La representante Marjorie Taylor Greene (R-Ga.) denunció este martes a los alborotadores que irrumpieron en el Capitolio diciendo que arruinaron la capacidad de los republicanos para oponerse a la certificación electoral.
«El ataque ARRUINÓ nuestra objeción para la que pasamos semanas preparándonos, devastó nuestros esfuerzos a favor de Trump y sus votantes», escribió en una serie de tuits.
“Ellos colocaron la noche anterior bombas de tubo en la Convención Nacional Republicana (RNC) y el Comité Nacional Demócrata (DNC). No tenían como objetivo solo a uno de los partidos. Ellos apuntaron a republicanos y demócratas. Estaban en contra del gobierno TODOS juntos».
Greene se refirió a las acusaciones de funcionarios del FBI de que el 5 de enero, un día antes de los disturbios, se colocaron artefactos explosivos en la sede del Comité Nacional Republicano y el Comité Nacional Demócrata.
La novata legisladora republicana también escribió que durante el incidente estaba «muy molesta, asustada y aterrorizada por TODOS nosotros» y que «hizo un video para decirle a las personas que se detuvieran y protestaran pacíficamente».
If the #Jan6 organizers were Trump supporters, then why did they attack us while we were objecting to electoral college votes for Joe Biden?
The attack RUINED our objection that we spent weeks preparing for, which devastated our efforts on behalf of Trump and his voters.
Cont’d
— Marjorie Taylor Greene ?? (@mtgreenee) February 9, 2021
«Yo estaré eternamente agradecida con mis colegas republicanos que valientemente ayudaron a la policía a protegernos y bloquearon la puerta», agregó Greene en las redes sociales. “Ellos arriesgaron valientemente sus vidas contra los atacantes que intentaban entrar”.
El comentario lo hizo antes del inicio del juicio político —impeachment— contra el expresidente Donald Trump en el Senado. Diez republicanos se unieron a todos los demócratas en la Cámara para acusar a Trump el mes pasado, por supuestamente incitar a una insurrección, lo que Trump negó a través de sus abogados.
A continuación Greene pasó a defender a Trump, quien el 6 de enero pronunció un discurso dirigido a sus partidarios.
“Este juicio político es un circo para la mafia de los medios demócratas para entretener a las masas a las que ellos les han lavado el cerebro y las han vuelto adictas al odio, para que no vean que las políticas demócratas se están imponiendo con rapidez y están destruyendo nuestras vidas, robando nuestras libertades y poniendo a Estados Unidos en el último lugar”, tuiteó Greene el martes.
Un equipo de antiguos abogados del expresidente, en un documento presentado el lunes ante la corte, argumentaron que el juicio debería desestimarse, sosteniendo que es inconstitucional llevar a cabo un juicio de impeachment a un expresidente y es inconstitucional agrupar varios cargos en un solo artículo de impeachment. También dijeron que el discurso del mandatario el 6 de enero está protegido por la Primera Enmienda.
El impeachment del Congreso el mes pasado «fue solo un intento egoísta del liderazgo demócrata en la Cámara de Representantes de aprovecharse de los sentimientos de horror y confusión que cayeron sobre todos los estadounidenses en todo el espectro político al ver la destrucción en el Capitolio el 6 de enero, de parte de unos pocos cientos de personas», escribieron los abogados de Trump, añadiendo que “en lugar de actuar para sanar a la nación, o al menos concentrarse en enjuiciar a los infractores de la ley que irrumpieron en el Capitolio, la presidenta de la Cámara y sus aliados han tratado de aprovechar cruelmente el caos del momento para su propio beneficio político».
Se cree que los encargados del impeachment demócrata, liderados por el representante Jamie Raskin (D-Md.) tendrán el argumento de que Trump fue «singularmente responsable» de la irrupción en el Capitolio, para luego decir que el expresidente no debería poder ocupar el cargo en el futuro.
«La intención de los Autores, del texto de la Constitución y la práctica anterior del Congreso confirman que el presidente Trump debe ser juzgado por sus crímenes constitucionales cometidos en el cargo», escribieron los demócratas de la Cámara el lunes. “Los presidentes hacen un juramento sagrado que los vincula desde el primer día en el cargo hasta el último. No hay una ‘excepción de enero’ a la Constitución que permita a los presidentes abusar del poder en sus últimos días sin rendir cuentas».
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