El hombre acusado de intentar matar al expresidente Donald Trump en su campo de golf de West Palm Beach a principios de mes se declaró inocente de varios cargos.
Ryan Routh, de 58 años, se declaró inocente de los cargos que se le imputan, entre ellos intento de asesinato de un importante candidato presidencial y delito grave de posesión de armas. La semana pasada, un juez ordenó que permaneciera en prisión a la espera de juicio, según los periodistas en la corte.
Cuando el juez de instrucción Bruce E. Reinhart le leyó todos los cargos, Routh confirmó que los comprendía. Sus abogados se declararon inocentes y pidieron un juicio con jurado, se informó.
En los documentos judiciales presentados por los fiscales federales a principios de septiembre, Routh supuestamente escribió una carta que quedó en una caja que entregó a otro individuo hace meses.
«Este fue un intento de asesinato contra Donald Trump, pero te fallé», escribió el sospechoso antes de instar a otras personas a aceptar una oferta para atentar contra el expresidente. La nota también criticaba a Trump por sacar a Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán de 2015.
Los abogados de Routh sugirieron en una audiencia de detención el 23 de septiembre que la carta manuscrita podría haber sido un intento de que ganara publicidad y destacaron el amplio activismo de Routh en nombre de Ucrania en la guerra entre Rusia y Ucrania.
Un agente del Servicio Secreto descubrió a Routh escondido cerca de una valla en el campo de golf de Trump en West Palm Beach mientras el expresidente jugaba al golf el 15 de septiembre. Un agente vio lo que las autoridades dijeron más tarde que era un rifle de estilo SKS que atravesaba el perímetro antes de disparar varias veces en dirección al individuo identificado más tarde como Routh, que huyó del lugar y fue capturado en otro condado.
El FBI dijo a principios de este mes que Routh también había permanecido cerca del perímetro del campo de golf durante 12 horas antes de ser descubierto. La semana pasada, los fiscales escribieron que encontraron una lista de fechas y eventos a los que el ex presidente iba a asistir o a los que ya había asistido en agosto, septiembre y octubre.
El juez Ryon M. McCabe se alineó la semana pasada con los fiscales en el sentido de que Routh debía permanecer detenido sin derecho a fianza antes de su juicio, teniendo en cuenta su «largo historial delictivo» y la naturaleza de las acusaciones contra él, incluido el «acoso» a Trump antes del incidente del 15 de septiembre.
La comparecencia del lunes tuvo lugar ante McCabe. Sin embargo, el caso fue asignado a la jueza federal de distrito Aileen Cannon, que había sido asignada por separado a un caso federal de documentos clasificados contra Trump que desestimó en julio por considerar que el abogado especial que presentó los cargos, Jack Smith, fue nombrado indebidamente por el fiscal general de Estados Unidos.
Las autoridades no han nombrado públicamente el motivo de Routh, pero posteos en redes sociales y un libro que aparentemente fue escrito por él mostraron que tenía una animadversión política contra Trump. También era un ferviente partidario de Ucrania, e incluso fue al país de Europa del Este devastado por la guerra en al menos una ocasión, según posteos que hizo online y entrevistas que ha concedido a medios de comunicación.
El incidente del campo de golf es la segunda vez en otros tantos meses que Trump se enfrenta a un intento de asesinato. El 13 de julio, durante un mitin en Butler (Pensilvania), un presunto asesino disparó contra Trump mientras hablaba en el escenario, alcanzándole con una bala en la oreja.
El primer tiroteo suscitó importantes dudas sobre si el Servicio Secreto hizo lo suficiente para proteger el lugar del mitin, lo que llevó a su anterior directora, Kimberly Cheatle, a dimitir. El 20 de septiembre, el director interino del Servicio Secreto, Ronald Rowe, declaró en una rueda de prensa que hubo «fallos» significativos que condujeron al intento de asesinato de Butler y que la agencia necesita «un cambio de paradigma en la forma en que llevamos a cabo nuestras operaciones».
Durante el primer tiroteo, el sospechoso, Thomas Matthew Crooks, fue abatido inmediatamente por francotiradores del Servicio Secreto. Desde el intento de asesinato, se han revelado pocos detalles sobre el tirador y no se ha establecido el móvil.
Durante el primer y el segundo intento de asesinato, Trump elogió públicamente al Servicio Secreto por cómo respondieron los agentes.
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