Dos funcionarios republicanos de Arizona han puesto fin a un intento de recuento manual de las papeletas de las elecciones de mitad de período, diciendo que no quieren interferir con el recuento que se avecina en al menos una elección estatal.
Los supervisores del condado de Cochise, Tom Crosby y Peggy Judd, ambos republicanos, dijeron a un tribunal el 16 de noviembre que quieren retirar su demanda contra la directora de elecciones del condado, Lisa Marra.
La pareja había pedido a un juez que obligara a Marra a contar las papeletas a mano, como ordenó la junta del condado antes de las elecciones.
Un juez en un caso separado dictaminó el 7 de noviembre que el condado no podía realizar un recuento manual del 100% de las papeletas, pero eso no impedía a Marra realizar un recuento manual de menos del 100% de las papeletas, dijeron los supervisores.
Marra «se ha negado a cumplir la orden legal de la Junta» de llevar a cabo un recuento manual ampliado, dijeron.
La orden de un juez era necesaria porque Brian McIntyre, el fiscal republicano del condado, amenazó con sanciones penales contra Marra si se realizaba un recuento manual ampliado, según la denuncia.
En la moción para retirar la denuncia, los supervisores señalaron los resultados electorales no oficiales que muestran un estrecho margen en al menos una elección estatal que desencadenará un recuento automático.
Bajo la ley de Arizona, cualquier carrera que termine con un margen de 0.5 por ciento o menos desencadena un recuento, y la carrera para el fiscal general está separada por solo 711 votos de unos 2.5 millones emitidos. El margen es inferior al 0.1%.
«Los demandantes retiran su petición porque no quieren interferir en el proceso de preparación de un recuento del 100% de los votos», dijo en la moción Bryan Blehm, abogado que los representa. «Además, como el Departamento de Elecciones utilizará máquinas y software diferentes, logra algunos de los objetivos previstos por los demandantes en el sentido de validar o no la elección estatal más reñida en la boleta».
Crosby y Judd, al aprobar el recuento manual, dijeron que reforzaría la confianza en las elecciones.
La supervisora Ann English, demócrata, emitió entonces un voto disidente.
Crosby y Judd han dicho que no están de acuerdo con la decisión del tribunal que prohíbe el recuento manual del 100%, pero la decisión fue confirmada por la Corte Suprema de Arizona.
Durante una reunión de la junta del 15 de noviembre, los supervisores discutieron cómo financiar la demanda, con algunas preguntas de si costaría dinero de los contribuyentes. Una moción sobre el asunto fue finalmente aplazada hasta la próxima reunión.
Alrededor de 47,000 residentes del condado de Cochise votaron en las elecciones de mitad de período, con cerca de 74 por ciento utilizando la votación temprana, según funcionarios del condado. La mayoría de los votantes eligieron a los candidatos republicanos, según los resultados no oficiales.
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