Estados Unidos, Reino Unido y Francia rechazaron la acusación de Rusia de que Ucrania está planeando utilizar la llamada «bomba sucia», que disemina contaminación radiactiva, en el conflicto en curso y acusaron al Kremlin de intentar utilizar el reclamo como pretexto para una mayor escalada.
El 23 de agosto, mientras las fuerzas ucranianas avanzaban en la provincia de Jersón, ocupada por Rusia, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, telefoneó a sus homólogos occidentales para decirles que Moscú sospechaba que Kiev planeaba usar una «bomba sucia».
En una declaración conjunta publicada el 24 de octubre, los ministros de Asuntos Exteriores de Francia, Reino Unido y Estados Unidos dijeron que los países rechazan los «reclamos transparentemente falsos de Rusia de que Ucrania se está preparando para utilizar una bomba sucia en su propio territorio».
«El mundo vería con malos ojos cualquier intento de utilizar este reclamo como pretexto para una escalada. Además, rechazamos cualquier pretexto para una escalada por parte de Rusia», añadieron los ministros de Asuntos Exteriores.
A su vez reiteraron el «firme apoyo de sus países a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania frente a la continua agresión de Rusia», y prometieron «seguir apoyando los esfuerzos de Ucrania para defender su territorio durante el tiempo que sea necesario».
Contraacusaciones
El ministro de Defensa de Rusia hizo el reclamo en una serie de llamadas telefónicas con sus homólogos del Reino Unido, Estados Unidos, Francia y Turquía.
Shoigu expresó su preocupación por «las posibles provocaciones ucranianas relacionadas con una ‘bomba sucia'», o un artefacto explosivo que propague la contaminación radiactiva, según el ministerio de Defensa ruso.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, dijo a Shoigu que «rechazaba cualquier pretexto para una escalada rusa» en Ucrania, según el Pentágono.
Del mismo modo, el secretario de Defensa del Reino Unido, Ben Wallace, «rechazó enérgicamente» las afirmaciones de Rusia y advirtió a Moscú que no intentara utilizar aquello como «pretexto» para sus propios esfuerzos por intensificar el conflicto.
El gobierno ucraniano acusó al Kremlin de planear un ataque en una operación de falsa bandera.
En un discurso nocturno, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo que la acusación rusa era una señal de que Moscú estaba planeando un ataque de este tipo y que culparía a Ucrania.
«Si Rusia llama y dice que Ucrania supuestamente está preparando algo, significa una cosa: Rusia ya ha preparado todo esto», declaró Zelenski.
«Así que cuando hoy el ministro de Defensa ruso organiza un carrusel de teléfonos y llama a los ministros de Asuntos Exteriores con historias sobre la supuesta bomba nuclear ‘sucia’, todo el mundo lo entiende bien, entiende quién es la fuente de todo lo sucio que se puede imaginar en esta guerra».
Con información de PA Media y Reuters
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