El viernes se celebró en la capital del país un acto conmemorativo en honor de los millones de personas que perdieron la vida a causa del comunismo en todo el mundo durante el siglo pasado.
Victims of Communism Memorial Foundation (VOC) celebró su 16ª ceremonia anual de colocación de coronas, que reunió a embajadas, representantes de naciones cautivas y organizaciones de derechos humanos.
En el acto se rindió homenaje a los más de 100 millones de víctimas del comunismo durante el último siglo y a quienes siguen sufriendo bajo regímenes comunistas, como en China.
Durante su intervención en la ceremonia, Lee Edwards, presidente fundador de la Fundación Conmemorativa de las Víctimas del Comunismo, destacó la importancia de no pasar por alto los sacrificios realizados por las personas que sufrieron bajo los regímenes comunistas.
«Estamos decididos a seguir viniendo al monumento conmemorativo cada mes de junio hasta ese día inevitable, cuando sepamos que China es libre, Cuba es libre, Vietnam es libre, Corea del Norte es libre y Laos es libre», dijo, señalando que más de 1500 millones de personas viven bajo estos regímenes comunistas represivos.
«Al igual que cayó el Muro de Berlín y se derrumbó el imperio del mal, confiamos en que el comunismo acabe en el montón de cenizas de la historia y todas las naciones cautivas dejen de serlo», afirmó.
La VOC es una organización sin ánimo de lucro creada por legislación bipartidista y firmada por el presidente Bill Clinton en 1993.
Su objetivo es educar a la gente sobre la ideología, la historia y el legado del comunismo y abogar por la libertad de quienes siguen cautivos en los países comunistas.
Se necesita más concienciación
Elizabeth Edwards Spalding, presidenta de Victims of Communism Memorial Foundation, dijo que hay que hacer más para informar al público y sensibilizarlo sobre los peligros del comunismo.
«Habrá una victoria. Sólo que tenemos que seguir trabajando para conseguirla», declaró a The Epoch Times. «Hay mucha ignorancia ahí fuera».
Spalding señaló que la caída de la Unión Soviética no marcó el fin del comunismo ni de las amenazas que planteaba. Y además del público, añadió, los dirigentes del mundo libre necesitan comprender mejor el comunismo.
«Creo que el propio presidente Biden suele tener muy buenos instintos, y me gustaría que pudiera hablar más» contra el comunismo, dijo Spalding.
«Pido a todos nuestros líderes mundiales que se den cuenta de que la política se basa, en última instancia, en la ética», declaró, instando a los gobiernos y empresas occidentales a desinvertir en China.
«Dejemos atrás las políticas que nunca fueron correctas, que estaban rotas, y animemos realmente a la gente a desinvertir de la RPC. Y ésa será una forma de seguir debilitando al Partido Comunista Chino», dijo.
La ceremonia tuvo lugar en la estatua del Monumento a las Víctimas del Comunismo, cerca del Capitolio de Estados Unidos. La figura es una réplica de la estatua de la «Diosa de la Democracia», creada por manifestantes en la plaza de Tiananmen en 1989, pero destruida posteriormente por el Partido Comunista Chino durante una violenta represión.
Cuba, Laos, Corea del Norte, Vietnam y Venezuela son los países donde el comunismo persiste en la actualidad, junto con China.
Incluso en naciones donde el comunismo no es el sistema político dominante, las ideas socialistas y comunistas siguen influyendo en las políticas gubernamentales y en los movimientos sociales.
En el acto de este año, Bhuchung Tsering, escritor tibetano y activista de los derechos humanos, recibió la Medalla Truman-Reagan de la Libertad por sus esfuerzos para llevar la libertad y la democracia a los tibetanos que viven bajo la tiranía comunista.
El año pasado, la fundación inauguró el Museo de las Víctimas del Comunismo en Washington. Según Ken Pope, director ejecutivo de la fundación, el objetivo de VOC y del museo es educar a la gente y cambiar las percepciones sobre el comunismo en las aulas estadounidenses.
«Especialmente los estudiantes y algunos profesores parecen tener una visión romantizada de lo que son realmente el socialismo y el comunismo», declaró a The Epoch Times.
Citó al gobierno comunista de China como ejemplo de régimen que comete atrocidades como el genocidio, los campos de reeducación, las esterilizaciones y la sustracción forzada de órganos.
«Nuestra misión consiste realmente en educar a los ciudadanos estadounidenses y de todo el mundo sobre la verdadera historia del comunismo».
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