Los senadores Chuck Grassley (R-Iowa) y Ron Johnson (R-Wis.) enviaron el miércoles una carta a la directora de la CIA, Gina Haspel, expresando su frustración por no haber revelado los documentos de la investigación de Rusia que solicitaron hace más de 2 meses.
«Estamos cada vez más decepcionados por la continua incapacidad de la CIA para responder a tiempo a nuestras legítimas peticiones de supervisión», dice la carta (pdf). «Su personal se reunió solamente una vez con nuestro personal para discutir estas peticiones, y la CIA no presentó ni un solo documento en respuesta».
«Un mayor retraso es inaceptable».
Los senadores señalaron los registros recientemente desclasificados que prueban que algunos de los documentos que habían solicitado existían y estaban en posesión de la CIA. Grassley y Johnson habían solicitado, pero no habían recibido, todos los informes de inteligencia que la CIA entregó al equipo del FBI que investigaba la campaña Trump.
Mientras tanto, a principios de esta semana el director de Inteligencia Nacional (DNI) John Ratcliffe, desclasificó parcialmente dos documentos de la CIA que parecen detallar una intercepción de un producto de inteligencia ruso, en el que se afirma que Hillary Clinton aprobó un plan el 26 de julio de 2016 para desprestigiar al entonces candidato Donald Trump, vinculando su campaña con el supuesto pirateo del Comité Nacional Demócrata por parte de Rusia.
El DNI también desclasificó el 7 de septiembre de 2016, una línea de investigación enviada por la CIA al FBI sobre el mismo plan de Clinton. La información dice que Clinton aprobó el plan para distraer al público del escándalo del correo electrónico de Clinton.
«Sabemos que esa información existe y que las recientes revelaciones de la misma son inquietantes», escribieron los senadores. «Esto no puede continuar —el público estadounidense tiene derecho a saber sobre los errores desenfrenados y decisiones sesgadas que ocurrieron durante la administración de Obama que socavaron una transición pacífica del poder».
La investigación del FBI de la campaña Trump, cuyo nombre clave es Crossfire Hurricane, utilizó una variedad de métodos para espiar a los asociados de la campaña Trump. Algunos de los principales funcionarios que trabajaban en el Crossfire Hurricane también habían trabajado conjuntamente en la investigación sobre el uso de un servidor de correo electrónico privado no autorizado por parte de Hillary Clinton. Los mismos funcionarios expresaron un intenso sesgo contra Donald Trump y a favor de Hillary Clinton mientras investigaban la campaña Trump.
El abogado especial Robert Mueller se hizo cargo de la investigación del Crossfire Hurricane en mayo de 2017 y, tras 22 meses de investigación, no encontró pruebas para establecer que hubiera habido alguna colusión entre la campaña Trump y Rusia.
Las amplias auditorías realizadas por la Oficina del Inspector General (OIG) del Departamento de Justicia no pudieron encontrar pruebas de que el sesgo anti-Trump entre algunos funcionarios de Crossfire Hurricane afectara a ninguna de las decisiones de la investigación. Pero la OIG determinó que las solicitudes de órdenes de espionaje que el FBI utilizó para vigilar al exasesor de la campaña Trump estaban plagadas de errores y omisiones que implicaban a todos los funcionarios de la cadena de mando.
Un exabogado del FBI se declaró culpable este agosto de un cargo de declaración falsa en relación con un correo electrónico que falsificó como parte del proceso para obtener una orden de vigilancia.
«El pueblo estadounidense tiene derecho a conocer el alcance total de las medidas oficiales adoptadas por los funcionarios federales durante la campaña de 2016, la transición presidencial y dentro de la administración Trump», afirma la carta. «La información que ya se ha hecho pública revela lo que podría ser el más escandaloso abuso de poder en la historia de EE.UU. contra un candidato presidencial y el actual presidente».
«Desafortunadamente, muchas de las piezas del rompecabezas permanecen ocultas, y parte de esa información permanece dentro de su agencia. Nos preocupa que su agencia no haya respondido completamente a nuestras solicitudes de supervisión».
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