El enigma de la pintura perdida de Leonardo da Vinci, «La Batalla de Anghiari», fue finalmente resuelto: el cuadro nunca existió. Esa es la conclusión a la que llegó recientemente un grupo interdisciplinario internacional de académicos.
Durante muchos años los expertos creyeron que la pintura de Leonardo estaba escondida detrás de la pared, debajo de las pinturas de Giorgio Vasari en el Gran Salón del Palacio Vecchio, en Florencia. El salón, antes conocido como el Salón de los 500, era el lugar donde se solían reunir 500 de los miembros del gran consejo de Florencia.
A Leonardo se le había encargado pintar la Batalla de Anghiari de 1440 en una de las paredes del salón del consejo. A su rival, Miguel Ángel, se le encargó pintar la Batalla de Cascina de 1364 en otra de las paredes. Florencia ganó ambas batallas –y perdió ambas pinturas.
El 7 de octubre de 2020, en la sala Vasari de la Gallería Uffizi de Florencia, Italia, expertos en arte y cultura del Renacimiento reflexionaron sobre el reciente volumen científico «La Gran Sala del Palacio Vecchio y la Batalla de Anghiari de Leonardo da Vinci, de la configuración arquitectónica al aparato decorativo». El volumen fue publicado por Olschki el 30 de abril de 2020 y es el resultado de años de investigación.
En 2016, se presentaron y discutieron los resultados iniciales de la investigación en una conferencia de cuatro días en Vinci y Florencia. El volumen recientemente publicado presenta los ensayos finales detallados de la extensa investigación realizada por especialistas de muchos campos diferentes, incluyendo historia, filología, geología, química, conservación, historia del arte e historia de la arquitectura, explicó una de las editoras del volumen, Cecilia Frosinini, directora del departamento de restauración de pinturas murales y de caballete del Opificio delle Pietre Dure de Florencia, en un correo electrónico.
Frosinini, junto con otra de las editoras del volumen, Emanuela Ferretti, profesora adjunta de historia de la arquitectura en la Universidad de Florencia, presentaron el fundamento, la metodología y la conclusión de la investigación.
El punto de partida de los investigadores fue cuestionar si la pintura existió. En lugar de buscar la pintura perdida, observaron lo que Leonardo realmente pintó en el Gran Salón, explicó una de las expertas de la presentación, Francesca Fiorani, profesora de arte moderno en la Universidad de Virginia.
Los investigadores también estudiaron sistemáticamente la estructura y la historia de la sala donde se creía que estaba el cuadro, lo cual no había sido investigado en el pasado. Ferretti subrayó la importancia de este método para separar la realidad de la ficción.
Los investigadores estudiaron meticulosamente la investigación histórica relativa a la pintura «La Batalla de Anghiari». Ferretti señaló que en el pasado, la investigación científica a veces no se había llevado a cabo rigurosamente debido al fervor mediático.
En 2011, la pintura de Giorgio Vasari fue perforada cinco veces para obtener muestras de lo que se creía era la obra maestra perdida de Leonardo, escondida detrás de la pintura de Vasari. Se enviaron las muestras a un laboratorio privado para ser analizadas. Los investigadores afirmaron que una de las muestras era un pigmento negro que Leonardo particularmente usaba. Sin embargo, Frosinini desestimó la afirmación porque desde la Edad Media hasta mediados del siglo XVIII, todos los artistas usaban los mismos pigmentos. Además, Mauro Matteini, un eminente experto químico en patrimonio cultural, aclaró en la investigación que estos químicos eran elementos comúnmente encontrados en la mampostería de la época. Ferritti añadió que al equipo de investigación le hubiera gustado volver a analizar las muestras de 2011, pero estas habían desaparecido.
Los dibujos preparatorios de Leonardo para la pintura de la batalla sí existen, eso ha sido comprobado. Frosinini explicó que el dibujo en sí fue probablemente exhibido en la pared [del Palacio Vecchio] después de que Leonardo dejara de participar en el encargo, pero el dibujo no sobrevivió. Los investigadores ahora concluyen que Leonardo nunca realizó la pintura en la pared del Gran Salón del Palacio Vecchio debido a un problema en la preparación de la superficie de la pared para la pintura. Fue un desafío que Leonardo no pudo superar, dijo Frosinini.
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