La reunión del líder chino Xi Jinping con el presidente ruso Vladimir Putin tiene como objetivo impulsar los planes del Partido Comunista Chino (PCCh) contra Estados Unidos, según los analistas.
La visita de Xi a Moscú, del 20 al 23 de marzo, es la primera que realiza al país desde la invasión de Putin en febrero de 2022 y se produce poco después de que Beijing mediara en la reanudación de las relaciones diplomáticas entre Irán y Arabia Saudí. Semanas antes de la invasión rusa de Ucrania, Xi y Putin declararon una asociación «sin límites», y los lazos entre ambos países no han hecho más que profundizarse desde entonces.
La reunión se anunció el viernes, poco después de que la Corte Internacional de Justicia emitiera una orden de detención contra Putin por crímenes de guerra.
Según los expertos, el momento de la visita es crucial tanto para Xi como para Putin.
«Creo que a Beijing —como a la mayor parte del resto del mundo— le preocupa que el conflicto pueda escalar hasta una guerra nuclear que perjudicaría sus propios planes tanto como a cualquier otro», dijo Brandon Weichert, analista geopolítico que radica en Estados Unidos y autor del libro «Winning Space: How America Remains a Superpower».
«Al mismo tiempo, sin embargo, a Beijing no le importa ver a sus dos mayores competidores, Rusia y Estados Unidos, desangrándose mutuamente en Europa mientras China tiene vía libre en el Indo-Pacífico», declaró a The Epoch Times.
Momento
La reunión se produce mientras Rusia avanza lentamente en su operación de un mes para capturar la ciudad de Bajmut, en el este de Ucrania. La sangrienta batalla ha provocado enormes pérdidas en ambos bandos, especialmente los rusos.
Madhav Nalapat, analista de asuntos estratégicos y vicepresidente del Manipal Advanced Research Group, con sede en la India, afirmó que Xi y Putin se reúnen en un momento en el que la guerra en Ucrania está entrando en una fase en la que puede acabar de forma concluyente o prolongarse hasta llegar a un punto muerto.
«Putin está bajo la presión de sus comandantes para que desate toda la furia de las armas rusas contra Ucrania en lugar de que la guerra se prolongue», dijo Nalapat a The Epoch Times. «Está claro que Xi quiere saber si Putin irá a por todas o continuará con la táctica actual».
Para Frank Lehberger, sinólogo que radica en Alemania, el «apresurado acuerdo y reunión secreta» de Xi y Putin se debe a que el ejército ruso está al «borde del colapso» en Ucrania.
«Xi Jinping, que es desde la semana pasada el único autócrata de China, está ansioso por no dejar que esto suceda, porque una derrota militar de los ejércitos rusos en Ucrania sería el fin del régimen autocrático y antioccidental de Putin en Rusia», dijo Lehberger a The Epoch Times en un correo electrónico.
El ejército ruso ha perdido casi 200,000 soldados en la guerra, según funcionarios occidentales, y al menos 500,000 rusos han huido del país desde que comenzó la guerra. Lehberger afirmó que las élites rusas y los nacionalistas de línea dura están enfadados con Putin y lo consideran responsable de la situación, pues desean que se ponga fin al sueño de Putin de recrear un imperio ruso en Europa.
«Putin necesita desesperadamente que Xi venga ahora y prometa su ayuda, o será demasiado tarde para Putin y sus sueños de un imperio autocrático», dijo Lehberger.
«Xi sabe todo esto, y también necesita desesperadamente que Rusia luche en …. no sólo contra los ucranianos, sino por asociación contra todo el Occidente democrático o la OTAN, que son los enemigos existenciales del PCCh».
Nalapat dijo que el hecho de que Rusia perdiera una guerra contra Ucrania debilitaría significativamente la posición de China en el orden internacional y el momento de la reunión tiene en cuenta este hecho.
Armas letales para Rusia
En los últimos meses ha aumentado el temor a que China suministre ayuda militar a Rusia. El secretario de Estado Anthony Blinken declaró el mes pasado que China ya está suministrando armas «no letales» a Rusia durante la guerra y que está considerando la posibilidad de suministrar armas letales. Beijing niega estas afirmaciones.
Aunque se ha hablado mucho del supuesto papel de Xi como pacificador en el conflicto, los expertos afirman que se trata sólo de una cortina de humo, señalando el suministro por parte de Beijing de equipos de «doble uso» a Moscú que ayudan a sus esfuerzos militares.
Weichert afirmó que China lleva mucho tiempo proporcionando «apoyo y suministros vitales» a Rusia.
«La Administración Biden sabe muy bien que hay ‘técnicos’ chinos trabajando junto a las unidades del Grupo Wagner en Bajmut, ayudándolos a mantener las flotas de drones que los fabricantes chinos de aviones no tripulados han vendido a los rusos», dijo, refiriéndose al grupo mercenario privado.
El Grupo Wagner compró más de 2500 aviones no tripulados chinos en un acuerdo entre el grupo mercenario y los servicios de inteligencia rusos y chinos, reportó el medio de comunicación británico Daily Mirror, citando un informe de los servicios de inteligencia del Reino Unido.
Nalapat dijo que engañar al enemigo es un «procedimiento operativo estándar» para el PCCh, señalando que el régimen está suministrando armas a Rusia a través de canales discretos.
«¿Creen que la avalancha de armas, muchas sofisticadas, que llegan a Rusia desde Corea del Norte e Irán han sido fabricadas en esos dos países?», dijo.
Según un reciente reporte de Politico que cita datos de aduanas, empresas chinas han exportado a Moscú 1000 fusiles de asalto y otros equipos que podrían utilizarse en el conflicto.
En junio de 2022, por ejemplo, la empresa rusa Tekhkrim importó fusiles de China North Industries Group Corporation Limited, un gran contratista estatal de defensa. Los datos también mostraron que las empresas rusas recibieron 12 envíos de piezas de drones y más de 12 toneladas de chalecos antibalas de China a través de Turquía a finales de 2022.
En respuesta a este reporte, el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby, dijo a The Epoch Times que la administración no podía confirmar que China haya proporcionado de hecho ayuda letal a Rusia.
Lehberger afirmó que «todas estas actividades contravienen las actuales sanciones internacionales», y añadió que los esfuerzos denunciados son sólo la punta del iceberg.
Además de Irán y Corea del Norte, China también está enviando armas a Rusia a través de otros países como Myanmar, Serbia, Turquía y el firme aliado de Rusia en Europa, Bielorrusia, según Lehberger.
Tras su cumbre con Putin, Xi hablará vía satélite con el presidente ucraniano, Volodímir, por primera vez desde la invasión. Lehberger lo calificó de «misión de paz ficticia» de Xi.
Según el experto, Xi buscará un alto el fuego temporal para ganar tiempo de recuperación para el mermado ejército de Putin y Rusia atacará «más adelante» a Ucrania con más fiereza.
Lehberger dijo que el PCCh continuará suministrando armas a Rusia durante al menos otros dos años, porque cree que Xi tiene planes para apoderarse de Taiwán en 2025 y, por lo tanto, desearía utilizar un conflicto prolongado entre Ucrania y Rusia para aturdir o debilitar a Estados Unidos y otras potencias occidentales.
El interés económico de China
Según los expertos, China tiene agendas económicas a largo plazo en relación con la guerra entre Rusia y Ucrania, y sus objetivos económicos para las próximas décadas están relacionados con el sometimiento de la economía rusa por parte de Beijing.
«Rusia está de lleno en el campo del nuevo imperio de China; el vasto desierto ruso se convertirá en proteína de la que el dragón pueda alimentarse a medida que ascienda durante la próxima década, y Putin se convertirá en un poderoso príncipe vasallo bajo Xi Jinping», dijo Weichert, añadiendo que fusionar las economías china y rusa sería una gran victoria para Xi y para ello, necesitaría que Rusia se viera atrapada en un conflicto prolongado con Ucrania.
Nalapat afirmó que Rusia se ha convertido en el proveedor más importante de China de materias primas industriales a precios rebajados. Los dos países quieren trabajar juntos para derrocar al dólar estadounidense como moneda de reserva mundial.
«En su opinión, un dólar debilitado impulsaría sus propias divisas, especialmente el RMB [yuan chino]. Durante algún tiempo, gran parte de la financiación del déficit de Estados Unidos ha procedido del aumento de las compras en el extranjero de dólares estadounidenses como moneda de reserva, y un reajuste del dólar reduciría significativamente la capacidad de gasto del gobierno estadounidense», afirmó.
Xi no sólo quiere debilitar a Estados Unidos, sino también privarlo de aliados fiables y funcionales dentro de Europa, según Lehberger, que considera la guerra de Ucrania vital para el plan de juego económico de Beijing contra Washington.
«Una UE débil será entonces destinada a convertirse en una dependencia económica de China», dijo Lehberger.
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