A pesar de que los precios de la gasolina han caído este mes a sus niveles más bajos en semanas, es probable que los estadounidenses se enfrenten a un nuevo incremento en las gasolineras hacia finales de 2022, debido a la elevada demanda, ya que los suministros mundiales de petróleo siguen cayendo, advirtieron los economistas de Bank of America.
Los precios de la gasolina en Estados Unidos han bajado hasta los 3.90 dólares el galón en la última semana, después de haberse disparado a principios de año, según los últimos datos de la Asociación Americana del Automóvil (AAA) del 22 de agosto.
«Los conductores se están beneficiando ahora de unos precios de la gasolina que son 1.11 dólares menos que su máximo a mediados de junio», dijo Andrew Gross, portavoz de la AAA.
Un estudio reciente publicado por la entidad afirma que los mismos factores que llevaron a los precios de la gasolina en EE .UU. a subir a más de 5 dólares el galón en junio y julio harán que pronto toquen fondo, antes de que finalmente se disparen en el cuarto trimestre de 2022.
A la caída de los precios de la gasolina se le atribuye la ralentización de las tasas de inflación en EE. UU. en julio, cuando el Índice de Precios al Consumidor subió un 8.5% interanual, menos de lo que se esperaba.
Ello supuso una importante presión a la baja sobre el índice, que se vio afectado por la subida vertiginosa de los precios de la energía en el primer semestre de 2022.
El índice es un factor clave cuando la Reserva Federal delibera sobre sus decisiones de política de tasas de interés, y también es observado de cerca por los inversores.
«Los precios de la gasolina deberían pronto tocar suelo», dijo Francisco Blach, que dirigió el estudio del equipo de materias primas y derivados de Bank of America.
«Puede que la dinámica del verano no se repita exactamente a finales de año, pero podría coincidir».
La AAA también dijo que el suministro y la producción de petróleo pueden estar en riesgo ante la llegada de la temporada de huracanes en Estados Unidos.
«Tenemos que estar atentos a la meteorología con la llegada de la temporada de huracanes. Estas tormentas pueden afectar a los precios al interrumpir la producción de petróleo en el Golfo de México y afectar a las grandes refinerías costeras», dijo Gross.
Los estrategas de Bank of America señalaron que la poco flexible demanda de gas significa que cualquier limitación en la oferta hará que los precios se disparen, o si los precios del crudo suben.
Su análisis de los datos de gasto de los consumidores mostró que la demanda de gasolina sigue siendo poco flexible, ya que los estadounidenses siguen llenando sus tanques de gasolina independientemente del precio, en lugar de conducir menos.
«Nuestras estimaciones de flexibilidad de los precios sugieren que la demanda de gasolina en Estados Unidos todavía podría expandirse en alrededor de 0.35 millones de barriles al día, o un 4%, en el cuarto trimestre de 2022», dijeron.
«La oferta mundial de gasolina ha disminuido en 0.3 millones de barriles por día en relación con 2019 en los últimos tres meses, un factor que podría apoyar los precios en el cuarto trimestre».
El equipo de Bank of America también pronosticó que el crudo Brent subiría otro 2.7%, para cotizar a 100 dólares el barril, al inicio del cuarto trimestre, y que el crudo WTI saltaría otro 4%, hasta los 95 dólares el barril.
Los índices de referencia del petróleo han vuelto a subir, con el crudo Brent y el WTI subiendo un 4.8% y un 5.3%, respectivamente, desde la semana pasada.
Goldman Sachs hizo una predicción similar a principios de agosto con respecto a los precios del gas en Estados Unidos, que predice que probablemente repuntarán en el cuarto trimestre, ya que la escasez de oferta hace subir los precios del crudo, mientras que la demanda mundial sigue siendo relativamente fuerte.
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