El gobierno ruso expulsó al segundo diplomático estadounidense de mayor rango de la Embajada de Estados Unidos en Moscú, según el Departamento de Estado.
Bart Gorman, jefe adjunto de la misión de Estados Unidos en Rusia, fue expulsado de Moscú el jueves, dijo un portavoz del Departamento de Estado a los medios de comunicación.
«La acción de Rusia contra [Gorman] no fue provocada y consideramos que es un paso en la escalada de la tensión y estamos considerando nuestra respuesta», dijo el portavoz.
El portavoz dijo a los medios de comunicación que Gorman tenía un visado válido y ha estado en Rusia durante menos de tres años.
«Pedimos a Rusia que ponga fin a sus expulsiones infundadas de diplomáticos y personal estadounidense y que trabaje de forma productiva para reconstruir nuestras misiones», continuó el portavoz del Departamento de Estado. «Ahora más que nunca, es fundamental que nuestros países cuenten con el personal diplomático necesario para facilitar la comunicación entre nuestros gobiernos».
Jason Rebholz, portavoz de la Embajada de Estados Unidos en Moscú, también confirmó la noticia en declaraciones al medio ruso RIA Novosti.
«Gorman era el segundo funcionario de mayor rango de la Embajada de Estados Unidos en Washington en Moscú después del embajador y un miembro clave del personal directivo de la embajada», dijo el jueves.
«Rusia exige que los diplomáticos estadounidenses se marchen mucho antes del final de su estancia de tres años, y [les] da dos semanas para marcharse, calificándolo de medidas similares. Pero esto no es lo mismo», dijo Rebholz sobre la salida de Gorman.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia no ha comentado públicamente la salida de Gorman.
La embajada rusa en Washington D. C. no ha respondido a una solicitud de comentarios. The Epoch Times también se puso en contacto con el Departamento de Estado para obtener más comentarios.
La expulsión de Gorman se produjo en un momento en el que Estados Unidos ha lanzado continuas advertencias sobre una posible invasión rusa en Ucrania, en medio de una supuesta concentración de militares a lo largo de la frontera entre los dos países. El presidente Joe Biden dijo a los periodistas el jueves por la mañana que la posibilidad de que Moscú ataque es «muy alta», aunque Rusia ha negado categóricamente los reportes.
«Tenemos razones para creer que están involucrados en una operación de falsa bandera para tener una excusa para entrar», dijo Biden. «Todo indica que están preparados para entrar en Ucrania».
Las tensiones también alcanzaron nuevos niveles tras los reportes de bombardeos en la región ucraniana de Donbás, un territorio en disputa que está controlado en gran medida por los separatistas. Ambas partes se acusaron mutuamente de haber bombardeado un pueblo de la zona, lo que incluyó reportes sobre el ataque a un jardín de infancia.
Los funcionarios ucranianos y los rebeldes dieron versiones contradictorias sobre los bombardeos en el frente de la región separatista de Donbás. Los detalles no pudieron establecerse de forma independiente, pero los reportes por parte de ambos bandos sugerían un incidente más grave que las violaciones rutinarias del alto el fuego de las que se informa regularmente en la zona.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo que Moscú estaba «seriamente preocupado» por los reportes de una escalada.
El jueves, Peskov dijo a la agencia estatal TASS que los reportes que afirman que Rusia atacará a Ucrania el 20 de febrero son falsos y volvió a criticar a los medios de comunicación occidentales.
«Parece que se ha acuñado otra falsedad. Espero que al menos ustedes y yo no nos fiemos de tales falsedades», dijo, y añadió que «ha habido muchas fechas, y mucho más concretas».
«Todas resultaron ser falsas, falsedades irresponsables, pero ninguno de sus autores acabó reconociendo que estaban equivocados», continuó Peskov.
También el jueves, el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso emitió un comunicado en las redes sociales en el que considera que Estados Unidos y la OTAN «no dieron una respuesta constructiva a los elementos básicos del proyecto de tratado con Estados Unidos preparado por la parte rusa sobre las garantías de seguridad», concretamente, que Ucrania no puede entrar en la OTAN.
«La creciente actividad militar de Estados Unidos y la OTAN directamente en las fronteras rusas es alarmante», alegó también el ministerio.
Con información de Reuters.
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