Los líderes del Comité Selecto de Inteligencia del Senado dijeron el 28 de febrero que no estaban satisfechos con la información que se les ofreció en su sesión informativa sobre la exposición de documentos clasificados.
Según el comunicado, la sesión informativa de los senadores por parte de miembros de la comunidad de inteligencia y el Departamento de Justicia dejó “mucho que desear”.
“De acuerdo con nuestra responsabilidad de supervisar la comunidad de inteligencia y proteger nuestra seguridad nacional, hoy nos hemos reunido con líderes del IC y el Departamento de Justicia para discutir la exposición de documentos clasificados”, dijeron el presidente Mark Warner (D-Va.) y el vicepresidente Marco Rubio (R-Fla.) en una declaración conjunta.
“Si bien la reunión de hoy ayudó a arrojar algo de luz sobre estas cuestiones, dejó mucho que desear y continuaremos presionando para obtener respuestas completas a nuestras preguntas de acuerdo con nuestras obligaciones constitucionales de supervisión”.
La llamada «Banda de los Ocho», compuesta por los principales republicanos y demócratas en el liderazgo actual del Congreso, recibió información a puerta cerrada sobre más detalles sobre el contenido de los documentos, pero no sobre los documentos en sí, según un informe de ABC Noticias.
Rubio dijo en un posteo del 1 de marzo en Twitter que la sesión informativa “nos proporcionó algunas respuestas” pero “nos dejó con muchas más preguntas”.
Warner y Rubio pidieron previamente poder ver los registros que el Departamento de Justicia había tomado de la antigua oficina del presidente Joe Biden en Washington, de su casa en Wilmington, Delaware, y el resort Mar-a-Lago del expresidente Donald Trump.
La solicitud se habría hecho para evaluar el riesgo que las dos presuntas violaciones de la Ley de Registros Presidenciales representaban para la seguridad nacional. Ambos también solicitaron evaluaciones de riesgo de los principales oficiales de inteligencia.
Los senadores calificaron sus peticiones como «estrechamente ceñidas» al asunto en cuestión, en su carta del 2 de febrero al Fiscal General Merrick Garland y a la Directora de Inteligencia Nacional Avril Haines.
«Nuestras cartas reconocían explícitamente la necesidad de proteger las investigaciones en curso del Departamento. Conscientes de los intereses del Departamento, las cartas se ajustaban estrictamente a las necesidades y solo solicitaban acceso a los documentos clasificados pertinentes y una evaluación del riesgo para la seguridad nacional si los documentos se hicieran públicos o se entregaran a un adversario extranjero», señalaron los legisladores.
En la misma carta, los senadores también rechazaron la justificación del Departamento de Justicia de que los registros no pueden publicarse debido a las investigaciones actuales.
“Nuestra solicitud no tiene precedentes”, dijeron los senadores, haciendo referencia al argumento de que una investigación en curso les impediría ver los documentos.
“En otras investigaciones relacionadas con el mal manejo de información clasificada, el fiscal general y el director de inteligencia nacional han atendido las necesidades legítimas de supervisión de este comité sin perjuicio de cualquier investigación en curso”.
Las oficinas de ambos senadores respondieron a la solicitud de información adicional de The Epoch Times haciendo referencia a la declaración conjunta como sus comentarios completos sobre el tema.
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