La presión para legalizar el aborto no abordó las necesidades reales de las mujeres y, en cambio, promovió el aborto como algo necesario para la participación de las mujeres en la sociedad, argumentó el director ejecutivo de un grupo de expertos independiente australiano.
El comentario se produce una semana después de que la Corte Suprema de EE. UU. revocara el fallo Roe vs. Wade de 1973 para restaurar la capacidad de los gobiernos estatales para tomar decisiones sobre el aborto y confirmar una ley de Mississippi que hace que la mayoría de los abortos sean ilegales después de las 15 semanas de embarazo.
El 27 de junio, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, intervino en el polémico asunto y calificó la anulación como “un revés para las mujeres y su derecho a controlar sus propios cuerpos y sus vidas”.
Sin embargo, Rachael Wong, directora ejecutiva de Women’s Forum Australia, que realiza investigaciones sobre temas que afectan a las mujeres, argumentó que «lo cierto es lo contrario y que fue la propia sentencia Roe la que supuso un retroceso para los derechos de las mujeres».
“El fácil acceso al aborto ha estancado el progreso de los derechos y el bienestar de las mujeres al eliminar el incentivo para abordar los problemas subyacentes que las impulsan a buscar el aborto en primer lugar”, dijo a The Epoch Times.
Algunos de los problemas que no se abordan son la falta de apoyo financiero o emocional, la vivienda inasequible, la rigidez de los estudios o del lugar de trabajo y la violencia doméstica, señaló Wong.
Wong, quien también es profesora adjunta en la Facultad de Derecho de la Universidad de Notra Dame, agregó que, como resultado, las mujeres continúan luchando con sistemas «obsoletos» e «inequitativos» que no están diseñados para apoyarlas a ellas ni a sus hijos durante el embarazo y la maternidad.
“Esto, a su vez, ha alimentado la mentira de que el aborto es necesario para la participación igualitaria de las mujeres en la sociedad y que los niños son un obstáculo para el éxito y la prosperidad de las mujeres”.
En un comentario sobre el Foro de Mujeres el 26 de junio, Wong señaló que Roe vs. Wade fue una “decisión políticamente motivada que interpretó el derecho al aborto en la Constitución de EE. UU. donde no existe, y llevó a que EE. UU. tenga algunas de los leyes de aborto más permisivas del mundo”.
La decisión Roe vs. Wade revive el debate en Australia
La anulación de Roe vs. Wade ha provocado protestas en Estados Unidos y Australia.
En la primera semana de julio, miles de personas marcharon por las grandes ciudades de Australia, incluidas Melbourne, Perth, Sydney, Adelaide y Brisbane, con pancartas con lemas como “nuestros cuerpos son nuestra elección” y “el parto forzado es una herramienta de la supremacía blanca”.
Si bien Australia no tiene un «derecho al aborto» consagrado en la ley, todos los estados australianos han despenalizado el aborto, con Victoria y Queensland legalizando el aborto hasta el nacimiento, así como el aborto por selección de sexo.
La cantidad de abortos ha aumentado en el país, con un estimado de 73,800 abortos en 2018.
En el sur de Australia, el 95 por ciento de todos los abortos son electivos y se realizan por “razones de salud mental”; el 4 por ciento se debe a anomalías fetales y el 1 por ciento se realiza por razones médicas. Los residentes metropolitanos representan el 83 por ciento de todos los abortos en el estado.
Wong dijo a The Epoch Times que con el enfoque actual sobre el aborto, “ahora es un buen momento para contrarrestar la ira y el miedo que sienten muchas mujeres y abrir un diálogo compasivo y constructivo sobre este tema”.
Dijo que los australianos deberían unirse para apoyar mejor a las mujeres que enfrentan embarazos no deseados “para que nunca sientan que el aborto es su única opción, lo que desafortunadamente ocurre con demasiada frecuencia”.
Wong esperaba que la anulación de Roe vs. Wade pudiera resultar en un “cambio cultural positivo en cuanto a la forma en que Estados Unidos trata a las mujeres embarazadas y a sus hijos por nacer”, lo que espera que pueda tener “efectos continuos” en Australia.
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