Rusia prolongó el domingo las maniobras militares cerca de las fronteras del norte de Ucrania, mientras el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, se mostró partidario de un alto al fuego inmediato en la parte oriental del país.
Los ejercicios, originalmente programados para finalizar el domingo, trajeron un contingente considerable de fuerzas rusas a la vecina Bielorrusia, que limita al norte con Ucrania. La presencia de las tropas rusas suscitó la preocupación de que pudieran usarse para barrer la capital ucraniana, Kiev.
La extensión de los simulacros fue anunciada por el ministro de defensa de Bielorrusia, general Viktor Khrenin, en las redes sociales.
“Han concluido los resultados preliminares del ejercicio operativo conjunto completo ‘Allied Resolve-2022’, realizado como parte de una verificación integral de las fuerzas de respuesta del Estado de la Unión”, dijo en Telegram.
“En relación con el aumento de la actividad militar cerca de las fronteras exteriores del Estado de la Unión [Rusia y Bielorrusia] y el empeoramiento de la situación en Donbas, los presidentes de la República de Bielorrusia y la Federación Rusa decidieron continuar controlando las fuerzas de respuesta del Estado de la Unión”, agregó su comunicado.
También el domingo se registraron bombardeos en el este de Ucrania, según funcionarios ucranianos. El sábado, Ucrania informó de la muerte de dos soldados por los bombardeos de los separatistas. Los líderes separatistas, sin embargo, acusaron a Ucrania de atacar a sus fuerzas durante el fin de semana.
El ejército de Ucrania confirmó el domingo a The Associated Press que cerró un punto de control clave que conduce al área de Donbas después de que fue objeto de repetidos bombardeos.
En una publicación en Twitter el domingo por la mañana, Zelensky pidió a los rebeldes del este y a las fuerzas de Ucrania que respetaran el alto al fuego.
“Estamos a favor de intensificar el proceso de paz. Apoyamos la convocatoria inmediata del TCG y la introducción inmediata de un régimen de silencio”, escribió el presidente ucraniano.
Mientras tanto, los funcionarios occidentales volvieron a hacer sonar la alarma de que Moscú está preparando una invasión a Ucrania, ya que, según se informa, hay más de 150,000 soldados estacionados cerca de la frontera con Ucrania. La semana pasada, altos funcionarios de la Casa Blanca dijeron que Rusia invadiría Ucrania en unos pocos días, una predicción que no se materializó.
“Rusia tiene todas las capacidades para lanzar un ataque contra Ucrania sin previo aviso. Nadie niega que Rusia tiene todas estas fuerzas en su lugar”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a CNBC durante el fin de semana. “La pregunta es, ¿lanzarán un ataque?”
Stoltenberg admitió que “no hay certeza sobre” si Rusia llevará a cabo una invasión. Pero, agregó, “los aliados de la OTAN y Estados Unidos tienen la misma evaluación, que es un riesgo muy alto para un ataque ruso contra Ucrania”.
Zelensky pidió anteriormente al presidente ruso, Vladimir Putin, que elija un lugar donde los dos líderes puedan reunirse para tratar de resolver la crisis. Rusia ha negado los planes de invasión, y el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, reiteró el sábado que Moscú no atacará.
“Ucrania continuará siguiendo solo el camino diplomático en aras de un acuerdo pacífico”, dijo Zelensky el sábado en una conferencia de seguridad internacional en Munich, Alemania. No hubo una respuesta inmediata del Kremlin.
Putin llamó el sábado a Kiev a “sentarse a la mesa de negociaciones con representantes de Donbas y acordar medidas políticas, militares, económicas y humanitarias para poner fin a este conflicto”, según medios rusos. “Cuanto antes suceda esto, mejor”, dijo Putin.
El sábado, los líderes de dos regiones disidentes en Donbas ordenaron la evacuación de cientos de miles de civiles y enviaron a algunos de ellos a Rusia.
Con información de Associated Press.
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