San Francisco declaró el 25 de febrero una emergencia local por el nuevo coronavirus, en un intento por frenar la propagación de la enfermedad mortal en la ciudad.
La alcaldesa de la ciudad tomó la medida, efectiva de inmediato durante siete días, (a pesar de no haber casos confirmados del coronavirus, que causa COVID-19), ya que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU dijeron, el martes, que los estadounidenses deberían prepararse para la propagación de la enfermedad en la comunidad.
La cuarta ciudad más grande de California dijo que tomó la medida para aumentar su preparación en contra del coronavirus, también para aumentar la conciencia pública sobre los riesgos de propagación del virus en la ciudad.
«Aunque todavía hay cero casos confirmados en los residentes de San Francisco, el panorama global está cambiando rápidamente, y necesitamos aumentar la preparación», dijo la alcaldesa London Breed en un comunicado. «Vemos que el virus se propaga en nuevas partes del mundo todos los días, y estamos tomando las medidas necesarias para proteger a los San Franciscanos de los daños».
Declarar un estado de emergencia permitirá a San Francisco aumentar sus esfuerzos para planificar de la emergencia y redirigir rápidamente los recursos y los empleados, si se produjera un brote en la ciudad. Una junta de supervisores votará sobre la declaración el 3 de marzo.
El martes los CDC confirmaron 57 casos de coronavirus en Estados Unidos. Todos los nuevos casos fueron evacuados del crucero Diamond Princess, que se mantuvo en aislamiento médico durante dos semanas frente a las costas de Japón, confirmaron funcionarios de los CDC a CNN.
En total, los casos confirmados incluyen 40 pasajeros que estaban a bordo del Diamond Princess, tres personas evacuadas de China y 14 casos estadounidenses. El barco acabó pasando de una zona de cuarentena a ser un medio muy eficaz de transmisión del virus, ya que cientos de personas resultaron infectadas, lo que provocó cuatro muertes y suscitó críticas sobre la respuesta de las autoridades japonesas.
De los 14 casos estadounidenses, ocho han sido confirmados en California, uno en el estado de Washington, uno en Arizona, dos en Illinois, uno en Massachusetts y uno en Wisconsin. Mientras tanto, los funcionarios de salud en Oregon, Michigan y el estado de Washington dicen que están monitoreando a cientos de personas que corren el riesgo de contraer el virus.
Nancy Messonnier, directora de los CDC, dijo que los estadounidenses deben prepararse frente al hecho de que sus vidas se vean afectadas por la propagación del nuevo virus. Se prevé el cierre de escuelas y negocios.
Ella dijo a los periodistas, en una llamada telefónica el martes, que el número de casos que aparecen sin una fuente conocida de exposición en Italia, Irán, Corea del Sur y otros países «nos hace sentir que el riesgo de propagación en Estados Unidos está aumentando».
Decenas de personas en todo el mundo fuera de China han muerto a causa del virus, que causa una enfermedad que tiene síntomas similares a la gripe, como fiebre, dolor de cabeza y dificultad para respirar.
La administración de Trump envió el lunes una solicitud de presupuesto suplementario por valor de USD 2500 millones al Congreso, como parte de un plan urgente para combatir el brote mortal del nuevo coronavirus.
Reuters contribuyó a este informe.
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