El periodista y escritor Andy Ngo, que lleva años documentando las actividades del grupo anarcocomunista Antifa, relató el 12 de junio el momento en que fue perseguido y agredido por miembros del grupo en Portland el mes pasado.
Ngo, periodista de investigación independiente y autor de «Unmasked: Inside Antifa’s Radical Plan to Destroy Democracy», fue agredido el 28 de mayo mientras cubría una concentración en el primer aniversario de la muerte de George Floyd.
En una entrevista con el programa «The Nation Speaks» de NTD, Ngo dijo que como gran parte de sus reportajes requieren hacer observaciones de primera mano sobre el lugar de los hechos, decidió ir de incógnito para observar cómo han cambiado las tácticas y estrategias de Antifa desde el año pasado.
«Los disturbios siguen produciéndose en Portland; no son tan intensos ni tan frecuentes, pero siguen produciéndose, y las consecuencias se siguen notando», dijo Ngo. «Así que salí a la calle disfrazado, marchando junto a ellos. Por alguna razón, empezaron a sospechar».
El periodista dijo que cree que los miembros de Antifa empezaron a sospechar porque él se negaba a participar en actividades delictivas «a diferencia de otros camaradas».
«Me interrogaron y me quitaron la máscara y los lentes de seguridad, me vieron la cara y gritaron: ‘Es él, es él, agárrenlo'», dijo.
Ngo dijo que los miembros de Antifa lo persiguieron por el centro de Portland, mientras los transeúntes miraban.
«Yo corría en medio de la calle (…) corriendo por mi vida», recordó, y añadió que un miembro acabó por derribarlo en el centro comercial Pioneer Place, y presuntamente le dio un puñetazo en la cabeza y en la cara.
Fue en ese momento cuando Ngo temió por su vida.
«Y en esos momentos, cuando estaba inmovilizado, podía oír al resto de ellos persiguiéndome y sabía que si me atrapaban, me matarían. En ese momento ya llevaban dos años prometiendo eso».
El miembro de Antifa que lo había inmovilizado fue distraído momentáneamente por dos periodistas que estaban fotografiando y grabando, y Ngo pudo entonces arrastrarse y escapar al hotel The Nines, según dijo.
«Me acompañaron a través de él hasta una salida discreta en la parte trasera. Había policías del SWAT, docenas de ellos en la parte delantera tratando de restablecer el orden debido a lo violenta que era esta turba y lo enfadados que estaban. Me llevaron en ambulancia al hospital», añadió Ngo.
Las fotos del incidente muestran que Ngo sufrió arañazos, hemorragias y hematomas.
Antes del ataque del 28 de mayo, Ngo fue brutalmente agredido mientras cubría una de las protestas de Antifa en 2019. La escena fue captada por un reportero local en un video que muestra a miembros de Antifa dándole puñetazos en la cara, patadas y lanzando vasos con una sustancia blanca al periodista. La policía de Portland dijo más tarde que las tazas contenían cemento de secado rápido mezclado en malteadas. El periodista sufrió una hemorragia cerebral que, según los médicos, podría haber sido mortal.
Pero estas amenazas y peligros no asustan ni disuaden a Ngo de seguir cubriendo a Antifa. El periodista dijo a NTD que siente que es su «deber y responsabilidad» reportar al mundo sobre la verdadera naturaleza del grupo.
«Lo hago porque ahora mismo no hay nadie a quien pasar el testigo. Siento esta responsabilidad de continuar porque amo a Estados Unidos, amo al país que dio asilo a mis padres, un hogar para mí y las oportunidades que tengo», dijo Ngo.
«Espero que llegue el día en que no solo pase el testigo a una persona, sino a muchos, muchos periodistas».
Ngo añadió que hay que hacer más para garantizar la seguridad de los periodistas que deciden cubrir a Antifa en Estados Unidos.
«Creo que lo que me convierte particularmente en un objetivo es que hay muy pocos que hagan lo que yo hago», dijo.
«Me han herido gravemente por esto. Ese es el precio de hacer este tipo de cobertura en Estados Unidos. Creo que eso es lo que resulta especialmente condenable en todo este asunto», añadió. «No es solo la incidencia de la violencia contra mí, sino lo que dice sobre la libertad de prensa en Estados Unidos y de dónde viene la verdadera amenaza de la que nadie habla».
Los orígenes de Antifa se remontan al movimiento «antifascista» de Alemania, que formaba parte de las operaciones del frente de la Unión Soviética para incitar una revolución comunista en el país europeo. En Estados Unidos, el grupo afirma que sus miembros están luchando contra el fascismo, pero en su lugar tildan de «fascistas» a los partidos e individuos que no se alinean con su ideología para justificar su uso de la violencia contra ellos.
El grupo ha aparecido con frecuencia en los titulares por sus violentos ataques a grupos opositores, en particular a los partidarios del expresidente Donald Trump, a los que han calificado de «fascistas».
El director del FBI, Christopher Wray, describió en septiembre de 2020 a Antifa más como un movimiento ideológico que como una organización.
Con información de Janita Kan.
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