El senador Marco Rubio (R-Fla.), excandidato presidencial, pidió esta semana al Partido Republicano que renueve su imagen para incluir las diferentes razas y centrarse en la clase trabajadora.
«Creo que el futuro del Partido Republicano es un partido multiétnico, multirracial y para la clase trabajadora, y lo que quiero decir con partido de la clase trabajadora es normal, gente común que no quiere vivir en una ciudad donde no hay departamento de policía, donde la gente se alborota en las calles cada vez que están molestos por algo, donde sus hijos tengan miedo de reprobar un curso universitario si no están de acuerdo con su profesor loco, donde tengan miedo de hablar de lo que creen sobre algún tema porque podrían ser despedidos de su trabajo o se les llamará racistas porque llevan una gorra MAGA o tienen una calcomanía en su auto», dijo Rubio durante una reciente aparición virtual en el programa «Hannity» de Fox News.
MAGA significa «Haz que América sea grande de nuevo». Es el eslogan de la campaña del presidente Donald Trump.
Trump en las elecciones de este año ganó más votos de personas negras, hispanas y asiáticas que en 2016, según las encuestas de salida. Los votantes en esas categorías citaron la fuerte posición de Trump sobre la inmigración y su reforma de la justicia penal, entre otros temas.
En una entrevista con Axios, Rubio señaló cómo los republicanos han estado tradicionalmente ligados a las grandes empresas.
«Pero el libre mercado existe para servir a nuestro pueblo. Nuestra gente no existe para servir al mercado libre», dijo, añadiendo que los estadounidenses de clase trabajadora se oponen a las grandes empresas «que solo se preocupan por el rendimiento de sus acciones, incluso si se basan en trasladar la producción al extranjero para obtener mano de obra más barata».
«Son muy desconfiados, francamente, desprecian a las elites en todos los niveles. Y obviamente ese es un sentimiento poderoso», añadió.
Andrew Yang, excandidato presidencial demócrata, dijo la semana pasada que los estadounidenses de la clase trabajadora se estremecieron cuando se enteraron de que era un demócrata en la campaña electoral.
«Hay algo profundamente equivocado cuando los estadounidenses de la clase trabajadora tienen esa respuesta a un partido que teóricamente se supone que está luchando por ellos», dijo, y añadió: «En sus mentes, el Partido Demócrata lamentablemente ha asumido este papel de las élites urbanas que están más preocupadas por vigilar varios asuntos culturales que por mejorar su forma de vida que ha estado declinando durante años».
«Esto para mí es un problema fundamental para el partido», concluyó.
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