El presidente electo Donald Trump recuperó su título con una victoria aplastante, convirtiéndose en el segundo presidente de la historia de Estados Unidos que ejerce dos mandatos no consecutivos, lo que también lleva camino de convertir Washington en un bastión controlado por los republicanos.
A 8 de noviembre, los republicanos se han hecho con el control del Senado y están a 6 escaños de hacerse con la Cámara de Representantes, con una ventaja de 211 a 199 escaños.
La Cámara de Representantes y el Senado forman el Poder Legislativo, uno de los tres poderes del gobierno de Estados Unidos. Sus principales responsabilidades son redactar y aprobar leyes, que los otros dos poderes, el presidente, convierte en ley, y el poder judicial las aplica.
Un Washington controlado por los republicanos estaría más unificado en torno a intereses clave y sería más eficaz a la hora de acordar y aprobar leyes. El inconveniente de esta ecuación es que la legislación podría ser unilateral sin nadie que sirviera de control y equilibrio.
La última vez que los republicanos controlaron Washington fue durante el anterior mandato de Trump, de 2017 a 2019, durante el cual logró una importante legislación de reforma fiscal y una «desregulación masiva» para estimular el crecimiento empresarial, con la que consiguió eliminar 22 regulaciones por cada una nueva creada en su primer año.
Al anterior mandato de Trump también se le atribuyen los históricos Acuerdos de Abraham, una serie de acuerdos de normalización entre Israel y varias naciones árabes que le valieron a Trump una nominación al Premio Nobel de la Paz.
Esta vez Trump llegará a la presidencia con mucha más experiencia política a sus espaldas cuando asuma el control en 2025, siguiendo con sus principales objetivos de acabar con la crisis de la inmigración ilegal, con planes para reforzar la frontera sur, y poner fin a la guerra en Ucrania, algo que ha prometido hacer antes de su toma de posesión el próximo año.
Algunos de sus aliados de campaña, Robert F. Kennedy Jr. y Elon Musk, probablemente desempeñarán un papel en la nueva administración, con la iniciativa de campaña de Kennedy y Trump «Make America Healthy Again» (Hacer a Estados Unidos Saludable de Nuevo), que pretende revolucionar la rama sanitaria del gobierno y resolver la crisis sanitaria de Estados Unidos.
Musk habló con Trump sobre la posibilidad de dirigir un nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental que, en opinión de Musk, sería clave para atajar la inflación.
Trump también es un gran partidario de la energía nacional y tiene planes para impulsar la industria promoviendo la producción de petróleo, carbón y gas, como ya hizo en su primer mandato.
En cuanto a la política exterior, a Trump le gustan los aranceles y sugirió la idea de canjear impuestos por financiación gubernamental mediante aranceles a productos extranjeros, en particular tasas del 60 por ciento a los productos procedentes de China.
En conjunto, un mandato de Trump contrastará notablemente con el del Presidente saliente, Joe Biden.
El primer presidente que obtuvo dos mandatos no consecutivos fue el presidente Grover Cleveland, que ocupó la Casa Blanca entre 1885 y 1889, y de nuevo entre 1893 y 1897.
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