Los republicanos se mostraron positivos sobre la reunión bipartidista del 12 de abril sobre infraestructura dirigida por el presidente Joe Biden, sin embargo, aún persisten las dudas sobre las disposiciones clave del plan, como la asignación de 400,000 millones de dólares para la asistencia de los ancianos y los discapacitados.
Los demócratas están tratando de convencer a los legisladores republicanos de que apoyen la propuesta de Biden, que actualmente asciende a 2.3 billones de dólares.
“Esta fue un buen debate”, dijo posteriormente el senador Roger Wicker (R-Miss.) a los periodistas. “Tuvimos un debate muy animado con cuatro senadores y cuatro representantes, no fue para nada polémico. No lo fue en absoluto. El presidente estuvo muy comprometido, habló la mayor parte del tiempo o habló mucho, pero creo que escuchó, y la vicepresidenta estuvo allí todo el tiempo».
Durante la conferencia de una hora y 40 minutos en la Casa Blanca, Biden dijo a los asistentes: «Estoy preparado para negociar el alcance de mi proyecto de infraestructura, así como la forma de pagarlo».
“Esas son todas las palabras exactas que quería escuchar antes de la reunión”, agregó el representante Garret Graves (R-La.), miembro del Comité de Transporte e Infraestructura. «Y eso fue realmente alentador».
Graves agregó que la apertura de la reunión fue positiva, sin embargo conforme el grupo profundizó en los detalles del plan, «ciertamente hubo reticencias en las preocupaciones que planteamos sobre el aumento a los impuestos corporativos, el aumento a los impuestos a las personas y cómo eso en realidad socava cualquier capacidad para hacer que Estados Unidos avance, para mejorar la competitividad de la fuerza laboral de EE. UU.».
«Soy cautelosamente optimista, pero veremos si a fines de esta semana, se acercan y celebran negociaciones de buena fe», dijo el martes por la mañana en Fox News.
El Partido Republicano está luchando para que se reduzca el gran paquete para eliminar lo que los legisladores sienten que son disposiciones superfluas después de que los intentos de llegar a un compromiso sobre un paquete de alivio por COVID-19 fracasaran el mes pasado, lo que terminó con la aprobación por parte de los demócratas de un proyecto de ley de 1.9 billones de dólares que incluía lo que los críticos describieron como rescates para los gobiernos estatales y locales.
La senadora Deb Fischer (R-Neb.) dijo que le expresó a Biden que los proyectos de ley de infraestructura son tradicionalmente bipartidistas mientras promovía un proyecto de ley que se enfoca en proyectos de infraestructura tradicionales como carreteras y puentes.
Cuando se le cuestionó si la Casa Blanca escuchó el mensaje, dijo: «Eso creo».
“Sin embargo, el presidente tiene otra opinión. Pero, con suerte, podremos analizar la infraestructura tradicional. Realmente no conozco a ninguno de mis colegas que no esté a favor de un paquete de infraestructura tradicional donde se tenga un flujo de ingresos que pueda pagarlo”, agregó.
Los principales puntos de fricción hasta ahora comprenden la inclusión por parte de la administración Biden de 400 mil millones de dólares para la asistencia de los ancianos y discapacitados, y su deseo de incrementar la tasa de impuestos corporativos al 28 %.
«Claramente, hay partes de su programa que no son de inicio para los republicanos», dijo Wicker.
El senador considera al proyecto de ley de impuestos de 2017, el cual redujo la tasa del impuesto corporativo del 35 % al 21 %, como uno de sus «logros emblemáticos» y considera cualquier propuesta relacionada con el aumento como «una venta casi imposible» para los republicanos.
«Y le dije eso. Bueno, él no está de acuerdo. Pero habla de esas 58 corporaciones que no pagaron impuestos, ni un centavo de impuestos, dice, lo has escuchado una y otra vez. Estoy dispuesto a sentarme con él y encontrar a esos 58 hombres y asegurarnos de que paguen algo de impuestos. Pero lo que él propone sería un gravamen importante para las pequeñas empresas generadoras de empleo”, dijo Wicker.
El líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy (R-Calif.), dijo en CNBC el martes que los republicanos «estarían en la mesa listos para comenzar» si la propuesta de Biden fuera un proyecto de ley de infraestructura. McCarthy dijo que no ha hablado con Biden desde que el demócrata asumió el cargo y que le han sido rechazadas las solicitudes de reunión.
Cedric Richmond, director de participación pública de la Casa Blanca, dijo que el proyecto de ley de impuestos, el cual fue firmado por el expresidente Donald Trump, redujo los impuestos corporativos por debajo de lo solicitado por cualquier empresa.
“Ni una sola empresa en seis años mencionó el 21 %”, dijo Richmond. “Lo que les recuerdo es que estaríamos regresando la tasa al vecindario que ellos querían en primer lugar. Y al mismo tiempo, podríamos arreglar la infraestructura».
Antes de la reunión, Biden dijo que «todos reconocen que necesitamos un incremento significativo en la infraestructura» y que las negociaciones se reducirían a lo que se define como infraestructura.
«Así que de eso vamos a hablar, y estoy seguro de que todo saldrá perfectamente», dijo.
Más tarde, la Casa Blanca envió una presentación que decía que Biden y la vicepresidenta Kamala Harris «compartieron su visión en el Plan de Empleo Estadounidense para crear millones de buenos empleos, reconstruir la infraestructura de nuestro país y posicionar a Estados Unidos para competir con China».
Biden y los miembros del Congreso «tuvieron un buen intercambio de ideas», y el presidente pidió a los miembros «retroalimentación y seguimiento a las propuestas debatidas en la reunión, mientras que subrayó que la inacción no es una opción», agregó la Casa Blanca.
Hay planes para seguir colaborando con los miembros del Congreso, así como con las partes clave interesadas, durante el resto del mes.
Biden «presentó un caso convincente» para su paquete, dijo el senador Alex Padilla (D-Calif.), otro participante, a los periodistas tras la conferencia en la Oficina Oval.
“Creo que su punto principal fue, como, no nos vamos a quedar pequeños. Vamos a hacer esto bien”, agregó la senadora, Maria Cantwell (D-Wash.), quien asistió también.
Padilla pidió hacer énfasis en la vivienda, y señaló que la protección contra los desalojos expirará pronto y California está lidiando con una «crisis de asequibilidad».
Cantwell dijo que planteó asuntos como el transporte y la competitividad de Estados Unidos.
La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el acercamiento de Biden fue sincero.
“No se dedica el tiempo del presidente de Estados Unidos varias veces, incluyendo dos reuniones de infraestructura, si él no quisiera escuchar auténticamente de los miembros que asistieron acerca de sus ideas respecto a cómo seguir adelante con este paquete de manera bipartidista», dijo.
Los demócratas tienen mucha motivación para reducir el proyecto de ley y obtener el apoyo de los republicanos, con un pequeño margen de tres votos en la Cámara de Representantes y un Senado dividido 50 frente a 50 en el que tienen una mayoría solo a través de la capacidad de Harris para emitir votos de desempate.
Aún así, los demócratas en el Senado están considerando regresar a la conciliación presupuestaria, el cual reduce el número de votos necesarios en la cámara alta por 10 a 50, junto con el desempate.
Esa iniciativa se vería complicada por la oposición del senador, Joe Manchin (D-W.Va.), al aumento de la tasa de impuestos corporativos. Manchin prefiere aumentar la tasa no más del cuatro por ciento.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi (D-Calif.), dijo que quiere aprobar un proyecto de ley de infraestructura para el 4 de julio.
Con información de The Associated Press.
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