San Francisco se convirtió el 12 de agosto en la primera ciudad importante de EE.UU. que requirió la vacunación completa para que los clientes y empleados ingresen a restaurantes, gimnasios, bares y lugares de entretenimiento.
La nueva orden (pdf), anunciada por la alcaldesa London Breed y el director de salud Dr. Grant Colfax el jueves, entra en vigencia el 20 de agosto para los clientes y el 13 de octubre para el personal y evita que los residentes presenten resultados negativos de la prueba COVID-19 como sustituto de la vacunación.
En un comunicado de prensa, Breed dijo que la directiva “requerirá que las empresas en ciertos sectores que prestan servicios bajo techo exijan el comprobante de vacunación a sus clientes y empleados, empresas como bares, restaurantes, clubes, teatros y lugares de entretenimiento, así como gimnasios interiores y otros establecimientos de fitness”.
También se aplica a personal de atención médica selecto, incluidos farmacéuticos, dentistas, trabajadores de centros de día para adultos, centros de atención residencial y asistentes de atención médica en hogares que no están incluidos en la orden de salud estatal sobre vacunaciones.
La orden no incluye a las personas que pidan o recojan comidas o bebidas para llevar a domicilio. Los negocios tienen «tiempo adicional» para el personal hasta el 13 de octubre de 2021, con el fin de asegurar que cumplan con la orden.
La orden de San Francisco también crea un nuevo requisito de prueba de vacunación para grandes eventos en recintos cerrados, exigiendo a los asistentes mayores de 12 años, en eventos con 1000 personas o más, que presenten una prueba de vacunación. Anteriormente, California sólo exigía que los asistentes se vacunaran en los eventos con más de 5000 personas, según la declaración de Breed.
Breed señaló que la orden excluye por completo a los menores de 12 años, que aún no pueden recibir todas las vacunas actuales contra el COVID-19.
“La Orden de Salud está diseñada para proteger contra la propagación continua de COVID-19, particularmente entre los no vacunados, mientras mantiene abiertos los negocios y ayuda a garantizar que las escuelas permanezcan abiertas”, dijo el alcalde.
Al anunciar la nueva orden el jueves, Breed explicó que el nuevo mandato se anunció para «proteger a los niños y a aquellos que no pueden vacunarse» y para garantizar que la ciudad no «retroceda» y vuelva a un bloqueo total.
«Si queremos seguir por este camino, si queremos seguir abriendo, asegurarnos de que la gente está sana, asegurarnos de que estamos protegidos, asegurarnos de que estamos en un buen lugar como ciudad desde la perspectiva de la salud pública, para que nuestra economía pueda realmente recuperarse al máximo, entonces todos tenemos que hacer nuestra parte, tenemos que vacunarnos», añadió el alcalde.
La orden de San Franciso es más estricta que la anunciada por el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, la semana pasada, que requiere que los trabajadores y clientes de algunos negocios en interiores muestren la prueba de, al menos, una dosis de vacuna anti-COVID para actividades en interiores, a partir del 13 de septiembre.
A principios de este mes, San Francisco y otros seis condados del Área de la Bahía también anunciaron que estaban restableciendo un mandato de uso de mascarillas para todos los entornos públicos interiores a medida que aumentan las infecciones por COVID-19 debido a la variante Delta.
El nuevo mandato se aplica a todos, independientemente de su estado de vacunación, y entró en vigencia el 2 de agosto en los condados de San Francisco, Alameda, Contra Costa, Marín, San Mateo, Santa Clara y Sonoma, así como en la ciudad de Berkeley.
En una conferencia de prensa anunciando los nuevos pedidos, Sundari Mase, el oficial de salud interino del condado de Sonoma, que se encuentra al norte de San Francisco, dijo que la variante Delta representa el 95 por ciento de los nuevos casos de coronavirus en la región.
«Nos enfrentamos a un oponente mucho más agresivo y contagioso en este momento», dijo.
El promedio actual de casos diarios en 7 días de San Francisco es de 246 y la tasa de positividad de la prueba es del 5.6 por ciento. Esto se compara con el pico del aumento invernal cuando los casos diarios promediaron 373 y la tasa de positividad de la prueba fue del 5.2 por ciento. Al 8 de agosto, 109 personas fueron hospitalizadas, en comparación con 265 en el pico de la oleada invernal.
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