Un funcionario de las Naciones Unidas afirma que está investigando las denuncias de brutalidad policial contra los manifestantes que se oponen al confinamiento en Alemania.
Los violentos enfrentamientos entre las fuerzas policiales y los manifestantes durante una protesta el 1 de agosto fueron grabados en video y difundidos ampliamente en Internet.
Un video, por ejemplo, mostraba a los policías tirando a la gente al suelo y golpeando al menos a un manifestante.
Otro parece mostrar a un policía golpeando a un niño.
La gente protestaba contra las duras medidas impuestas por el gobierno alemán en respuesta a la pandemia de COVID-19.
Nils Melzer, relator especial sobre la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes de las Naciones Unidas, declaró esta semana que los enfrentamientos le habían llamado la atención por primera vez.
Melzer declaró posteriormente a Berliner Zeitung que su equipo había recibido numerosos reportes de personas que estuvieron en la protesta.
«Ahora vamos a filtrar y evaluar el material. Cada uno de los mensajes y videos debe ser cuidadosamente verificado y también hablaré con testigos presenciales directos. Pero mi impresión es que en varios casos hay motivos suficientes para una intervención oficial de mi parte ante el gobierno federal», dijo.
Melzer dijo que la violencia contra los manifestantes no es aceptable, como tampoco lo son los ataques contra los oficiales de policía.
«La violencia aislada de los manifestantes no debe servir en ningún caso para justificar la violencia policial contra otros manifestantes no violentos», dijo.
Tras los enfrentamientos, los dirigentes de la policía de Berlín defendieron la actuación de los oficiales.
Los funcionarios dijeron que los manifestantes atacaron y se vieron obligados a utilizar medidas de control de masas, incluido el despliegue de sustancias químicas irritantes.
El gobierno alemán condenó posteriormente la violencia y pareció culpar a los manifestantes.
«Los enfrentamientos violentos y el abuso del derecho a protestar son inaceptables», declaró la portavoz del gobierno, Ulrike Demmer, según Associated Press.
Los medios de comunicación alemanes reportaron que unas 600 personas fueron detenidas.
Una persona de 48 años murió tras sufrir un ataque al corazón después de su detención, según las autoridades.
La causa de la muerte se está investigando. La policía dijo que no había indicios de que la violencia hubiera causado la muerte.
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