayor exposición estimada al flúor… se asocia sistemáticamente con un menor cociente intelectual en los niños», afirmaba el informe. El NTP es una unidad del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
El NTP definió la alta exposición como el consumo de agua con concentraciones de flúor que superan el límite de 1.5 mg/L establecido por la Organización Mundial de la Salud.
Los límites permitidos en Estados Unidos son diferentes. Mientras que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA) establece un umbral de 0.7 mg/L para la presencia de flúor en el agua potable (incluido el flúor natural y el añadido, o fluoración), la Agencia de Protección Medioambiental de EE.UU. tiene un límite de 2 mg/L.
En abril de 2020, los sistemas de agua comunitarios de Estados Unidos suministraban agua con 1.5 mg/L o más de fluoruro natural al 0.59 por ciento de la población del país, lo que equivale aproximadamente a 1.9 millones de personas, declaró el NTP. Alrededor de 1 millón de personas recibían agua con 2 mg/L o más de fluoruro natural.
«También hay algunas pruebas de que la exposición al flúor está asociada a otros efectos cognitivos y del desarrollo neurológico en los niños; aunque, debido a la heterogeneidad de los resultados, hay poca confianza en la bibliografía sobre estos otros efectos», afirmaba el informe.
Los estudios sobre el cociente intelectual de los niños analizados en el informe se realizaron en 10 países, incluidos Canadá y México. En la revisión no se incluyeron estudios de Estados Unidos.
El flúor es un mineral que previene y repara los daños causados por las bacterias en los dientes. En 1945, Estados Unidos introdujo un programa comunitario de fluoración del agua, que se considera una medida de salud pública exitosa.
Sin embargo, existía la preocupación de que los niños y las mujeres embarazadas pudieran ingerir fluoruro en cantidades excesivas debido a la exposición al mineral procedente de diversas fuentes, como el agua, las bebidas, la pasta de dientes y los tés, según el NTP. Esto llevó al programa a realizar el estudio actual.
Debate sobre el flúor
El informe del NTP sigue a un estudio publicado en mayo que analizaba parejas madre-hijo de Los Ángeles y concluía que la exposición prenatal al flúor estaba asociada a «problemas neuroconductuales» entre los niños.
La investigadora principal del estudio, Ashley Malin, afirmó que los resultados sugieren que el flúor puede afectar negativamente al desarrollo cerebral del feto. Señaló que «no se conoce ningún beneficio» del consumo de flúor para los fetos.
«Descubrimos que cada aumento de 0.68 miligramos por litro en los niveles de flúor en la orina de las mujeres embarazadas se asociaba con casi el doble de probabilidades de que los niños tuvieran puntuaciones en el rango clínico o clínico límite de problemas neuroconductuales a los 3 años, según los informes de sus madres», dijo.
En un comunicado del 22 de mayo, la Asociación Dental Americana (ADA) afirmó que el estudio no era «representativo a nivel nacional» y que no medía el «consumo real de agua fluorada».
«El estudio de JAMA debe considerarse exploratorio. Hasta la fecha, la ADA no vio ninguna investigación revisada por pares que cambie su recomendación de larga data al público de cepillarse los dientes dos veces al día con pasta dental fluorada y beber agua fluorada de forma óptima», dijo el grupo.
«La caries dental es una de las enfermedades crónicas más comunes entre los niños. Hay décadas de investigación y experiencia práctica que indican que la fluoración del agua comunitaria es segura y eficaz para reducir las caries en un 25% tanto en niños como en adultos».
En él se respaldaba la fluoración del agua comunitaria como una forma «segura, beneficiosa y rentable» de prevenir la caries dental.
Otro estudio de enero reveló que muchos padres exponían a sus hijos a altas cantidades de flúor. Según el estudio, cuando los padres utilizaban dentífricos para sus hijos menores de 24 meses, la dosis de flúor era entre 5.9 y 7.2 veces superior a la recomendada.
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