El presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jim Jordan, exigió el miércoles respuestas a un exfiscal de distrito de Nueva York que dirigió una investigación para escudriñar «todas las facetas» de las finanzas del expresidente Donald Trump.
En su carta a Mark Pomerantz, Jordan solicitó su cooperación con la supervisión del comité a la acusación del fiscal de distrito del condado de Nueva York, Alvin Bragg, contra el expresidente, quien aún no ha sido acusado formalmente. Según el comité, se envió una carta similar al exfiscal Carey Dunne.
Al parecer, Bragg planea acusar a Trump por el presunto pago hecho durante las elecciones de 2016 a la actriz de entretenimiento para adultos, Stormy Daniels, para ocultar las acusaciones de una aventura. Trump ha negado la supuesta aventura.
La carta de Jordan a Pomerantz llega tres días después de que acusó a Bragg, un demócrata, de abusar de su autoridad procesal en lo que llamó un enjuiciamiento por motivos políticos al principal candidato a la nominación republicana para la presidencia de 2024.
Ampliando el alcance de la investigación de los republicanos de la Cámara, Jordan convocó a Pomerantz para que testifique durante una entrevista transcrita «lo antes posible» y entregue documentos y comunicaciones. Jordan señaló el papel del exfiscal como un “fiscal de distrito asistente especial” no remunerado que dirigió una investigación donde se registraron las finanzas de Trump “en busca de alguna teoría legal sobre la cual presentar cargos”.
Según la carta, un asunto de interés para el Comité Judicial de la Cámara es si Pomerantz avergonzó a Bragg para resucitar un caso muerto sobre la base de una “teoría legal tenue y no probada”.
Al convocar a Pomerantz, Jordan citó lo que describió como esfuerzos de Pomerantz para avergonzar a Bragg por la renuencia inicial del fiscal de distrito a seguir adelante con los cargos. Señaló que Pomerantz escribió una carta de renuncia «mordaz», que se filtró y se informó ampliamente, y escribió un libro posterior publicado este mes «excoriando» a Bragg.
“Basándonos en su rol único en este asunto, y sus posteriores declaraciones públicas que perjudican la imparcialidad de cualquier acusación, solicitamos su cooperación con nuestra supervisión a esta decisión procesal políticamente motivada”, escribió Jordan.
Las cartas a Pomerantz y Dunne llegan después de que Bragg fuera llamado recientemente a testificar después de que Trump dijera que sería arrestado el 21 de marzo.
Campaña de la “Vergüenza”
Jordan argumentó que los hechos en el centro de la investigación de Bragg se conocían desde 2018 y que ni siquiera el Departamento de Justicia optó por procesarlos después de examinarlos en 2019.
Dado que la investigación no ha producido nuevos testigos ni hechos nuevos desde 2018, Jordan describió la investigación renovada de Bragg como un caso «zombi», aparentemente provocado por la decisión de Trump de postularse en 2024.
Jordan también dijo en su carta que le preocupaba la credibilidad del testigo estrella, Michael Cohen, a quien describió como “el exabogado deshonrado de Trump” y un declarante convicto.
Tomando nota de las dudas iniciales de Bragg, Jordan hizo hincapié en los esfuerzos de Pomerantz para presionar a Bragg a través de una campaña de vergüenza. Esto incluyó escribir «una mordaz carta de renuncia en la que acusaste sin fundamento al presidente Trump de ‘numerosas violaciones sobre delitos graves’, y afirmaste que sería ‘un grave fracaso de la justicia’ si Bragg no presentaba cargos”.
“Usted instó a Bragg a responsabilizar al presidente Trump ‘plenamente por sus crímenes’, afirmando que la decisión de Bragg condenará cualquier futura ‘perspectiva de enjuiciamiento'», continuó Jordan. «Su carta de renuncia encontró su camino en el New York Times, palabra por palabra, y sus críticas a la investigación de Bragg fueron ampliamente difundidas por los medios de comunicación”.
Pomerantz también “publicó un libro criticando a Bragg por no procesar agresivamente al presidente Trump, dejando al descubierto las deliberaciones internas de la oficina sobre la investigación y su animosidad personal hacia el presidente Trump”, agregó Jordan.
Jordan argumentó que las acciones de Pomerantz como fiscal especial, y desde que dejó la oficina del fiscal de distrito, arrojan serias dudas sobre la administración de justicia justa e imparcial en este asunto.
“Ahora parece que sus esfuerzos para avergonzar a Bragg han funcionado, ya que, según los reportajes, está resucitando un supuesto caso ‘zombi’ contra el presidente Trump utilizando una teoría legal tenue y no probada», escribió Jordan. «Incluso el Washington Post citó a ‘expertos legales’ calificando las acciones de Bragg como ‘inusuales’ porque ‘los fiscales han examinado repetidamente los detalles establecidos desde hace mucho tiempo, pero decidieron no presentar cargos'».
Jordan le dio a Pomerantz hasta el 27 de marzo para responder.
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