Los legisladores de ambos lados del espectro político han reaccionado a la decisión de la secretaria de estado de Maine de eliminar al expresidente Donald Trump de la boleta primaria presidencial del estado.
La secretaria de Estado Shenna Bellows, cuya oficina supervisa las elecciones en Maine, dictaminó el 28 de diciembre que el presidente Trump no puede aparecer en las elecciones primarias de 2024, citando la «cláusula de insurrección» de la 14° Enmienda a la Constitución de Estados Unidos.
Bellows, en su fallo, señaló la irrupción del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
Argumentó que el presidente Trump «a lo largo de varios meses y que culminaron el 6 de enero de 2021, utilizó una narrativa falsa de fraude electoral para inflamar a sus partidarios y dirigirlos al Capitolio para evitar la certificación de las elecciones de 2020 y la transferencia pacífica del poder».
Como resultado de su interpretación de la cláusula de insurrección, la Sra. Bellows concluyó que la petición principal del presidente Trump no es válida y que no está calificado para ocupar el cargo de presidente.
Su decisión de retirar al presidente Trump de la boleta estatal se produce poco después de que la Corte Suprema de Colorado también dictaminara el 19 de diciembre que no es elegible para postularse para presidente.
El tribunal de Colorado, que está compuesto en su totalidad por personas designadas por demócratas, determinó en su fallo 4 a 3 que el republicano había participado en una insurrección durante la irrupción del 6 de enero.
El Partido Republicano de Colorado apeló esa decisión ante la Corte Suprema de Estados Unidos y la Corte Suprema de Colorado suspendió su propia decisión del 19 de diciembre hasta el 4 de enero de 2024, o hasta que se complete la apelación ante el tribunal más alto del país.
Tras la decisión del jueves de la secretaria de Estado de Maine, demócratas y republicanos, incluidos los rivales del presidente Trump en la carrera republicana por la Casa Blanca en 2024, criticaron la medida.
Hablando en Fox News, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que la decisión de Maine «abre la caja de Pandora» de lo que puede y no puede descalificar a un candidato presidencial de la boleta en el futuro.
El Sr. DeSantis dijo que la noción de que «un burócrata, en un cargo ejecutivo, puede simplemente descalificar unilateralmente a alguien de su cargo pone de cabeza toda noción de debido proceso constitucional que este país siempre ha acatado durante más de 200 años».
«¿Puede un secretario de Estado republicano descalificar a Biden de la boleta electoral?», dijo el señor DeSantis. «Porque ha dejado entrar ilegalmente a 8 millones de personas, una invasión masiva, incluso de enemigos de nuestro país; lugares como Irán, China y Medio Oriente, han llegado con su conocimiento y consentimiento básicamente».
El fallo de Maine es una «amenaza a la democracia»
El gobernador de Florida dijo que, en última instancia, no cree que se mantenga el fallo de Maine.
«Creo que ganaremos cuando responsabilicemos a Biden y hablemos sobre los temas que le importan al pueblo estadounidense. Así que creo que los demócratas quieren que las elecciones se centren en todos estos otros temas. No quieren enfrentar la responsabilidad por sus políticas fallidas», concluyó el gobernador.
Mientras tanto, el candidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy, que anteriormente amenazó con retirarse de las elecciones primarias del Partido Republicano en Colorado tras la decisión de la Corte Suprema del estado, calificó el fallo de Maine como una «amenaza a la democracia».
«El sistema está empeñado en eliminar a este hombre, al diablo con la Constitución. Mantengo mi promesa anterior de *retirarme* de la boleta de cualquier estado que finalmente elimine a Trump de su boleta», escribió el empresario de biotecnología en X.
Ramaswamy también instó a sus compañeros rivales presidenciales del Partido Republicano a hacer lo mismo, escribiendo que no hacerlo significaría que están «respaldando tácitamente esta interferencia electoral ilegal y descarada en las primarias del Partido Republicano».
«Este cáncer en la política estadounidense no se limita a los demócratas», concluyó.
Un portavoz de la campaña de la candidata republicana Nikki Haley le dijo al New York Times que la exembajadora ante las Naciones Unidas «vencerá a Trump de manera justa» pero que «debería ser decisión de los votantes quién será elegido».
Por otra parte, el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer (R-Ky.), le dijo a Fox News que la decisión no fue una sorpresa y agregó que anticipa que es probable que más estados demócratas sigan su ejemplo.
«Creo que los demócratas están tratando de hacer todo lo que pueden en un último esfuerzo para alterar el impulso republicano en este momento de cara a las elecciones presidenciales», dijo Comer.
Comer dijo que sus electores en Kentucky piensan que es «absurdo» que los demócratas estén tomando medidas para prohibir al presidente Trump en las boletas electorales.
Además, afirmó que la «narrativa de insurrección» que los demócratas están impulsando con respecto al presidente Trump es «completamente falsa», argumentando que la irrupción del 6 de enero fue una «manifestación que salió mal».
La presidenta del Comité Nacional Republicano (RNC), Ronna McDaniel, también intervino en la decisión y escribió en X que «los funcionarios estatales no pueden decidir por quién vota el pueblo estadounidense».
La Sra. McDaniel dijo que el RNC planea ayudar a «librar esta batalla legal en la Corte Suprema de Estados Unidos».
Entre los demócratas, el representante Jared Golden (D-Maine) compartió su desacuerdo con la decisión de la secretaria de Estado de Maine.
«No creo que deba ser reelegido como presidente de Estados Unidos», escribió Golden en una declaración compartida en X. «Sin embargo, somos una nación de leyes, por lo tanto, hasta que sea declarado culpable del crimen de insurrección, se le debería permitir participar en las elecciones».
“El presidente Trump nunca dejará de luchar”
Otros, sin embargo, elogiaron la decisión de Bellows, quien en el pasado apoyó la destitución del presidente Trump.
La representante Chellie Pingree (D-Maine) dijo en una declaración al New York Times que el texto de la 14° Enmienda es claro.
La «cláusula de insurrección» de la 14° Enmienda prohíbe ocupar cargos a los funcionarios que hayan participado en «insurrección o rebelión».
El presidente Trump no ha sido acusado bajo ningún estatuto penal relacionado con la insurrección.
«Nuestra Constitución es la base misma de Estados Unidos y de nuestras leyes, y parece que las acciones de Trump están prohibidas por la Constitución», sostuvo la Sra. Pingree.
El representante Bill Pascrell (D-N.J.) compartió una declaración similar sobre X, escribiendo que el texto de la 14° Enmienda es «claro como el cristal» y acusó al presidente Trump de haber «incitado un motín violento para derrocar la democracia estadounidense».
«Por supuesto, debería prohibírsele la presidencia para siempre», concluyó el demócrata.
La campaña del presidente Trump ha prometido impugnar la decisión del jueves de la Sra. Bellows, y el portavoz de la campaña, Steven Cheung, la calificó como un «intento de robo de una elección y privación de derechos de los votantes estadounidenses».
«Los demócratas en los estados azules están suspendiendo imprudentemente e inconstitucionalmente los derechos civiles de los votantes estadounidenses al intentar eliminar sumariamente el nombre del presidente Trump de la boleta electoral», dijo el Sr. Cheung en un comunicado. «No se equivoquen, estos esfuerzos de interferencia electoral partidista son un asalto hostil a la democracia estadounidense».
El portavoz dijo que la campaña del presidente Trump planea presentar inmediatamente una objeción legal en un tribunal estatal para evitar que esta «decisión atroz en Maine entre en vigor».
«El presidente Trump nunca dejará de luchar para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande», afirmó.
Caden Pearson contribuyó a este artículo.
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