El Pentágono dijo el miércoles que cree que Rusia comenzó a reposicionar un «pequeño porcentaje» de sus soldados que habían sido desplegados contra la capital de Ucrania, Kiev, pero que ninguno de ellos parece estar regresando a casa.
El secretario de prensa del Pentágono, John Kirby, publicó una actualización de la información después de que Rusia anunciara el martes que reduciría significativamente las operaciones militares cerca de la ciudad.
«En cuanto a la retirada, hemos visto en las últimas 24 horas el reposicionamiento de un pequeño porcentaje de soldados y de los grupos tácticos del batallón que Rusia había dispuesto contra Kiev», dijo Kirby.
Según las primeras evaluaciones, Rusia comenzó a reposicionar un 20 por ciento de sus fuerzas armadas.
«Algunos de esos soldados que evaluamos se están reposicionando en Bielorrusia. No tenemos un número exacto para ustedes, pero esas son nuestras primeras evaluaciones», dijo Kirby a los periodistas durante una rueda de prensa.
«Nosotros no hemos visto que ninguno de ellos se haya reposicionado a su guarnición de origen y eso no es poco», dijo Kirby.
El portavoz del Pentágono dijo que si Rusia «se toma en serio la desescalada», entonces «deberían enviarlos a casa».
«Pero no están haciendo eso, al menos no todavía», continuó Kirby. «Así que eso no es lo que estamos viendo».
El viceministro de Defensa ruso, Alexander Fomin, dijo el martes que Moscú había decidido «fundamentalmente (…) reducir la actividad militar en dirección a Kiev y Chernihiv» para «aumentar la confianza mutua y crear condiciones para nuevas negociaciones» en medio de las negociaciones en curso entre Ucrania y Rusia.
Kirby dijo que el Pentágono cree que Rusia puede «reabastecer» a estas tropas reposicionadas y trasladarlas a otro lugar, aunque no ofreció ninguna prueba que apoye la evaluación.
Rusia podría «reabastecerlas y luego probablemente importarlas a otro lugar de Ucrania», dijo Kirby.
«Pero yo no creo que en este momento hayamos visto el reabastecimiento en marcha de alguna manera específica», añadió.
El anuncio de Rusia del martes fue recibido inicialmente con escepticismo por parte de Estados Unidos y otros países.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dijo que no se puede confiar en Rusia. Aunque las señales de las conversaciones son «positivas», estas «no han podido silenciar las explosiones de proyectiles rusos», indicó en un discurso por vídeo.
Zelenski declaró que fueron las tropas ucranianas las que forzaron la mano de Rusia y añadió que «no debemos bajar la guardia» porque el ejército invasor todavía «tiene un gran potencial para continuar los ataques contra nuestro país».
Ucrania seguirá negociando, aseguró el presidente destacando que las autoridades no confían en la palabra de un país que sigue «luchando para destruirnos».
Las autoridades ucranianas afirmaron el miércoles que las fuerzas rusas bombardearon los alrededores de Kiev y de otra ciudad pocas horas después de comprometerse a reducir las operaciones en esas zonas para promover la confianza entre ambas partes.
Las negociaciones entre Ucrania y Rusia iban a reanudarse el viernes por vídeo, según el jefe de la delegación ucraniana, David Arakhamia.
Con información de The Associated Press
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