Los republicanos de la Cámara de Representantes exigen respuestas al alcalde de Nueva York, Eric Adams, sobre su programa de 53 millones de dólares que proporcionará a los inmigrantes ilegales tarjetas de débito prepagadas financiadas por los contribuyentes.
En una carta del 10 de abril, dirigida al Sr. Adams, el representante Lance Gooden (R-Texas) y siete de sus compañeros congresistas republicanos expresaron su preocupación por su programa de 53 millones de dólares «Tarjeta de Respuesta Inmediata» (IRC), describiendo la iniciativa como «una limosna gratuita a los extranjeros que eludieron ilegalmente nuestros procesos de inmigración».
Al Sr. Gooden se le unieron los representantes Ralph Norman y Jeff Duncan, el representante Barry Moore de Alabama, el representante Andy Biggs de Arizona, el representante Darrel Issa de California, el representante Tom Tiffany de Wisconsin y la representante Lauren Boebert de Colorado.
«Este plan no solo no aborda la fuente subyacente de la creciente población inmigrante de Nueva York», denuncian en la carta, «sino que incentiva aún más la llegada de extranjeros ilegales que se sentirán justificados al recibir estas prestaciones financiadas por los contribuyentes».
Aunque la oficina del alcalde ha afirmado que el programa reducirá el despilfarro y ahorrará a los contribuyentes neoyorquinos unos 7.2 millones de dólares al año, los legisladores republicanos insisten en que el supuesto ahorro «no vale nada» si se compara con el dinero que gasta la ciudad en los demás incentivos, incluidos los 350 dólares semanales para alojar a cada inmigrante ilegal en uno de los muchos hoteles contratados.
Aunque las normas dicen que las tarjetas de débito prepagadas solo deben utilizarse en bodegas, supermercados, tiendas de comestibles y tiendas de conveniencia, no se especifican las ubicaciones de estos negocios.
Los representantes también predicen que «distribuir dinero en efectivo imposible de rastrear en tarjetas de débito transferibles» solo atraerá a más inmigrantes ilegales. El alcalde ya ha dicho que la crisis de la inmigración ilegal «destruiría» la ciudad.
Señalan que los ciudadanos estadounidenses mayores, con bajos ingresos y discapacitados de la ciudad de Nueva York solo tienen derecho a recibir 291 dólares al mes a través del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria. Los 53 millones de dólares son también bastante más que los 30 millones de dólares de créditos totales presupuestados para los veteranos estadounidenses en el año fiscal 2025 a través de su Departamento de Asuntos de Veteranos. Estos puntos, según los legisladores republicanos, hacen aún más «atroz» el programa financiado por los contribuyentes para atender a los inmigrantes ilegales.
El programa
Para poner en marcha el programa, la ciudad anunció el 25 de enero que el Departamento de Preservación y Desarrollo de la Vivienda (HPD, por sus siglas en inglés) adjudicó un contrato de 53 millones de dólares a Mobility Capital Finance (MoCaFi) para distribuir las IRC.
Según la descripción, el personal de MoCaFi entregaría las IRC directamente en las manos de los inmigrantes ilegales alojados en el Hotel Roosevelt, descrito como «el primer punto de contacto» para los inmigrantes ilegales que llegan a la ciudad de Nueva York.
El primer lote de tarjetas de débito se distribuyó a las familias de inmigrantes ilegales el 25 de marzo, según reportó The Epoch Times.
Aunque los detalles del programa son escasos, The New York Post reportó de lo que había sabido por el Ayuntamiento a principios de febrero.
El programa se inició con las 500 familias de inmigrantes ilegales alojadas actualmente en el Hotel Roosevelt, para sustituir el actual servicio de comida que allí se ofrece, según el Ayuntamiento.
Con el nuevo programa IRC, una familia de cuatro miembros podría recibir casi 1000 dólares al mes para comida, o unos 35 dólares al día, y las tarjetas se recargarían cada 28 días.
Durante una entrevista el 20 de febrero con FOX 5 NY, el Sr. Adams aclaró que «cada inmigrante recibirá unos 13 dólares al día, así que no son automáticamente USD 1000 como se ha informado».
A los inmigrantes ilegales se les dice que solo pueden utilizar las tarjetas en bodegas, supermercados, tiendas de comestibles y tiendas de conveniencia, y deben firmar una declaración jurada en la que juran que solo utilizarán el dinero para comprar alimentos y artículos para bebés. Si incumplen este acuerdo, se les expulsará del programa.
La portavoz del Sr. Adams, Kayla Mamelak, declaró: «Esto no solo proporcionará a las familias la posibilidad de comprar alimentos frescos para sus dietas culturalmente relevantes y los artículos para bebés que elijan, sino que se espera que el programa piloto ahorre a la ciudad de Nueva York más de 600,000 dólares al mes, o más de 7.2 millones de dólares anuales», reportó The New York Post.
El Sr. Adams defendió el programa.
«Tenemos un proyecto piloto con 500 personas a las que estamos dando tarjetas de alimentos, de modo que en lugar de una tarjeta de débito, en lugar de tener que repartir comida y hacer que la gente coma comida –estábamos viendo que se desperdiciaba– ahora pueden conseguir su propia comida», explicó, según FOX News.
«Si el proyecto piloto tiene éxito, lo ampliaremos no solo a los inmigrantes y solicitantes de asilo, sino a todo el sistema, tratando de encontrar formas más inteligentes y rentables de afrontar esta crisis que se nos ha venido encima», añadió.
Al leer el contrato real, The New York Post describió el programa como «con potencial para convertirse en un Triángulo de las Bermudas de duración indefinida, multimillonario, de dinero en efectivo que desaparece y no se puede rastrear, utilizado para cualquier fin».
El programa proporcionará a cada inmigrante ilegal hasta 10,000 dólares anuales de los contribuyentes. Una familia de cuatro inmigrantes ilegales, con hijos menores de 17 años, podría recibir hasta 15,000 dólares al año.
Las preguntas
Con tan poca información disponible sobre cómo piensa la ciudad controlar el gasto o hacer cumplir las directrices del programa, el Sr. Gooden y sus colegas republicanos exigen respuestas.
En primer lugar, quieren saber si MoCaFi, la ciudad de Nueva York y sus hoteles contratados colaboran con el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) para investigar a los inmigrantes ilegales alojados en los hoteles que se inscribirán en el programa IRC. Van más allá y piden al alcalde que especifique qué tipo o tipos de identificación deberán presentar los inmigrantes ilegales.
Preguntan si un inmigrante ilegal que no haya sido investigado por el ICE puede acogerse al programa.
También quieren que el alcalde describa cómo se decidirá la elegibilidad de un inmigrante ilegal para participar en el programa. Le han pedido que especifique «los parámetros de la unidad familiar», así como cuántos inmigrantes ilegales adultos de cada familia pueden optar al programa.
Los republicanos también han exigido saber cómo MoCaFi y la ciudad de Nueva York rendirán cuentas y harán un seguimiento de cómo se gasta el dinero en los lugares designados.
También quieren que el alcalde facilite las bodegas, tiendas de comestibles, supermercados y tiendas de conveniencia concretos que están autorizados a aceptar las tarjetas, así como las directrices y políticas que se han establecido para garantizar que la asignación semanal de dinero solo se gasta en alimentos y artículos para bebés.
Al mismo tiempo tiempo, se pidió al alcalde que esboce «cualquier plan o directriz de contingencia para hacer frente a posibles fraudes y/u otros abusos del programa».
Otra pregunta a la que quieren respuesta los republicanos es si los fondos no utilizados de las tarjetas podrán transferirse semanalmente.
Además, quieren saber cuánto tiempo podrán permanecer en el programa los inmigrantes ilegales y si podrán volver a inscribirse en él una vez que expire su plazo.
Concretamente, quieren saber si se están utilizando fondos federales para financiar el programa IRC, incluidos los 107 millones de dólares que la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) aprobó recientemente para la ciudad de Nueva York, como reportó The Washington Examiner el mes pasado.
«Los inmigrantes ilegales inundan la ciudad de Nueva York debido a su condición de ciudad santuario y a los programas de transporte y alojamiento que facilitan su llegada», señalan los ocho republicanos en su carta al Sr. Adams, indicando que su negativa a cooperar con el ICE ha «creado un refugio seguro para los inmigrantes que creen que pueden cruzar ilegalmente nuestras fronteras, obtener un billete de autobús gratuito a Manhattan y recibir comida y alojamiento gratuitos sin riesgo de ser deportados».
El programa «Tarjeta de Respuesta Inmediata», que al parecer comenzó el lunes 25 de marzo de 2024, «no hará nada para frenar la crisis de los migrantes», insisten. «Esperamos que contemple el gravoso coste a largo plazo para los ciudadanos estadounidenses y los contribuyentes de la ciudad de Nueva York, y le animamos encarecidamente a que reconozca estas consecuencias cuando considere futuros proyectos para su ciudad. Esperamos tu respuesta oportuna y adecuada».
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