El excandidato presidencial independiente Robert F. Kennedy Jr. dijo que el expresidente Donald Trump buscará acabar con la fluoración del agua pública si es elegido presidente.
«El 20 de enero, la Casa Blanca de Trump aconsejará a todos los sistemas de agua de Estados Unidos que eliminen el flúor del agua pública», escribió Kennedy, de quien Trump dijo que formará parte de su administración si gana el 5 de noviembre, en un post en la plataforma de redes sociales X durante el fin de semana.
Kennedy hizo entonces referencia a una sentencia histórica de septiembre de un juez de distrito de EE.UU. que ordenó a la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) que abordara las preocupaciones sobre si la fluoración puede conducir a un menor coeficiente intelectual en los niños. La Asociación Dental Americana y otros grupos médicos afines manifestaron su desacuerdo con la sentencia y reiteraron su recomendación de que se añada flúor al agua potable.
«El flúor es un residuo industrial asociado con la artritis, las fracturas óseas, el cáncer de huesos, la pérdida de cociente intelectual, los trastornos del neurodesarrollo y las enfermedades de la tiroides», escribió Kennedy en X.
Desde 1945, los municipios estadounidenses han añadido flúor al agua del grifo en un intento de combatir la caries dental. El Servicio de Salud Pública de EE.UU. recomienda que los sistemas de abastecimiento de agua tengan un nivel de flúor de 0.7 miligramos por litro.
Un informe publicado a principios de este año por el Programa Nacional de Toxicología, una agencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., descubrió que los altos niveles de flúor en otros países podrían estar relacionados con niveles más bajos de cociente intelectual en los niños. La agencia descubrió que niveles de agua potable con 1.5 miligramos de flúor por litro podrían suponer un problema en los niños.
Durante las últimas cinco décadas, el intervalo máximo recomendado ha sido de 1.2 miligramos por litro. La Organización Mundial de la Salud ha establecido un límite seguro de 1.5 miligramos de flúor en el agua potable.
El juez de distrito estadounidense Edward Chen escribió que, aunque no es seguro que la cantidad de flúor recomendada habitualmente en Estados Unidos pueda reducir el coeficiente intelectual de los niños, investigaciones recientes muestran que el compuesto podría suponer un riesgo.
«Si hay un margen insuficiente, entonces la sustancia química supone un riesgo», escribió el juez. «En pocas palabras, el riesgo para la salud a niveles de exposición en el agua potable de Estados Unidos es lo suficientemente alto como para desencadenar una respuesta reguladora por parte de la EPA» en virtud de la ley federal, según Chen.
Dijo que «la literatura científica en el expediente proporciona un alto nivel de certeza de que un peligro está presente» y que «el fluoruro está asociado con la reducción del coeficiente intelectual».
Desde la sentencia, varios pueblos y ciudades de Estados Unidos han suspendido la adición de flúor al agua, entre ellos dos municipios del condado neoyorquino de Westchester y la ciudad de Abilene (Texas).
En respuesta a la sentencia de Chen, la Asociación Dental Americana y la Academia Americana de Pediatría declararon en septiembre que cuestionaban «la validez de la investigación en la que Chen se basó en gran medida en su sentencia».
«Numerosos factores influyen en el cociente intelectual, y no está claro si los datos sobre cociente intelectual de los distintos estudios son precisos, comparables o generalizables», decía su declaración conjunta, citando a expertos de la Academia Americana de Pediatría.
Kennedy hace más propuestas
Por separado, Kennedy ha dicho recientemente que Trump le permitiría tomar el control del Departamento de Salud y Servicios Humanos, aunque funcionarios de la campaña de Trump han dicho que no se han tomado decisiones formales sobre el gabinete o el personal de la agencia.
The Epoch Times se puso en contacto con las campañas de Trump y Harris para pedirles comentarios sobre la declaración de Kennedy sobre el flúor. El propio Trump dijo a NBC News el 3 de noviembre que aún no había hablado con Kennedy sobre el fluoruro, «pero suena bien… ya sabes, es posible».
Durante un mitin en el Madison Square Garden de Nueva York el mes pasado, Trump dijo a la audiencia que le permitiría a Kennedy «ir a lo loco» en materia de salud, alimentos y medicamentos. La semana pasada, el 45º presidente prometió en un mitin en Michigan que Kennedy «tendría un gran papel» en las agencias federales de salud y que tiene algunos puntos de vista con los que «[resulta que] está muy de acuerdo».
A principios de este año, Kennedy suspendió su candidatura presidencial independiente y apoyó a Trump. El expresidente menciona a menudo el respaldo de Kennedy, vástago de una dinastía demócrata e hijo del exfiscal general Robert Kennedy y sobrino del presidente John F. Kennedy.
Con información de Associated Press
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