Los residentes de algunas zonas de California, especialmente de las montañas de San Bernardino, están enfrentando fuertes tormentas con grandes cantidades de nieve que han bloqueado las carreteras, dejando a las personas con dificultades para conseguir alimentos y suministros médicos.
«Una situación de vida o muerte se está desarrollando en las montañas de San Bernardino después de la poderosa tormenta de esta semana», dijo el reportero de ABC David González, en un posteo en Twitter el 5 de marzo, que fue acompañado por un video en que estaba explorando Crestline.
«Llegué a Crestline, California. No es broma. Yo no me había dado cuenta de lo mal que estaba esto. Es como una zona de guerra. Acabo de entrevistar a un tipo que está subiendo la montaña cargando MREs porque no tiene comida», dice González en el vídeo, refiriéndose a las raciones individuales de alimento utilizadas por las fuerzas armadas estadounidenses.
«Hay gente escribiendo ‘stop’ en la nieve, diciendo ‘despejen donde nosotros’, ‘ayúdennos’ porque las carreteras se ven así», dijo el reportero mientras señalaba las enormes cantidades de nieve que cubrían la región. «La gente, por desgracia, probablemente esté muriendo aquí arriba, es una locura pensarlo».
En un vídeo subido a Twitter el 2 de marzo, Michelle Calkins, residente de Lake Arrowhead, en las montañas de San Bernardino, dijo que las comunidades de Crestline, Lake Arrowhead y Running Springs están «gritando y pidiendo ayuda a nuestro estado».
Según el residente, muchas madres de la región tienen poca leche artificial y han estado llamando a la línea de emergencia. «Pero nadie nos toma en serio [sic]», dijo Calkins, añadiendo que varias personas también se están quedando sin suministros médicos como la insulina.
«Nuestro condado declaró el estado de emergencia, pero no parece tomárselo en serio. La gente está atrapada en sus casas desde hace más de cinco días porque las calles no están despejadas. La nieve se ha acumulado hasta unos nueve pies (2.7 m). En esas calles, la gente ya no puede caminar».
Viaje de Newsom
El gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, declaró el estado de emergencia el 1 de marzo. Sin embargo, la declaración se produjo una semana después de que las tormentas afectaran gravemente a los residentes de las montañas de San Bernardino.
Newsom suscitó duras críticas tras, al parecer, abandonar el estado en medio de la crisis.
«Los californianos están atrapados en sus casas sin electricidad. Se avecinan más tormentas y el gobernador Newsom acaba de abandonar el estado por un ‘viaje personal'», dijo el representante Kevin Kiley (R-Calif.) en un mensaje en Twitter el 3 de marzo.
Newsom regresó al estado «según su oficina de prensa», de acuerdo a un posteo en Twitter del 6 de marzo de Emily Hoeven, periodista del San Francisco Chronicle. Newsom había realizado un viaje personal a Baja California, informó un portavoz a la periodista.
El Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California, así como otras agencias estatales, desplegaron 24 equipos para ayudar a las comunidades afectadas por las tormentas de invierno, «incluyendo 12 equipos comprometidos con el incidente de la tormenta de San Bernardino», dijo Hoeven en un posteo del 6 de marzo.
Nevadas
El servicio de predicción meteorológica prevé que una alta densidad de nieve afecte a California esta semana, según AccuWeather.
«El rastro de la tormenta estará bien al norte del sur de California, y la mayoría de las zonas montañosas no recibirán la fuerte nevada como las partes del norte del estado (…) Puede haber, sin embargo, pequeñas acumulaciones de menos de 6 pulgadas (15 cm) a través de las cordilleras Transversales», dijo la meteoróloga senior de AccuWeather, Heather Zehr, según un posteo del 3 de marzo.
Se pronostica que las regiones por encima de los 3000 pies reciban nevadas frescas de dos a cinco pies (0.6 a 1.5 m) en total. Se prevé que las nevadas más intensas se produzcan en las regiones del norte de California, como Sierra Nevada, y se estima que se produzcan en varias oleadas hasta el miércoles.
«Los vientos no serán tan fuertes esta vez, en comparación con la última ronda de tormentas, pero todavía pueden ser lo suficientemente fuertes como para contribuir a la mala visibilidad y cause ventiscas y acumulación de nieve», dijo Zehr.
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