El presidente republicano del comité de inteligencia del Senado advirtió el sábado que la supervisión de las actividades de inteligencia por parte del Congreso está en crisis. Esto sucede después que la Oficina del Director de Inteligencia Nacional (ODNI) informara a los legisladores que presentará los reportes de inteligencia sobre las elecciones de forma escrita para evitar que fuentes en el Congreso filtren información.
«La supervisión de las actividades de inteligencia por parte del Congreso enfrenta ahora una crisis histórica», dijo el presidente en funciones del Comité Selecto de Inteligencia del Senado, Marco Rubio (R-Fla.) en un comunicado.
«Las agencias de inteligencia tienen la obligación legal de mantener informado al Congreso sobre sus actividades. Y los miembros del Congreso tienen la obligación legal de no divulgar información clasificada. En mi corto tiempo como presidente en funciones del Comité Selecto de Inteligencia del Senado, he sido testigo de primera mano de cómo se ha destruido este delicado equilibrio».
El director de Inteligencia Nacional, John Ratcliffe, anunció la transición a reportes escritos en una carta del 28 de agosto dirigida a Rubio y al miembro de rango del comité Mark Warner (D-Va.). Ratcliffe explicó que el nuevo formato ayudará a asegurar que los reportes de inteligencia sobre las elecciones no sean «malinterpretados o politizados», según una copia de la carta (pdf) obtenida por The Epoch Times.
Los reportes sobre la seguridad de las elecciones han sido objeto de varias filtraciones durante la campaña presidencial de 2020. Recientemente, fuentes del Congreso filtraron que Rusia sigue trabajando para ayudar a reelegir a Trump mientras que China preferiría que ganara Biden.
«Revelar el acceso a información clasificada para emplearla como arma política no solo es un abuso, sino que es un grave delito federal con consecuencias potencialmente graves para nuestra seguridad nacional», dijo Rubio. «Esta situación a la que nos enfrentamos ahora se debe, en gran parte, a la voluntad de algunos de cometer delitos federales con el propósito de avanzar en sus objetivos electorales».
Warner no mencionó ni condenó las filtraciones en un comunicado en el que criticó el cambio a reportes escritos.
«La indignante decisión del director Ratcliffe de dejar de reportar al Congreso es un intento sin precedentes de politizar un tema —proteger nuestra democracia de la intervención extranjera— que no debería ser partidista», escribió Warner en Twitter. «El Comité de Inteligencia del Senado no acepta y no aceptará la negativa de la ODNI de reportar ante el Congreso a 66 días de las elecciones».
Rubio señaló que a pesar de las filtraciones y la ruptura del proceso de supervisión, la ODNI aún tiene la obligación de informar al Congreso. Rubio dijo que habló con Ratcliffe y se le aseguró que la ODNI seguirá cumpliendo con sus obligaciones.
«En particular, él dejó explícitamente claro que el Comité Selecto de Inteligencia del Senado continuará recibiendo reportes sobre todos los temas de supervisión, incluyendo asuntos electorales», dijo Rubio.
Además de notificar a Rubio y Warner, Ratcliffe envió copias de la carta a la Banda de los Ocho y a los presidentes y miembros de rango de los subcomités de defensa del Comité de Asignaciones tanto de la Cámara como del Senado.
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