Una de las principales asesoras del gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dimitió a última hora del domingo.
«Ha sido el mayor honor de mi vida servir al pueblo de Nueva York durante los últimos 10 años», dijo Melissa DeRosa en una declaración a varios medios de comunicación.
«Personalmente, los dos últimos años han sido emocional y mentalmente difíciles. Estoy eternamente agradecida por la oportunidad de haber trabajado con colegas tan talentosos y comprometidos en nombre de nuestro estado», añadió.
La oficina de Cuomo no respondió a una solicitud de comentarios realizada a primera hora de la mañana.
Según un informe de investigación elaborado por un equipo contratado por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, Cuomo acosó sexualmente y manoseó a varias mujeres, incluida una asistente ejecutiva.
Una mujer, descrita como «Asistente Ejecutiva #1″ —que presentó una denuncia penal contra Cuomo la semana pasada—, dijo a los investigadores que tenía miedo de lo que pudiera pasar si DeRosa y otros altos cargos de la oficina del gobernador se enteraban de sus acusaciones.
«La forma en que fue tan firme con[migo, diciendo] que no podía mostrarle a nadie más esa foto, me aterrorizó el hecho de compartir lo que estaba sucediendo, que de alguna manera se divulgara», les dijo la mujer, según una transcripción contenida en el informe. «Y si Stephanie Benton o Melissa [DeRosa] se enteraban, iba a perder mi trabajo. Porque sabía que ciertamente iba a ser yo la que se fuera».
Los investigadores también dijeron que el personal superior, incluida DeRosa, presionó a antiguos empleados para que grabaran en secreto las conversaciones telefónicas con dos mujeres, una de las cuales presentó acusaciones contra Cuomo, «potencialmente con la esperanza de obtener información adicional para utilizarla contra cualquier mujer que pudiera hablar».
Las grabaciones no acabaron siendo útiles. «No creo que salieran bien», dijo DeRosa a los investigadores. DeRosa reconoció haber dirigido al menos una de las llamadas porque «pensaba que había un movimiento políticamente calculado».
DeRosa también dijo que formaba parte del grupo de ayudantes de alto nivel que decidió enviar archivos confidenciales de una de las acusadoras, Lindsay Boylan, a los periodistas como parte de una respuesta a las acusaciones de Boylan.
El informe mencionaba a DeRosa 187 veces, incluyendo las acusaciones de que la asesora gritaba y chillaba a Boylan, una de las acusadoras de Cuomo, «por cosas ilógicas».
DeRosa negó las acusaciones y ha defendido a Cuomo de las acusaciones de mala conducta sexual.
Pero sus testimonios divergen en ocasiones. Por ejemplo, Cuomo negó haberse referido alguna vez a las empleadas de alto nivel como las «chicas malas». DeRosa dijo a los investigadores que sí escuchó a Cuomo utilizar el término en múltiples ocasiones. Lo utilizaba cuando consideraba que DeRosa y otras asistentes de alto nivel «no estaban siendo inclusivas» o que «debían ser más inclusivas».
Una acusadora dijo que Cuomo le preguntaba ocasionalmente cómo la trataban las «chicas malas».
La dimisión se produjo varios días después de que el sheriff del Condado de Albany, Craig Apple, confirmara que una de las antiguas ayudantes de Cuomo, la mujer descrita como «asistente ejecutiva nº 1», presentó una denuncia penal contra el demócrata.
«Creo que todos hemos leído el informe de la fiscal general. En este momento, me siento muy cómodo y seguro diciendo que ella es de hecho una víctima», dijo en una rueda de prensa el sábado.
La oficina del sheriff dijo que solicitó material a la oficina de la fiscal general, que dijo que cooperará con el sheriff y con otras autoridades que investigan a Cuomo.
La investigación probablemente culminará con una acusación de delito menor, si es que la hay, según Apple. Cuomo podría ser arrestado.
La asistente se ha identificado como Brittany Commisso. Dijo a los investigadores que Cuomo la manoseó por debajo de la blusa y le agarró las nalgas.
«Lo que me hizo fue un delito», dijo Commisso en «CBS This Morning». «Violó la ley».
Cuomo ha negado repetidamente haber tocado a nadie de forma inapropiada y ha desafiado las peticiones de dimisión.
La Asamblea Legislativa de Nueva York, controlada por los demócratas, está considerando la posibilidad de someterlo a un juicio político, pero primero está llevando a cabo su propia investigación.
Rita Glavin, una de las abogadas de Cuomo, dijo a los periodistas durante una conferencia de prensa el viernes que, como ex fiscal federal, conoce «la diferencia entre armar un caso contra un objetivo, versus hacer una investigación independiente con una mente abierta».
«Y en este caso no ha habido una investigación de hechos con mente abierta. La investigación se llevó a cabo para apoyar un relato predeterminado y en nuestro sistema legal, ambas partes son escuchadas y se les da acceso a las pruebas, pero aquí, en lugar de actuar como investigadores independientes, los investigadores actuaron como fiscales, juez y jurado», añadió.
Glavin estaba describiendo un equipo que incluía a Joon Kim, otro ex fiscal federal, y que fue convocado por James, una demócrata.
Glavin también apuntó a Commisso, alegando que no hay pruebas documentales que respalden lo que ella ha alegado.
Fabien Levy, el secretario de Prensa de James, denunció posteriormente tales declaraciones.
«Después de que múltiples mujeres hicieran acusaciones de que el gobernador Cuomo las había acosado sexualmente, el propio gobernador pidió que la fiscal general James supervisara una investigación independiente. Los investigadores independientes seleccionados son profesionales ampliamente respetados, reconocidos por su capacidad legal y de investigación. Atacar esta investigación e intentar socavar y politizar este proceso resta valor a la valentía demostrada por estas mujeres», dijo Levy. «Hay 11 mujeres cuyos relatos han sido corroborados por una montaña de pruebas. Cualquier sugerencia que intente socavar la credibilidad de estas mujeres o de esta investigación es desafortunada».
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