El máximo responsable de los servicios de inteligencia del ejército israelí ha dimitido por su papel en no poder impedir el ataque sorpresa contra Israel del pasado octubre.
El general de división Aharon Haliva, que sirvió a las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) durante 38 años, dimitirá como jefe de su brazo de inteligencia y se jubilará. Es el primer alto cargo israelí que asume la responsabilidad por los fallos en torno a los sucesos del 7 de octubre, durante los cuales miles de terroristas dirigidos por Hamás rompieron las barreras de seguridad de alta tecnología que rodean Gaza para lanzar una oleada de asesinatos y secuestros en las comunidades israelíes de los alrededores del enclave.
El gobierno israelí afirma que en la masacre murieron 1200 de sus ciudadanos y extranjeros, la mayoría civiles. Unos 250 fueron secuestrados y llevados a la Gaza controlada por Hamás, donde 133 permanecen como rehenes.
«La dirección de Inteligencia bajo mi mando no estuvo a la altura de la tarea que se nos encomendó», escribió Haliva en una carta de dimisión publicada por el ejército el lunes. «Llevo ese día negro conmigo desde entonces, día tras día, noche tras noche. Llevaré conmigo para siempre el horrible dolor de la guerra».
Por ahora, permanecerá en su puesto mientras las IDF buscan un sustituto. Con la aprobación del ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, las IDF dijeron en un comunicado que el comandante «pondrá fin a su cargo y se retirará» del servicio «una vez que su sucesor sea nombrado en un proceso ordenado y profesional».
Hasta que se anuncie su sustituto, el Sr. Haliva dijo que «haría todo lo posible por la derrota de Hamás y de quienes quieren hacernos daño y por el regreso de todos los secuestrados, cautivos y desaparecidos a sus hogares y tierras».
En su carta de renuncia, Haliva también se mostró partidario de crear una comisión de investigación para «poder investigar y averiguar de forma exhaustiva, profunda, completa y precisa todos los factores y circunstancias que condujeron a los graves acontecimientos».
«Todo lo que hice durante mi servicio en las IDF fue por el bien del pueblo de Israel y del Estado de Israel», añadió.
El Sr. Haliva participa actualmente en las investigaciones internas en curso del ejército sobre sus fallos operativos en los días previos a la invasión de Hamás. La investigación fue iniciada en febrero por el jefe del Estado Mayor de las IDF, el teniente general Herzi Halevi, y está previsto que se presente en junio.
El 7 de octubre se encontraba de vacaciones en la ciudad turística israelí de Eilat y, al parecer, fue advertido de actividades sospechosas de Hamás horas antes del atentado. Sin embargo, su departamento no pudo determinar si se trataba de un simulacro o de una operación estratégica inminente contra Israel, y aconsejó al gobierno que buscara información de inteligencia adicional.
Diez días después del atentado, Haliva anunció que asumía la culpa por no haber sido capaz de avisar a tiempo al gobierno y al ejército.
«La Dirección de Inteligencia Militar, bajo mi mando, no advirtió del ataque terrorista perpetrado por Hamás», dijo el 17 de octubre. «Fallamos en nuestra misión más importante y, como jefe de la Dirección de Inteligencia Militar, asumo toda la responsabilidad por el fracaso».
El líder de la oposición israelí y ex primer ministro Yair Lapid celebró la dimisión, diciendo que era «justificada y digna». Pidió al primer ministro Benjamin Netanyahu que siguiera el ejemplo.
«Sería apropiado que el Primer Ministro Netanyahu hiciera lo mismo», escribió en la plataforma de redes sociales X.
La renuncia de Haliva se produce también en un momento en que las Fuerzas de Defensa de Israel emiten una alerta por un posible atentado durante la festividad de Pascua, declarando que continuarán sus actividades operativas y mantendrán una preparación total en todas las áreas.
La Pascua Judía de este año comienza el 22 de abril. Es la primera gran fiesta judía desde la festividad de Simjat Torá, el 7 de octubre, día del ataque de Hamás que reavivó la guerra de Gaza.
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