BALTIMORE —La recuperación del mortal derrumbe del puente de Baltimore alcanzó el lunes un hito importante cuando los remolcadores escoltaron al desafortunado portacontenedores Dali de vuelta al puerto, con la proa aún cubierta de contenedores destrozados, vigas de acero caídas y hormigón destrozado.
Han pasado casi dos meses desde que el Dali perdió potencia y se estrelló contra una de las columnas de soporte del puente, matando a seis trabajadores de la construcción y deteniendo la mayor parte del tráfico marítimo a través del puerto de Baltimore.
Reflotado con la marea alta el lunes por la mañana, el buque se alejó lentamente del lugar del desastre del 26 de marzo, guiado por cinco remolcadores. Los graves daños sufridos por la proa incluyen un enorme agujero sobre la línea de flotación en el costado de estribor.
La retirada del enorme buque abrió un nuevo vacío en el alterado horizonte de Baltimore, que perdió un punto de referencia icónico y un símbolo de la orgullosa historia marítima de la ciudad. Los equipos ya han retirado miles de toneladas de acero destrozado que sobresalían de la superficie del agua tras el derrumbe.
Se han recuperado los cadáveres de las seis víctimas, todos ellos inmigrantes latinos que llegaron a Estados Unidos en busca de trabajo. Estaban rellenando baches en el turno de la noche cuando el puente quedó destruido.
Según las autoridades, el Dalí se desplazará a una velocidad aproximada de 2.5 millas por hora en su viaje de regreso a puerto, una fracción de la velocidad que llevaba cuando perdió la potencia y derribó el puente. Pasará varias semanas recibiendo reparaciones provisionales en la misma terminal marítima que ocupaba antes de iniciar su desastroso viaje, y después se trasladará a un astillero de Norfolk, Virginia, para efectuar reparaciones de gran envergadura.
Para reflotar el Dali, los equipos soltaron las anclas y bombearon más de 1 millón de galones de agua que habían mantenido el barco encallado y estable. El 13 de mayo, los equipos llevaron a cabo una demolición controlada para derribar el mayor tramo que quedaba del puente derrumbado, que se extendía por la proa del Dalí. Los equipos de buceo confirmaron entonces que el camino estaba despejado.
El FBI ha abierto una investigación criminal sobre las circunstancias que condujeron al accidente.
El Dali sufrió dos apagones eléctricos unas 10 horas antes de zarpar del puerto de Baltimore rumbo a Sri Lanka. Según el informe preliminar de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, la tripulación modificó posteriormente la configuración eléctrica del buque, cambiando a un sistema de transformadores y disyuntores que había estado fuera de servicio durante varios meses.
Dos apagones más dejaron al Dalí sin propulsión, desviándose de su rumbo justo cuando se aproximaba al puente Key. Para entonces, los dos remolcadores que habían guiado al Dali fuera del puerto ya se habían retirado —protocolo normal, según el informe— pero cuando se cortó la corriente, los remolcadores estaban demasiado lejos para ayudar a evitar el desastre.
Los 21 miembros de la tripulación, en su mayoría indios, no han podido salir del barco desde el colapso. El Dali está gestionado por Synergy Marine Group y es propiedad de Grace Ocean Private Ltd., ambas de Singapur.
Darrell Wilson, portavoz de Synergy, declaró el lunes que la tripulación ha estado ocupada con el mantenimiento del buque y ayudando a los investigadores. Pero ahora que el Dali está atracado, dijo que los responsables de la empresa están trabajando para conseguirles un permiso para bajar a tierra. El proceso es algo más complicado de lo habitual porque sus visados han caducado.
El Sr. Wilson dijo que dos miembros más de la tripulación se unieron recientemente a los 21 originales para repartir la carga de trabajo y darles un respiro.
«En última instancia, queremos que vuelvan a casa para ver a sus familias», dijo, aunque ese plazo no está claro.
William Marks, portavoz de la tripulación, dijo que permanecerán a bordo «en el futuro próximo».
El director del Puerto, Jonathan Daniels, dijo el lunes que el canal tiene ahora 122 metros (400 pies) de ancho y 15 metros (50 pies) de profundidad, y que se despejará hasta alcanzar su anchura total de 213 metros (700 pies) en un plazo de dos semanas.
El gobernador Wes Moore elogió la limpieza y recuperación por «lograr en cuestión de semanas lo que muchos pensaban que llevaría meses». Dijo que Maryland seguirá trabajando para limpiar el canal, apoyar a los afectados y reconstruir el puente Francis Scott Key.
Por Lea Skene
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