IRVINE, California – Los residentes de California han decidido abandonar el estado a un ritmo cada vez mayor durante los últimos años, según la Oficina del Analista Legislativo. El año pasado, California tuvo la mayor pérdida de migración interna de la nación, con unas 200,000 personas más que salieron del estado en relación a las que entraron.
California es el estado de mayor número de habitantes, y claramente se esperan cifras mayores en las estadísticas de su población, sin embargo, tiene la tasa más baja de la nación en atraer residentes de otros estados, con lo que está perdiendo más de ellos cada año.
El alto costo de la vivienda es una de las principales razones para abandonar el estado, de acuerdo a múltiples encuestas en los últimos años, incluyendo a una encuesta realizada en septiembre de 2019 por el Instituto de Estudios Gubernamentales de Berkeley (Berkeley IGS), de la Universidad de California. Esa encuesta encontró que más de la mitad de los votantes registrados habían considerado dejar el estado.
También encontró que más conservadores querían irse, citando como causa el clima político del estado teñido de azul.
The Epoch Times habló con varios residentes que dejaron California el año pasado para conocer sus razones y saber cómo les ha ido con la mudanza. Todos ellos son parte de un grupo de Facebook llamado ‘Leaving California’.
Crimen y la falta de vivienda
«Creo que muchas de las [propuestas] que se han puesto en marcha no contribuyen en nada, entre la tasa de criminalidad y [la falta de vivienda]», dijo Starr Langella, una exresidente de toda la vida de Laguna Niguel, quien se mudó a Texas en agosto pasado. «Nadie está cuidando a los sin techo como debería, lo que está causando más problemas».
La Propuesta 47 es una de esas propuestas criticadas por aumentar la delincuencia. Fue aprobada en la votación de noviembre de 2014. También conocida como la Iniciativa de Reducción de Penas para Algunos Crímenes, la propuesta está bajo el escrutinio de los oficiales de policía quienes dicen que les impide hacer los arrestos.
La iniciativa define el robo de menos de USD 950 como un delito menor, por lo que la mayoría de los sospechosos reciben una multa y son liberados después de su audiencia en la corte, dijo el presidente de la Asociación de Jefes de Policía de California, Ronald Lawrence, al diario The Epoch Times en enero.
Keith John, un exoficial de la marina y policía del Condado de Orange, se mudó a Idaho en septiembre pasado. En la entrevista manifestó que la Proposición 47 estaba haciendo al estado cada vez más inseguro.
«La forma en que la reforma del crimen tomaba curso con la proposición 47, dejando salir a todos estos tipos de la prisión que tenían grandes problemas de salud mental, uno se daba cuenta que se estaba volviendo peligroso», dijo John a The Epoch Times. «Quiero decir que todos los sin techo están fuera de control. No sé cómo van a poder controlar eso».
«Es triste, tienes a toda esta gente en la calle con problemas de salud mental que realmente necesitan ayuda, pero no hacen nada al respecto», dijo.
En 2018, el estado tenía más de 115,000 personas sin hogar. La población sin hogar del condado de Orange aumentó a 7000 el año pasado, desde los 4792 registrados en 2017.
El gobernador Gavin Newsom calificó el tema de las personas sin hogar como una «desgracia» en su discurso sobre la situación del estado el 12 de febrero y sugirió que los médicos deberían ser capaces de escribir recetas para la vivienda como lo hacen con los medicamentos. En el plan presupuestario de su administración a principios de año, Newsom asignó 1000 millones de dólares en fondos de los contribuyentes para combatir la falta de vivienda.
Impuestos, vivienda
Langella dijo que el crimen y la falta de vivienda fueron las razones para mudarse a Texas, pero también citó los altos impuestos a la propiedad en California como otro motivo para irse.
California es uno de los estados con los impuestos a la propiedad más elevados, detrás de otros nueve estados, con un costo de casi 3000 dólares al año por una casa de valor promedio, que es de 384,200 dólares.
«Comenzamos a ver un declive en lo que era el condado de Orange hace 30 años hasta donde ha llegado ahora, con las [proposiciones] que han ajustado las cosas – es solo más impuestos, más impuestos, más impuestos y no estábamos obteniendo nada de ello», indicó.
El impuesto estatal sobre las ventas de California es el más alto del país, con un 7.25 por ciento. Junto con los impuestos locales sobre las ventas, que varían de una ciudad a otra, estos pueden aumentar hasta el 10 por ciento.
A la cabeza con los impuestos estatales sobre la renta, California también tiene 10 tasas de impuestos sobre la renta personal que van de 0 a 13,3 por ciento, dependiendo de cuánto gane un residente. Los empresarios pueden pagar múltiples impuestos de negocios adicionales.
Langella está casada con un veterano militar y tiene cuatro hijos. En Texas, ahora la familia tiene una casa de 3200 pies cuadrados y casi medio acre de propiedad. Pagaron un tercio del precio que habían pagado por su casa en California.
«Desafortunadamente parece que el lado demócrata no tiene todas las respuestas todavía, así que creo que necesitan trabajar juntos como dos partidos para encontrar una mejor opción», declaró. «No estoy a la extrema izquierda, no estoy a la extrema derecha. Estoy justo en el medio políticamente».
John ama California y le tomó cinco años pensar en mudarse para finalmente hacer la mudanza. Se hizo eco de los sentimientos de Langella.
«Era un gran lugar para vivir a mis 20 años y era muy divertido y me lo pasaba bien, pero ahora tengo 41 años, y las cosas cambian y me convertí en propietario de una casa y empiezas a ver toda la normativa de California y cómo te vacía la cuenta bancaria», explicó John. «Es un estado tan sobreregulado. Los impuestos son tan altos que el costo de vida es una locura. Cuando estás ganando 100,000 dólares en California apenas estás viviendo».
John afirmó que el estado «se ha vuelto insostenible» y no sabe «cómo la gente de 20 años va a poder comprar una casa alguna vez».
«A menos que haya un cambio completo de 180 grados en estas políticas o que el costo de la vivienda baje drásticamente, no veo que los residentes se queden», dijo John. «Compré mi casa en Idaho por 500,000 dólares con medio acre de tierra, y eso es muy caro para Idaho. Pero con medio millón de dólares en California uno se compra un condominio en Lynwood, lo cual es una locura».
La encuesta IGS de Berkeley del año pasado encontró que el 82 por ciento de los jóvenes votantes entre 18 y 29 años consideraron dejar el estado debido al aumento de los costos de vivienda.
Shannon Larison, residente de Piñon Hills, California, se mudó a Kentucky en marzo pasado. Ella dijo que piensa que «mucha gente se quedaría si se ocuparan de la gente estadounidense [de clase media]. Creo que su única meta es echarnos. Quieren a los más pobres de los pobres y a los más ricos de los ricos».
«Los precios de las casas son astronómicos», dijo Larison. «Tratar de criar una familia allí, tenemos cinco hijos, fue demasiado difícil».
«Originalmente pensábamos ir a Kentucky cuando llegara el momento de retirarnos, pero dijimos: ‘Sabes qué, hagámoslo ahora’. Al cabo de 30 días, nos fuimos».
«La agricultura va a morir»
La exresidente de Loma Rica, September Day, se mudó a Kentucky el pasado mes de abril con su esposo e hijos.
Day declaró que su esposo, que trabajaba para la empresa de manufactura agrícola John Deere, tenía miedo del futuro de la agricultura en el estado.
«Empezó a llegar a casa diciéndome: ‘Los agricultores están hablando de vender sus tierras y de irse debido a todas las leyes y regulaciones [sobre el carbono]'», dijo la mujer. «Están teniendo que mejorar todos sus tractores para hacerlos funcionar en California, y él solo dijo: ‘Me estoy asustando porque siento que el futuro de la agricultura va a morir en California'».
Además indicó que tomaba medicación para la ansiedad debido a lo estresante que era vivir en el estado. «Estaba constantemente sintiendo como, ¿qué sigue luego?»
Los Days tenían un pequeño rancho. Algunos de sus amigos mantenían periódicamente su ganado en él para «criar a sus bebés y pastar la tierra para mantener los pastos del campo cortados, debido al alto peligro de incendio». También criaron pollos.
«Mientras se regaban los pastos para el ganado, el precio para poder regar y mantener nuestra tierra verde y así poder intentar mitigar cualquier otro incendio, siguió subiendo cada temporada», declaró Day. «Cuando nos mudamos por primera vez allí, eran 200 dólares por temporada para hacer eso, e iba a subir a 1000 dólares por temporada para hacerlo este año. No podíamos permitirnos quedarnos».
Ella relató que en Kentucky su calidad de vida ha mejorado drásticamente. «Si eres una persona de clase media trabajadora, no puedes sobrevivir allí».
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