Scott Atlas renunció el lunes 30 de noviembre como asesor especial del presidente Donald Trump en el grupo de trabajo contra la pandemia por parte de la Casa Blanca, según una carta de renuncia.
Atlas se incorporó a la administración en agosto como empleado especial del gobierno (SGE) con 130 días de servicio. Su mandato expiró esta semana.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de The Epoch Times.
En su carta de renuncia, Atlas agradeció al presidente por «el honor y el privilegio de servir en nombre del pueblo estadounidense».
«Le escribo para renunciar a mi puesto como asesor especial del presidente de Estados Unidos», escribió Atlas en la carta fechada el 1 de diciembre. Elogió el trabajo de la administración Trump sobre la pandemia de COVID-19, incluida la Operación Warp Speed, un trabajo público-privado para acelerar el desarrollo de vacunas y terapias contra el COVID-19.
Atlas, un experto en políticas de salud quien es miembro principal de la Institución Hoover en la Universidad de Stanford, dijo en su carta que durante su período, su único objetivo era «salvar vidas y ayudar a los estadounidenses a superar esta pandemia» y que «siempre confió en lo último en ciencia y evidencia, sin ninguna consideración o influencia política”.
“Con el paso del tiempo, como todos los científicos y académicos en políticas de salud, aprendí nueva información y sinteticé los datos más recientes de todo el mundo, todo en un intento por brindarles la mejor información para servir al bien público general”, escribió. “Pero, quizás más que nada, mi consejo siempre se centró en minimizar todos los daños tanto de la pandemia como de las políticas estructurales mismas, especialmente para la clase trabajadora y los pobres”.
Dijo que sus puntos de vista estaban «de acuerdo con los de muchos de los principales epidemiólogos y científicos médicos de Harvard, Oxford y otras importantes instituciones académicas, así como con miles de científicos médicos y de salud pública de todo el mundo».
“Aunque algunos pueden estar en desacuerdo con esas recomendaciones, es el libre intercambio de ideas lo que conduce a verdades científicas, que son la base misma de cualquier sociedad civilizada. De hecho, no puedo pensar en un momento en el que salvaguardar la ciencia y el debate científico sea más urgente», añadió.
Atlas dijo que ayudó a diseñar políticas para proteger a las poblaciones vulnerables mientras reabría las escuelas y la sociedad de manera segura. La administración “identificó y aclaró desde el principio los daños de los cierres prolongados, incluso que crean pérdidas masivas de salud física y angustia psicológica, destruyen familias y dañan a nuestros hijos”, dijo.
“Y cada vez más, el riesgo relativamente bajo para los niños de sufrir daños graves a causa de la infección, la propagación menos frecuente en los niños, la presencia de protección inmunológica más allá de la que muestran las pruebas de anticuerpos y los daños graves por el cierre de escuelas y la sociedad están siendo reconocidos”, agregó.
El director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Robert Redfield, y Atlas han tenido desacuerdos acerca de qué parte de la población puede ser inmune al virus del PCCh (Partido Comunista Chino), también conocido como el nuevo coronavirus.
En septiembre, Atlas criticó a Redfield por presuntamente haber tergiversado los datos de COVID-19 y acusó a Redfield de subestimar la inmunidad de la población al referirse únicamente a datos e información relacionados con personas que habían desarrollado anticuerpos. Atlas señaló investigaciones adicionales sobre las células T —glóbulos blancos del sistema inmunológico que ayudan a identificar las partículas extrañas que ingresan al cuerpo— las cuales desempeñan un papel fundamental en la inmunidad además de los anticuerpos.
Redfield había dicho en un testimonio en una audiencia del Senado sobre el virus del PCCh que los resultados preliminares de las pruebas de anticuerpos indicaban que la mayoría de la población en Estados Unidos —alrededor del 90 por ciento— seguía siendo susceptible al virus del PCCh. Dijo que aproximadamente el 10 por ciento de la población había desarrollado anticuerpos luego de infectarse del virus del PCCh.
Pero Atlas refutó la declaración y dijo que “la inmunidad a la infección no está determinada únicamente por el porcentaje de personas que tienen anticuerpos».
«Si se observa la investigación, y ha habido 24 artículos, al menos, en la inmunidad de las células T, ese es el tipo de inmunidad diferente a los anticuerpos», dijo en ese momento. “La realidad es que, según los artículos de Suecia, Singapur y otros lugares, es muy probable que exista inmunidad cruzada de otras infecciones, y también hay inmunidad de células T. Y la combinación de esos hace que los anticuerpos sean una pequeña fracción de las personas que tienen inmunidad», agregó.
Días más tarde, se informó que se escuchó decir a Redfield sobre Atlas que: «Todo lo que dice es falso».
Atlas defendió su experiencia y dijo que su consejo a la administración se basó en la ciencia actual.
“Me pidieron que fuera asesor sobre la pandemia de coronavirus del presidente de Estados Unidos y me pidieron que lo hiciera porque tengo una carrera de 25 años en los mejores centros médicos de élite, como médico y en atención a pacientes”, dijo Atlas a Fox News antes. «También tengo una carrera de 15 años en políticas públicas, trabajando en políticas de atención médica e integrando mis conocimientos médicos en políticas».
«Estoy aquí porque entiendo cómo traducir la ciencia médica compleja a un lenguaje sencillo para el presidente de Estados Unidos y para todos los demás en la Casa Blanca, y obtener una política pública adecuada de esa información», agregó, comentando que parece haber ser una «creencia falsa» de que uno «tiene que ser un funcionario de salud pública para comprender los hechos sobre la pandemia».
Con información de Paula Liu.
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