Un agente de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos de 25 años y un sheriff de Texas dijeron a los legisladores del Congreso que los cárteles mexicanos están impulsando el cruce de los inmigrantes ilegales a través de la frontera en oleadas organizadas para distraer a las fuerzas del orden de las operaciones de contrabando de drogas dirigidas a otras secciones de la frontera, contribuyendo a una correspondiente ola de muertes relacionadas con el envenenamiento por fentanilo.
“Todos los días a lo largo de toda nuestra frontera suroeste, los cárteles criminales dictan cuándo, dónde y cómo ingresar a nuestro país a los que cruzan la frontera ilegalmente”, dijo el presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, Brandon Judd, quien representa a 16,000 agentes de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. y personal de apoyo, al testificar el 15 de febrero ante los miembros de los subcomités de Supervisión e Investigaciones, que forman parte de los comités de Energía & Comercio y Salud de la Cámara de Representantes.
“Los cárteles han descubierto los vacíos en nuestras leyes”, declaró durante la audiencia de dos horas titulada “La crisis fronteriza del presidente Biden es una crisis de salud pública”, organizada en Weslaco, cerca de McAllen, en el Valle del Río Grande. “Ellos saben que cuando nuestros agentes se ven obligados a procesar a un gran número de personas que cruzan la frontera ilegalmente, no podemos patrullar la frontera adecuadamente”.
El sheriff del condado de Brooks, Urbino “Benny” Martínez, dijo que cuando la gente cruza la frontera, los agentes de la Patrulla Fronteriza y los oficiales de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos deben responder, dejando grandes áreas sin patrullar, excepto por las agencias policiales locales sobrecargadas.
Según Martínez, esto genera tensión y costos para sus cinco agentes, socorristas y contribuyentes dentro de su condado de 943 millas cuadradas de 7400 residentes, 70 millas al norte de la frontera a lo largo de dos carreteras principales, que incluye Falfurrias, el puesto de control de la Patrulla Fronteriza de EE. UU. más grande del país.
1,2 millones de escapados
En su testimonio como testigo, Martínez también indicó que entre la Patrulla Fronteriza, la CBP y otras agencias, reportaron 1,2 millones “got-a-ways” o escapados, en 2022 en Texas. Eso es solo una estimación de los que escaparon de los grupos de inmigrantes ilegales detectados y detallados en la frontera.
“No tenemos idea si son un cartel, otros criminales o terroristas porque el gobierno federal no ha hecho cumplir los esfuerzos de asegurar la frontera y la Patrulla Fronteriza ha ocupado su tiempo procesando a la mayoría de los migrantes que se entregan en la frontera”, dijo a continuación.
En los últimos años, los cárteles se están volviendo más sofisticados. Se observaron 1300 vuelos de drones provenientes del sur de la frontera, indicó Martínez, a la vez que llamó al Congreso a «quitarse los guantes» y restaurar el orden de «permanecer en México» de la era Trump, aclarar la abusada regla de asilo y «levantar ‘El Muro'».
Si lo hacen, «los dejará trabajar», declaró al referirse a los agentes de la Patrulla Fronteriza y los oficiales de CBP. “Ellos pueden hacer el trabajo, saben lo que están haciendo. Déjenlos hacer el trabajo que se supone que deben hacer”.
La audiencia de campo fue la segunda realizada en Texas esta semana por comités liderados por republicanos. El 13 de febrero, el Subcomité de Recursos Minerales y Energía del Comité de Recursos Naturales celebró una audiencia en Odessa sobre cómo la producción de energía federal apoya a las comunidades locales.
El 16 de febrero, la Cámara concluye con la audiencia del Subcomité de Energía, Clima y Seguridad de la Red del Comité de Energía & Comercio en Midland, titulada «Expansión energética estadounidense: Mejora de las economías locales y el modo de vida de las comunidades».
La representante de Energía & Comercio, Cathy McMorris Rodgers (R-Wash.), dijo que entre la legislación que las audiencias quieren destacar está la propuesta «Ley HALT Fentanyl» para «asegurar la frontera sur y brindar a las fuerzas del orden público las herramientas que necesitan para mantener este veneno letal fuera de nuestras comunidades”.
Las audiencias analizarán la “proliferación del fentanilo en EE. UU. y el daño causado por el presidente Joe Biden al bloquear la energía estadounidense”, declaró Rodgers.
El PCCh y los cárteles están colaborando entre sí
El presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, Brandon Judd,
en su testimonio dijo que las políticas “promulgadas por el presidente Biden y su Departamento de Seguridad Nacional han causado como resultado, directamente, la frontera menos segura de mis 25 años de carrera”. Las acciones ejecutivas de Biden “han resultado directamente en un aumento del fentanilo ilícito cruzando nuestra frontera sur con México y llegando a nuestras comunidades en los 50 estados”.
Desde que Biden asumió el cargo en enero de 2021, “hemos visto un número históricamente alto de personas que cruzan la frontera ilegalmente, lo que obliga a que más del 50 por ciento de los recursos de las patrullas se dediquen a tareas administrativas como, entre otras, procesamiento, transporte, vigilancia de hospitales y la seguridad de la detención”, dijo Judd. Esto “permite que los cárteles creen brechas en nuestra cobertura, facilitando el mayor número de fugas conocidas en nuestra historia.
“Si a eso le sumamos los más de 3,1 millones de personas que cruzaron la frontera ilegalmente y fueron liberadas en EE. UU., hemos agregado más de 4,3 millones de personas que cruzaron la frontera ilegalmente a nuestra población desde que el presidente Biden asumió el cargo”, indicó Judd, indicando que con la trayectoria acelerada actual, agregaremos otros más de 6 millones de personas que cruzan la frontera ilegalmente a nuestra población en los próximos dos años”.
En este entorno, declaró el agente, los cárteles criminales “se han vuelto increíblemente exitosos al traer ilegalmente sus productos de alto valor a nuestro país y estas circunstancias han contribuido a un enorme aumento en el flujo de narcóticos duros que ingresan a EE. UU. y causan estragos en nuestras comunidades”.
Citando un informe del Washington Post de diciembre de 2022, también dijo que más de 107,000 personas murieron por sobredosis de drogas en 2021 y que “el fentanilo fue responsable de dos tercios de esas muertes”.
“La cantidad de fentanilo ilícito, un opioide sintético, que ingresa a nuestro país a través de nuestra frontera sur es asombrosa y francamente aterradora sabiendo que solo 2 miligramos se consideran una dosis letal”, indicó Judd.
“La gran mayoría de las píldoras [opioides] falsificadas que ingresan a Estados Unidos se producen en México, y China está suministrando productos químicos para la fabricación de fentanilo en México”, agregó citando una Alerta de la Agencia Antidrogas de EE. UU. de diciembre de 2022.
La representante Diana Harshbarger (R-Tenn.) preguntó a Judd sobre los 1.2 millones de «get-ways», y señaló que se trata de personas que no querían ser atrapadas ni solicitar asilo en la frontera.
También indicó que 53 personas en la Lista de Vigilancia de Terroristas del FBI han sido detenidas en la frontera y que hay un aumento de ciudadanos chinos detenidos que intentan ingresar ilegalmente al país en la frontera sur.
Harshbarger le preguntó a Judd si creía que los cárteles mexicanos actuaban en colaboración con el Partido Comunista Chino (PCCh) en la organización de 160,000 laboratorios en toda China para fabricar los precursores químicos del fentanilo y en el contrabando del producto y las personas a través de la frontera.
“Sí”, dijo Judd.
“Absolutamente, yo lo creo”, dijo a continuación, y pidió que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación en México sean declarados organizaciones terroristas.
Jugando el «Blame Game»
Los demócratas y varios testigos argumentaron que la crisis del fentanilo es un componente de un problema más amplio de adicción a los opioides, pero que «militarizar la frontera» no es una solución a una crisis humanitaria.
La representante Angie Craig (D-Minn.) dijo que “la gente está muriendo y las familias están siendo absolutamente destrozadas” por el fentanilo, “y sí, esto está provocando un aumento de la delincuencia” en muchas áreas del país.
Abordar la crisis de adicción a los opiáceos “no debería ser un tema partidista”, declaró Craig y agregó que “espera sinceramente que podamos unirnos” sobre el asunto. “Incluso el nombre de la audiencia, ‘la crisis fronteriza de Joe Biden’ es político”.
Craig afirmó que, según la CBP y la Patrulla Fronteriza, el 97 por ciento del fentanilo incautado desde 2021 estaba en el gran cruce fronterizo comercial y que se descubrió que solo el 0.2 por ciento de los inmigrantes ilegales detenidos en la frontera estaban contrabandeando algún tipo de droga.
“El 97 por ciento se encuentra en los puertos de entrada legales”, no en las extensiones administradas por la Patrulla Fronteriza, señaló la representante. Entonces, las preguntas deberían ser, «¿qué recursos podemos dar, qué más en tecnología, qué más en oficiales» se necesitan para «detener mejor el fentanilo ilícito que cruza la frontera en los puertos de entrada legales?»
En lugar de buscar «soluciones políticas reales», los republicanos buscan «puntuación política», agregó Craig.
“Nosotros tenemos un problema real en Estados Unidos y esto no ayuda a que nuestros electores resuelvan el problema, sino a quién podemos culpar en las próximas elecciones”.
«Frontera militarizada», no es la solución
La presidenta del Proyecto de Derechos Civiles de Texas, Rochelle M. Garza, en su testimonio como testigo, dijo que su objetivo era “doble”.
“Primero (…) la crisis de salud pública relacionada con el fentanilo y la crisis humanitaria en la frontera son dos temas separados que no deben confundirse”, indicó Garza. “En segundo lugar, quiero compartir cómo el enfoque actual de políticas de mano dura, que priorizan la fuerza militar como la única solución, no ha ayudado ni ayudará a abordar ninguna de las crisis”.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, no tiene intención de ayudar a resolver la crisis fronteriza o reducir las muertes por fentanilo, dijo Garza, cuando dice “asegurar la frontera”.
De acuerdo a los residentes del Valle del Río Grande, «asegurar la frontera» significa «construir un muro fronterizo costoso, divisivo e innecesario en nuestra comunidad, enviar a las fuerzas armadas y estatales a inundar nuestros pequeños pueblos y atraer a las personas que esperan la resolución de sus casos de inmigración» en autobuses solo para dramáticamente dejarlos en las casas de sus oponentes políticos”.
Usar las muertes por fentanilo y la crisis de adición de opiáceos como una distracción para ganar puntos políticos está mal, indicó Garza.
“La gran mayoría del fentanilo incautado en la frontera se intercepta en los puertos de entrada de EE. UU. o a través del correo de EE. UU., y la mayoría de los contrabandistas son ciudadanos estadounidenses”, dijo la presidenta de la asociación. “Debemos denunciar el intento de confundir el fentanilo con los migrantes por lo que es: un truco político barato para usar una grave crisis de salud pública como justificación para desperdiciar recursos públicos en las mismas políticas fronterizas ineficaces que han estado impulsando en comunidades como la mía durante años».
Militares en la Frontera, una Solución
El representante Dan Crenshaw (R-Texas) fue uno de los republicanos que se ofendió por las afirmaciones de que las crisis de la frontera y el fentanilo son temas separados que se fusionan como “un truco político barato”.
La audiencia de campo se está organizando cerca de la frontera “porque el fentanilo viene del otro lado de la frontera. Por eso estamos aquí: viene del otro lado de la frontera sur”. El representante acusó a los demócratas de “discutir cuánto llega a través de los puntos de entrada o entre puntos de entrada”.
La explosión de fentanilo está “de hecho relacionada con la crisis migratoria porque tienen un actor común, los cárteles mexicanos de la droga”, declaró Crenshaw, y señaló que existe un patrón documentado y organizado en el que las oleadas de inmigrantes “atan a cientos de” agentes y se convierten en “niñeros y Choferes de autobus».
Los cárteles “aprovechan esa oportunidad para pasar drogas por lugares que no pueden vigilar”, dijo Crenshaw. “Este no es hacer un comentario partidista”.
Si el problema del fentanilo es diferente de otros problemas de drogas es porque no está completamente relacionado con la adicción, sino que es “un problema de envenenamiento” en el que las personas no se dan cuenta de que el medicamento que están tomando para aliviar el dolor no es lo que pensaban que era.
“Este es un problema diferente” y amerita una solución diferente, dijo Crenshaw, prometiendo introducir una legislación que permita que “los militares persigan” a los cárteles de la droga mexicanos “y a los funcionarios mexicanos que los ayudan”.
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