Rusia atacó a múltiples objetivos en Ucrania en respuesta a un ataque anterior con misiles de largo alcance contra su región meridional de Rostov, informó el Ministerio de Defensa de Moscú.
«Los militares rusos tomaron represalias contra el ataque de Kiev contra la región de Rostov lanzando un ataque en grupo con armas de precisión de largo alcance», dijo el ministerio en una declaración del 20 de diciembre, citada por la agencia de noticias estatal rusa TASS.
Los objetivos incluyeron «el punto de control del Servicio de Seguridad de Ucrania [SBU], la oficina de diseño Luch con sede en Kiev (…) así como la posición de un sistema de misiles antiaéreos Patriot», dijo el ministerio.
Según el ministerio ruso, la oficina de diseño Luch de Kiev «lleva a cabo el diseño y la producción de sistemas de misiles Neptune y misiles de crucero terrestres Olkha».
«Se lograron los objetivos del ataque y todas las instalaciones fueron impactadas», añadió.
En el momento de la publicación, The Epoch Times no pudo verificar de forma independiente todas las afirmaciones del ministerio.
Funcionarios locales en Kiev, citados por Reuters, afirmaron que al menos 11 personas resultaron heridas y varios edificios fueron severamente dañados por un ataque con misiles en la capital, que fue sacudida por múltiples explosiones.
El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, declaró que una persona había muerto.
Según Serhiy Popko, jefe de la administración militar de Kiev, el ataque provocó incendios y dañó edificios de oficinas.
En el ataque ruso participaron ocho misiles, entre ellos misiles hipersónicos Kinzhal y misiles balísticos Iskander/KN-23, dijo Popko.
Según Moscú, los ataques fueron una represalia por un ataque de misiles ucraniano del 18 de diciembre contra la región de Rostov, en el sur de Rusia.
En una declaración del 19 de diciembre, el Ministerio de Defensa ruso dijo que una salva de diez misiles había apuntado al centro de producción química Kamensky de Rostov.
Citando «datos confirmados», el ministerio indicó que en el ataque, Ucrania había empleado seis misiles disparados por el ATACMS (Sistema de Misiles Tácticos del Ejército) de fabricación estadounidense, junto con cuatro misiles de crucero Storm Shadow de fabricación británica.
Los seis misiles ATACMS y los tres Storm Shadow fueron derribados por los sistemas rusos de defensa antiaérea S-400, Buk-M3 y Pantsir, que actuaron de forma combinada, según el Ministerio.
El cuarto Storm Shadow fue «desviado» del objetivo, añadió, causando que una «estructura técnica» en las inmediaciones resultara dañada por la caída de escombros.
«Estas acciones del régimen de Kiev apoyadas por manipuladores occidentales no quedarán sin respuesta», dijo entonces el ministerio.
Kiev aún no ha confirmado el ataque reportado en Rostov, que The Epoch Times no pudo verificar de forma independiente.
El 18 de diciembre, el periódico proucraniano Kyiv Independent citó a Andrii Kovalenko, jefe del centro de contra-desinformación de Ucrania, diciendo que la planta química en Rostov fue golpeada con éxito.
El periódico proporcionó un enlace al canal de Telegram de Kovalenko, que muestra imágenes de vídeo que supuestamente revelan una gran explosión en la planta química.
Según Kyiv Independent, la planta de Kamensky es una de las mayores instalaciones de producción química de Rusia.
Produce combustible para cohetes y componentes para la fabricación de municiones y explosivos, según Kovalenko.
La planta «se dedica a la producción de combustible para cohetes», dijo el funcionario ucraniano.
Al parecer, la planta de Kamensky ha sido objeto de sanciones occidentales por su papel en la actual invasión rusa del este de Ucrania, que entrará en su cuarto año en febrero.
El ataque a la planta de Rostov se produjo después de varios ataques ucranianos con misiles de largo alcance contra objetivos situados dentro de Rusia.
El 11 de diciembre, las fuerzas ucranianas dispararon seis misiles ATACMS contra un aeródromo militar situado cerca de la ciudad de Taganrog, en Rostov.
En aquel momento, el Ministerio de Defensa ruso declaró que dos misiles fueron derribados por baterías rusas de defensa antiaérea Pantsir, mientras que el resto fueron neutralizados por sistemas de interferencia electrónica.
El 19 de noviembre, Ucrania disparó seis misiles ATACMS contra la región occidental rusa de Briansk.
Dos días después, disparó una combinación de misiles HIMARS y Storm Shadow de fabricación estadounidense contra la vecina región rusa de Kursk.
Estos ataques se produjeron poco después de que la administración del presidente estadounidense Joe Biden autorizara a Kiev, en un drástico cambio de política, a utilizar avanzados sistemas de misiles occidentales para atacar objetivos en el interior de Rusia.
En una reciente entrevista con la revista Time, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, calificó el cambio de política de Washington de «gran error».
«Estoy en desacuerdo muy vehementemente con enviar misiles a cientos de kilómetros dentro de Rusia», dijo Trump en la entrevista, publicada el 12 de diciembre.
Trump prometió en repetidas ocasiones poner fin al conflicto en curso cuando regrese al cargo para su segundo mandato, aunque no consecutivo, el 20 de enero.
Con información de Reuters
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