El líder de la mayoría en el Senado, el demócrata Chuck Schumer, tomó la palabra el jueves por la mañana para pronunciar un discurso en el que puso en duda la actual administración israelí e instó a que se celebren nuevas elecciones en el país.
El principal demócrata del Congreso dijo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, había «perdido el rumbo» y se había convertido en uno de los cuatro «principales obstáculos» para lograr la paz en la región, siendo los otros obstáculos para la paz Hamás, el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, y los «israelíes radicales de derechas» del actual gobierno y la sociedad israelí. Dijo que se centraría en avanzar hacia una solución de dos Estados para el conflicto entre Israel y Hamás.
Schumer, el primer líder judío de la mayoría del Senado y el funcionario judío de más alto rango en Estados Unidos, dijo que conoce a Netanyahu «desde hace mucho tiempo» y, a pesar de sus desacuerdos políticos, insistió en que «siempre respetará» el pasado servicio de Netanyahu en el ejército israelí, pero indicó que ya no podía aceptar el liderazgo político de Netanyahu.
«Creo que en su corazón su máxima prioridad es la seguridad de Israel. Sin embargo, también creo que el primer ministro Netanyahu ha perdido el rumbo al permitir que su supervivencia política prevalezca sobre los mejores intereses de Israel», dijo Schumer.
Schumer criticó específicamente a Netanyahu por formar una coalición de gobierno con el ministro israelí de Finanzas, Bezalel Smotrich, y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, a quienes describió como «extremistas de extrema derecha».
Schumer también acusó al gobierno de Netanyahu de debilitar la posición política y moral de Israel «mediante intentos de cooptar el poder judicial» de Israel.
El gobierno israelí dirigido por Netanyahu está actualmente en guerra con Hamás, un conflicto con el grupo terrorista designado por Estados Unidos que comenzó después de que sus miembros se infiltraran en el sur de Israel y llevaran a cabo ataques generalizados el 7 de octubre de 2023. Más de 1100 personas murieron y miles más resultaron heridas en todo el sur de Israel durante el ataque del 7 de octubre.
Schumer dijo que Netanyahu mostró poco interés en «hacer el trabajo valiente y visionario necesario para allanar el camino hacia la paz», incluso antes del actual conflicto entre Israel y Hamás. Schumer dijo que desde el comienzo de la guerra, y como resultado de su alianza política con Smotrich y Ben Gvir, el primer ministro israelí ha sido demasiado tolerante con las víctimas civiles en los actuales combates en la Franja de Gaza.
Schumer advirtió que las muertes de civiles como consecuencia del conflicto de Gaza están «llevando el apoyo a Israel en todo el mundo a mínimos históricos».
«Israel no puede sobrevivir si se convierte en un paria», añadió.
Los comentarios de Schumer se producen cuando algunos legisladores estadounidenses, principalmente del Partido Demócrata, han pedido un alto el fuego en el actual conflicto de Gaza y han tratado de limitar la ayuda militar estadounidense a Israel.
Schumer pide nuevas elecciones en Israel
Schumer dijo que sería un «paso adelante realmente significativo» si Netanyahu cortara los lazos con Smotrich y Ben Gvir o se esforzara más por evitar víctimas civiles en la Franja de Gaza, pero Schumer expresó sus dudas de que el primer ministro israelí tomara esas medidas. En su lugar, sugirió que unas nuevas elecciones israelíes son el mejor camino a seguir.
«Creo que la celebración de nuevas elecciones una vez que la guerra empiece a remitir daría a los israelíes la oportunidad de expresar su visión del futuro tras la guerra», dijo Schumer.
Netanyahu fue primer ministro de Israel en cinco coaliciones de gobierno, de 2009 a 2021. Su quinta coalición duró poco más de un año, de mayo de 2020 a junio de 2021, tras lo cual perdió el cargo de primer ministro. Netanyahu volvió al cargo en diciembre de 2022. El gobierno de Netanyahu se enfrentó a protestas en todo Israel el verano pasado por las reformas judiciales favorecidas por su administración. Algunas encuestas realizadas antes del 7 de octubre indicaban que Netanyahu estaba perdiendo el apoyo del público israelí.
Schumer dijo que Estados Unidos no puede dictar el resultado de las elecciones israelíes, pero dijo que si Netanyahu permanece en el poder y luego «continúa aplicando políticas peligrosas e incendiarias que ponen a prueba las normas estadounidenses existentes», entonces Estados Unidos «no tendrá más remedio que desempeñar un papel más activo en la configuración de la política israelí utilizando nuestra influencia para cambiar el curso actual».
Reacción interna y externa
Los comentarios de Schumer sobre el primer ministro israelí no estuvieron exentos de críticas.
«El Estado judío de Israel merece un aliado que actúe como tal», dijo el líder de la minoría en el Senado, Mitch McConnell ( R-Ky.), en su intervención en el pleno del Senado inmediatamente después de Schumer.
McConnell ofreció una visión más limitada de los obstáculos a la paz: «Terroristas genocidas como Hamás y la Yihad Islámica Palestina» y «dirigentes corruptos de la Autoridad Palestina que han rechazado una y otra vez los acuerdos de múltiples gobiernos israelíes».
«Es grotesco e hipócrita que los estadounidenses que hiperventilan sobre la interferencia extranjera en nuestra propia democracia pidan la destitución del líder democráticamente elegido de Israel», continuó McConnell. «Esto no tiene precedentes.
No deberíamos tratar así a nuestras democracias hermanas».
McConnell argumentó además que las críticas que surgen de la izquierda política sobre el actual conflicto de Gaza no tienen que ver con la oposición a las políticas específicas de Netanyahu, sino con la oposición al propio Israel.
«No nos equivoquemos: el Partido Demócrata no tiene un problema anti-Bibi. Tiene un problema anti-Israel», dijo McConnell.
Bibi es el apodo de Netanyahu.
El embajador israelí en Estados Unidos, Michael Herzog, también emitió un comunicado tras el discurso del jueves de Schumer, denunciando a las personas que comentan la política electoral de un país aliado.
«Israel es una democracia soberana. Es inútil, tanto más cuanto que Israel está en guerra contra la organización terrorista genocida Hamás, comentar la escena política interna de un aliado democrático. Es contraproducente para nuestros objetivos comunes», dijo Herzog en un post en X, sin nombrar directamente a Schumer como el blanco de sus comentarios.
Con información de The Associated Press y Reuters.
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