Residentes de Springfield, Ohio, reaccionan ante afluencia de 20,000 haitianos

Los haitianos piden que se les dé más tiempo para adaptarse a una nueva cultura, pero los residentes se preocupan por su seguridad y la escasez de recursos

Por Jeff Louderback
14 de septiembre de 2024 8:36 PM Actualizado: 14 de septiembre de 2024 8:36 PM

SPRINGFIELD (Ohio) —Rhonda Zimmers y Melissa Skinner viven en dos partes diferentes de Springfield, pero hace unos tres años empezaron a notar cambios graduales en sus barrios de esta ciudad de Ohio situada a medio camino entre Dayton y Columbus.

«Los residentes que yo solía ver toda la vida ya no estaban ahí. Se mudaron y llegaron inmigrantes haitianos. No hablaban inglés. Empecé a ver mucho tráfico peatonal en las calles. Podía ver a una docena o más de personas entrando y saliendo de las casas. Estaba claro que había mucha gente viviendo en las casas», declaró Zimmers a The Epoch Times.

Skinner, que con Zimmers hacen parte de la Junta de Apelaciones de Zonificación de la ciudad, observó una transición similar en su barrio.

«Antes conocíamos a todos, y casi todos nos llevábamos bien, pero después empezamos a ver más rotación en nuestra calle. Ya no conocíamos a muchos de nuestros vecinos», explica Skinner.

«Solía ser un lugar tranquilo y apacible para vivir. Ahora tenemos varias casas en las que viven varias familias haitianas en una vivienda destinada a una sola familia. Y a veces nos acosan personas que nos gritan en un idioma extranjero. Tenemos que ser más precavidos. Esta no es la Springfield que yo conocí», afirmó Skinner.

Springfield es una ciudad obrera, pero muchas de sus fábricas cerraron hace décadas y cuya población se redujo a menos de 60,000 habitantes hasta hace pocos años. Se calcula que entre 15,000 y 20,000 inmigrantes haitianos han llegado a la ciudad en este tiempo.

Los residentes han expresado su preocupación y frustración por los problemas de seguridad que enfrentan y la presión sobre los recursos. Los dirigentes municipales han reconocido que deben realizarse cambios para acoger eficazmente a sus residentes y a los inmigrantes.

La conversación se había limitado sobre todo a Springfield y al condado de Clark hasta el debate presidencial de principios de esta semana. En una reunión del ayuntamiento que se realizó el 27 de agosto, algunos residentes denunciaron que los haitianos estaban matando gatos, perros, patos y gansos para alimentarse.

El senador JD Vance (republicano de Ohio), ex compañero de fórmula del presidente Donald Trump, dijo que su oficina había sido inundada con esas afirmaciones.

Vance escribió en X que «los informes muestran ahora que han secuestrado y comido a sus mascotas personas que no deberían estar en este país.»

Al principio del debate presidencial del 10 de septiembre con la vicepresidenta Kamala Harris, Trump dijo: «En Springfield, se están comiendo a los perros. La gente que entró, se está comiendo a los gatos. Se están comiendo las mascotas de la gente que vive allí».

Funcionarios de la ciudad y la policía dijeron que no habían recibido informes de haitianos que comieran animales.

Karen Graves, Directora de Compromiso Estratégico de Springfield, declaró a The Epoch Times a principios de esta semana: «No ha habido informes creíbles ni reclamaciones específicas de mascotas que hayan sido lastimadas, heridas o maltratadas por individuos de la comunidad inmigrante».

En una declaración del 10 de septiembre, un portavoz de la policía de Springfield dijo: «En respuesta a los recientes rumores que alegan actividades delictivas por parte de la población inmigrante en nuestra ciudad, queremos aclarar que no ha habido informes creíbles o denuncias específicas de mascotas que hayan sido lastimadas, heridas o maltratadas por individuos dentro de la comunidad inmigrante».

El 11 de septiembre, el fiscal general de Ohio, Dave Yost, escribió en un posteo en X: «Hay una llamada policial grabada de un testigo que vio a inmigrantes capturando gansos para comer en Springfield».

También señaló que algunos ciudadanos testificaron ante el ayuntamiento sobre incidentes de inmigrantes haitianos que estaban matando gansos.

«Estas personas serían testigos competentes ante un tribunal. ¿Por qué los medios de comunicación encuentran mejor prueba en un comunicado de prensa del Ayuntamiento cuidadosamente redactado?». escribió Yost.

Durante la última semana, ha aumentado la tensión en Springfield.

El 12 de septiembre, el Ayuntamiento de Springfield y una escuela primaria fueron evacuados después de que varias instalaciones de la ciudad recibieran amenazas de bomba, según la policía. Funcionarios del condado de Clark informaron que ese día todos los edificios del condado fueron cerrados por «abundancia de precaución».

Al día siguiente, se evacuaron dos escuelas primarias y se cerró una escuela intermedia en Springfield «en base a la información recibida de la División de Policía de Springfield», según los funcionarios escolares.

Fuera de Ohio, muchos estadounidenses nunca habían escuchado hablar de Springfield hasta los comentarios de Trump. Ahora, dijeron los residentes a The Epoch Times, está atrayendo la atención nacional por las razones incorrectas.

«Los informes sobre animales son buenos para el clickbait de los medios, pero la verdadera historia aquí —lo que ha creado una crisis— es cómo los residentes están siendo impactados negativamente», dijo Zimmers.

«Esto no se sometió a votación. No lo pedimos, y los dirigentes de nuestra ciudad no crearon la infraestructura adecuada para preparar a los inmigrantes y abordar los problemas que causaría a los residentes que son ciudadanos estadounidenses», afirmó Skinner.

Melissa Skinner (izq.) y Rhonda Zimmers hacen una pausa cerca de sus barrios de Springfield, Ohio, que han visto una afluencia de migrantes haitianos el 11 de septiembre de 2024, Jeff Louderback/The Epoch Times

El Departamento de Seguridad Nacional anunció a principios de año la ampliación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para los haitianos hasta el 3 de febrero de 2026, protegiéndolos de la deportación a Haití. Esto incluye a los inmigrantes que entraron ilegalmente en EE.UU. y a los que se quedaron más tiempo del permitido en sus visados.
En 2023, el Departamento de Estado de Estados Unidos instó a los ciudadanos estadounidenses a abandonar Haití en medio de la violencia y los disturbios generalizados tras el asesinato de su presidente, Jovenel Moise, en 2021.

En la actualidad, el país está clasificado por la embajada estadounidense como «Nivel 4 – No viajar» debido a la delincuencia, los secuestros, las deficientes infraestructuras sanitarias y los disturbios.

Según la ciudad de Springfield «Los inmigrantes con TPS están legalmente clasificados para recibir asistencia financiera, servicios de salud y nutrición, servicios de empleo y educación, y servicios de vivienda. Debido a que los inmigrantes a los que se les ha concedido el TPS deben solicitar un Documento de Autorización de Empleo que puede tardar varios meses en recibirse, pueden necesitar asistencia hasta que puedan buscar empleo legalmente».

Springfield tenía una pequeña población haitiana antes de 2021, cuando las entradas ilegales por la frontera empezaron a batir récords. La escasez de trabajadores de nivel básico y obreros convirtió a la ciudad en un destino ideal, especialmente debido a su bajo costo de vida en comparación con las principales áreas metropolitanas.

Topre, un fabricante japonés de piezas de automóviles, creció en 2022, atrayendo a inmigrantes haitianos.

Mientras que las empresas que necesitan cubrir puestos vacantes dieron la bienvenida a la oleada de migrantes haitianos, los desafíos aumentaron en la ciudad.

Kyle Koehler, ex representante estatal en el distrito que representa a Springfield, es candidato al Senado estatal en la región que abarca tres condados, incluido Clark, donde se encuentra Springfield.

Las diferencias culturales entre residentes e inmigrantes han generado tensiones, afirma.

«Ellos no entienden las leyes; no entienden algunas de nuestras costumbres. Nosotros no entendemos algunas de sus costumbres, y ese choque y la enorme cantidad de gente que llegó en un momento dado han causado realmente algunos problemas», dijo Koehler.

En un reciente discurso de campaña, Koehler dijo que los inmigrantes haitianos en Springfield reciben entre 600 y 1600 dólares al mes en tarjetas de débito a través del programa Refugee Cash Assistance. También pueden acceder a los programas de asistencia pública disponibles para los ciudadanos estadounidenses.

«Desde este mes, nuestros Servicios de Empleo y Familia locales han registrado a más de 20,000 refugiados haitianos en nuestro condado y ciudad. Springfield, que tenía una población estable de 58,,000 habitantes… ahora cuenta con 20,000 nuevos residentes adicionales en Springfield y sus alrededores —20,000 personas en poco menos de cuatro años», dijo Koehler.

Dijo que el sistema de escuelas públicas de Springfield tiene ahora más de 1600 estudiantes que no hablan inglés.

«Nuestro centro de atención médica con calificación federal (FQHC), llamado Rocking Horse, está desbordado con el aumento de haitianos que se califican automáticamente para los servicios de Medicaid. Los líderes de la ciudad, el condado y el estado están inundados de quejas que poco pueden hacer para solucionar», dijo.

Antes de llegar a Springfield, los inmigrantes haitianos apenas disponían de asistencia médica.

El gobernador de Ohio, Mike DeWine, anunció a principios de esta semana que va a dedicar 2.5 millones de dólares a ampliar el acceso de los residentes de Springfield a la atención primaria. Ordenó al Departamento de Salud de Ohio que colabore con el Departamento de Salud del condado de Clark y otros proveedores de atención sanitaria.

«Seguiremos haciendo todo lo posible para ayudar a la comunidad a afrontar esta oleada de inmigrantes», dijo DeWine en una rueda de prensa el 11 de septiembre. «El gobierno federal no ha demostrado que tenga ningún tipo de plan para abordar el problema. No nos daremos por vencidos».

Parte del plan de DeWine incluye crear clínicas en las escuelas del distrito escolar de la ciudad de Springfield, aumentar el apoyo a la vacunación y los exámenes de salud a través del departamento de salud local.

Además, asignar fondos adicionales al Departamento de Trabajo y Servicios Familiares del Condado de Clark para servicios de traducción, proporcionar financiación al Clark State College para servicios de enseñanza de inglés a los haitianos, así como proporcionar simuladores de conducción, y ofrecer clases de educación vial dirigidas a la comunidad haitiana, y trabajar con el Distrito Escolar de Springfield.

DeWine pidió al gobierno federal que proporcione más recursos.

«Estas dramáticas oleadas de inmigrantes afectan a todos los ciudadanos de la comunidad —a las madres que tienen que esperar horas en una sala de espera con un niño enfermo, a todos los que conducen por nuestras calles y a los niños que van a la escuela en aulas más saturadas», dijo el gobernador.

«El gobierno federal no tiene ningún plan para dar apoyo a las comunidades afectadas por las oleadas, y no tenemos absolutamente ningún indicio de que vaya a haber un plan en un futuro próximo».

Yost dijo recientemente que está solicitando una investigación sobre la forma de detener lo que describe como «crecimiento demográfico extremo» atribuido a los inmigrantes que se trasladan a Springfield.

«¿A cuánta gente se puede acoger? ¿Cuáles son los límites de poder del gobierno federal? ¿Podría el gobierno federal simplemente canalizar hacia Ohio a todos los millones de migrantes que inundan el país bajo la vigilancia de la actual administración?», preguntó Yost.

«El problema no son los inmigrantes; son demasiados inmigrantes en un corto periodo de tiempo», dijo.

«El problema es un aumento masivo de la población sin ninguna comunicación ni ayuda del gobierno federal».

El debate sobre inmigración entre residentes, funcionarios locales y migrantes alcanzó un punto de inflexión el verano pasado, cuando Aiden Clark, de 11 años, murió en un accidente de tráfico en el que se vio involucrado un migrante haitiano.

El niño iba en un autobús escolar que chocó con un monovolumen que cruzó la línea divisoria y que conducía Hermanio Joseph, de 36 años.

Joseph fue condenado a una pena de entre nueve y trece años y medio de prisión por homicidio involuntario en primer grado y homicidio con vehículo en cuarto grado.

Nathan Clark, padre de Aiden, recriminó a los políticos conservadores por utilizar la muerte del niño en beneficio político.

«Mi hijo, Aiden Clark, no fue asesinado. Fue asesinado accidentalmente por un inmigrante de Haití», dijo Clark en una reciente reunión del consejo municipal.

«Pueden vomitar todo el odio que quieran sobre los inmigrantes ilegales, la crisis fronteriza e incluso afirmaciones falsas sobre mascotas esponjosas maltratadas y devoradas por miembros de la comunidad», dijo. «Sin embargo, no se les permite, ni se les ha permitido nunca, mencionar a Aiden Clark de Springfield, Ohio».

El pasado diciembre, un día después de cumplir 71 años, la abuela de Springfield Kathy Heaton murió cuando un auto conducido por un inmigrante haitiano la atropelló mientras recogía sus botes de basura.

La fiscalía decidió que el conductor del auto, Robenson Louis, de 38 años, no sería acusado.

En una reunión del ayuntamiento a principios de esta semana, Mandy Heaton, nuera de Kathy, dijo que la decisión dejó a su familia «devastada».

Louis conducía un auto con placas caducadas.

El 11 de septiembre, DeWine envió a la Patrulla de Carreteras del Estado de Ohio para ayudar a las fuerzas del orden locales con los problemas de tráfico en Springfield.

Durante meses, los residentes se han quejado de que los inmigrantes haitianos obtienen permisos de conducir temporales, pero no obtienen licencias.

Una residente, que pidió permanecer en el anonimato debido a su posición pública, dijo a The Epoch Times que hay «varios accidentes todos los días» y que ha visto autos «chocar contra edificios y contra las aceras, ir en sentido contrario por calles de sentido único, hacer giros en U justo en medio de la carretera y atropellar señales de tráfico y meterse en patios».

«Se ponen al volante con poca o ninguna educación y formación sobre las leyes de conducción de aquí, y muchos de ellos no entienden inglés, por lo que no pueden leer las señales de la calle», dijo Zimmers.

Malc Joseph llegó a Springfield el año pasado con su hijo de 11 años, Marcley. Huyeron de Haití y vivieron en Filadelfia antes de trasladarse a Ohio por el menor costo de vida.

«Nos acogieron bien cuando llegamos aquí, y fue bueno porque hubo una gran adaptación al venir de una gran ciudad. Después del accidente, todo empezó a cambiar. Temo por mi seguridad. La gente dice que comemos perros y gatos. Eso no hace parte de nuestra cultura. No hacemos eso», afirmó.

Los inmigrantes haitianos Lindsay Aime (I), Marcley Joseph (C) y Malc Joseph (D) se adaptan a su nuevo entorno y cultura el 11 de septiembre de 2024, en Springfield, Ohio. Jeff Louderback/The Epoch Times

Lindsay Aime es la tesorera del Centro de Ayuda y Apoyo a la Comunidad Haitiana en Springfield. Ella declaró a The Epoch Times que reconoce que existen diferencias culturales y anima a los residentes a ser pacientes mientras la población haitiana se adapta a las costumbres estadounidenses.

«Aprender el idioma y la cultura toma tiempo. No creo que los estadounidenses entiendan lo difícil que es. Aquí no tenemos una comunidad haitiana establecida como en las grandes ciudades. Necesitamos más tiempo para integrarnos aquí. Dennos tiempo», dijo Aime.

«Somos buenos trabajadores, muy trabajadores. Pagamos impuestos. Somos clientes de las empresas. Queremos tener una presencia positiva aquí, y estamos aquí para quedarnos. No podemos regresar a Haití».

B.J. Newman es un pastor que trabaja en Springfield. Dijo a The Epoch Times que simpatiza con los inmigrantes haitianos, pero también cree que los residentes deberían mostrarse más comprensivos.

«Soy extraordinariamente compasivo con la difícil situación de los inmigrantes. Solo tenemos que asegurarnos de que la compasión va en ambas direcciones. Si conduces por Springfield, no parece que haya nada fuera de lo normal. Esto no es como los disturbios de BLM, donde hay violencia y destrucción en las calles. Pero hay una crisis. Esto ocurre cuando llega aquí un número tan elevado de refugiados en tan poco tiempo», afirmó.

«Siempre que ocurre un salto de población de 20,000 habitantes en poco tiempo, es normal que surjan problemas. El hecho de que sean de una cultura muy diferente, creo, es lo que está creando las verdaderas fricciones».

Kelly Combs es una enfermera que trabajaba para una red de atención médica en un equipo que proporciona asistencia perinatal a familias en situación de riesgo, incluidos los haitianos de Springfield.

Ella dijo a The Epoch Times que siente empatía tanto por los inmigrantes como por los residentes.

«Vinieron aquí en busca de una vida mejor, pero ahora muchos de ellos tienen miedo de abandonar sus hogares», dijo Combs sobre los inmigrantes haitianos. «Los residentes sienten que es una invasión porque los refugiados no conocen la etiqueta adecuada, y hay una diferencia cultural drástica que está creando tensión».

Combs trabaja como instructora de enfermería en el Clark State Community College, ubicado en el centro de Springfield. Vive con su esposo en un pueblo a ocho kilómetros de los límites de la ciudad, por lo que está aislada de la crisis migratoria, pero le preocupa conducir hasta el centro.

«Hay una intersección por la que paso todos los días que voy a trabajar y en la que parece que hay accidentes todos los días», dice Combs. «Tienes que estar atento cuando conduces por aquí. No puedes distraerte».

La vivienda también es un tema crítico en Springfield.

El administrador municipal de Springfield, Bryan Heck, se refirió a la escasez de viviendas en una carta enviada en julio a los senadores Sherrod Brown (demócrata de Ohio) y Tim Scott (republicano de Carolina del Sur). Se envió una copia de la carta a Vance. Heck escribió que el problema de la vivienda ha presentado una «crisis» para la ciudad que se remonta a 2018, y el problema ha empeorado desde la oleada de migrantes haitianos.

El número de bonos de vivienda asequible ha disminuido a medida que algunos propietarios se han trasladado a los alquileres basados en el mercado, que aumentaron en medio de una mayor demanda.

Varios residentes declararon a The Epoch Times que los arrendadores han ido aumentando los alquileres para los residentes locales hasta el punto que ya no pueden pagarlos, optando en su lugar por atraer a los migrantes haitianos.

El Springfield Soup Kitchen sirve comidas calientes gratuitas a los residentes todos los lunes y miércoles. Jeff Louderback/The Epoch Times

Fred Stegner es presidente y fundador de la Springfield Soup Kitchen, que sirve una comida caliente gratuita a cualquiera que entre por la puerta los lunes y miércoles de 5 a 6 de la tarde.

Dijo a The Epoch Times que el hecho de que los propietarios suban el precio de los alquileres hasta un nivel en el que los residentes ya no pueden pagarlos ha contribuido al problema de las personas sin hogar en Springfield.

«Me enfada. Soy veterano y muchos veteranos han venido a decirme que les están desahuciando porque no pueden pagar el alquiler. Esto no debería ocurrirles a los ciudadanos estadounidenses. Sé que los inmigrantes están escapando de una vida difícil, pero debería haber un recinto para que puedan vivir. Y no se debería permitir a los propietarios echar a los residentes porque saben que pueden ganar mucho dinero con los haitianos», afirmó.

Stegner mencionó que los refugios para personas sin hogar de la comunidad están cerrados, y le preocupa la seguridad de la población sin hogar, a pocos meses del invierno.

Siga a Yeny Sora Robles en X: @YenySoraRobles


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