Un grupo de legisladores estadounidenses republicanos envió este jueves una carta al presidente Joe Biden en la que instan al mandatario hacer pública la transcripción completa, sin editar y sin censura, de la llamada telefónica que mantuvo en julio con el presidente afgano en el exilio, Ashraf Ghani, quien huyó de Kabul el 15 de agosto, permitiendo a los talibanes tomar la capital sin oposición.
Los dos líderes hablaron por teléfono por última vez el 23 de julio, pocas semanas antes de que el grupo terrorista Talibán tomara el control de Kabul. En su conversación telefónica de aproximadamente 14 minutos, ni Biden ni Ashraf Ghani parecían ser conscientes o estar preparados para el peligro inmediato de que todo el país cayera en manos de los insurgentes, según extractos de una transcripción revisada por Reuters.
De acuerdo a esta transcripción parcial, Biden presionó en julio a Ghani para que «cambie de percepción» respaldando a una nueva estrategia militar y revelando los detalles en una conferencia de prensa con las principales figuras políticas de Afganistán.
«No necesito decirles que la percepción en todo el mundo y en algunas partes de Afganistán, creo, es que las cosas no van bien en términos de la lucha contra los talibanes», dijo Biden. «Es necesario, sea cierto o no, es necesario proyectar una imagen diferente».
El grupo de 27 republicanos de la Cámara de Representantes, liderado por la diputada Claudia Tenney (R-N.Y.), exigió en su carta respuestas a Biden, acusando a su administración de haber dado una «serie de falsas garantías» a los estadounidenses y a los aliados afganos sobre la situación en terreno antes de la retirada de las tropas estadounidenses del país.
«El contraste entre el discurso oficial de su Administración y la realidad sobre el terreno reveló una desconcertante falta de coherencia, estrategia y transparencia fundamentales», dice la carta, obtenida por el medio Daily Caller.
«En repetidas ocasiones parecía que su Administración estaba participando en un esfuerzo deliberado para ocultar la verdad y engañar al público estadounidense. El 31 de agosto, surgieron nuevas pruebas que sugieren que esto es exactamente lo que usted ha estado haciendo desde el comienzo de esta operación», escribieron los legisladores.
Los extractos de la transcripción revisados por Reuters indican que Biden prometió proporcionar apoyo aéreo al ejército afgano, «una promesa que nunca cumplió», según los legisladores.
«Esta condenatoria llamada telefónica erosiona aún más su credibilidad y la confianza del pueblo estadounidense en su capacidad de liderazgo. Su preocupante énfasis en la «percepción», un término que utilizó cuatro veces en los extractos de la llamada con Ghani publicados por Reuters, por encima de la substancia y la verdad, exige un escrutinio y la rendición de cuentas», añadieron a continuación.
Los legisladores republicanos concluyen su carta solicitando que Biden haga públicas las transcripciones completas, sin editar y sin tachar, de su conversación del 23 de julio con Ghani, para que el Congreso pueda «determinar el grado en que usted puede haber engañado deliberadamente al pueblo estadounidense antes y durante esta operación desastrosamente ejecutada».
«El pueblo estadounidense merece respuestas y claridad. Instamos a su administración a que publique rápidamente las transcripciones completas de la llamada», añadieron.
Los representantes de la Casa Blanca no respondieron de inmediato a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
Meses antes de huir del país, Ghani, que se cree que se encuentra en Emiratos Árabes Unidos, afirmó que su gobierno podría resistir los ataques del grupo terrorista sin el apoyo de Estados Unidos, y que «ninguna potencia del mundo» podría persuadirlo para que suba a un avión y abandone el país.
«Es un país que amo y que moriré defendiendo», afirmó en una entrevista con la revista alemana Der Spiegel, publicada el 14 de mayo.
Las palabras del presidente hicieron que decenas de miles de familias afganas huyeran de sus hogares, con la esperanza de encontrar seguridad frente a los talibanes que se acercaban a Kabul.
El vicepresidente afgano, Amrullah Saleh, sigue en el país tras la salida de Ghani. El 17 de agosto dijo en Twitter que se quedó para cumplir con su deber como «presidente interino», tal y como establece la Constitución del país, aprobada en 2004.
Desde entonces prometió resistir a los talibanes desde el valle de Panjshir, junto con Ahmad Shah Massoud, hijo de un antiguo comandante muyahidín antisoviético.
Con información de Reuters
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