El secretario de Transporte, Pete Buttigieg, sugirió que el gobierno federal podría exigir un resultado negativo en la prueba de COVID-19 para poder embarcar en aviones de turismo nacional.
Buttigieg dijo a «Axios en HBO» en una entrevista que se emitió el domingo, que actualmente hay «una conversación activa» con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) sobre la posibilidad de aplicar el requisito.
«Lo que puedo decir es que se basará en los datos, en la ciencia, en la medicina y en las aportaciones de las personas que realmente van a tener que llevar a cabo esto», dijo Buttigieg. «Pero esta es la cuestión: cuanto más seguros podamos hacer los viajes aéreos tanto en términos de percepción como de realidad, más gente estará dispuesta a volver a volar».
Presionado el lunes en una entrevista con CNN sobre la probabilidad de la medida, Buttigieg dijo que «los CDC están estudiando todas sus opciones».
«Lo que sabemos es que es la medida apropiada para los viajes internacionales, para las personas que viajan a EE.UU. si se tienen en cuenta algunas de esas consideraciones. Yo diría que el panorama nacional es muy diferente, pero los CDC siempre están evaluando qué es lo mejor que se puede hacer para mantener la seguridad de los estadounidenses», añadió.
La cuestión salió a relucir cuando un alto funcionario de los CDC declaró el 26 de enero que la agencia estaba estudiando la posibilidad de imponer la prueba COVID-19 a los vuelos nacionales.
«Lo estamos estudiando activamente», dijo Martin Cetron, director de la División de Migración Global y Cuarentena de los CDC, en una llamada con periodistas, informó USA TODAY.
Hasta ahora, los CDC solo han requerido que todos los pasajeros aéreos que lleguen a Estados Unidos procedentes de un país extranjero se sometan a la prueba de COVID-19 como máximo tres días antes de la salida de su vuelo y presenten la prueba antes de embarcar.
Las conversaciones sobre la imposición de un requisito de prueba negativa para los viajes nacionales suscitaron las críticas de dos altos ejecutivos de Boeing, que advirtieron a la Casa Blanca que la medida podría suponer un importante perjuicio económico.
«La imposición de una obligación de este tipo al ya asediado sector de las aerolíneas tiene el potencial de provocar graves consecuencias no deseadas que se extenderán a toda la economía», escribieron en una carta el director ejecutivo de Boeing Commercial Airplanes, Stan Deal, y el director de seguridad aeroespacial, Michael Delaney, según informó Reuters.
Boeing y la Casa Blanca declinaron hacer comentarios sobre la carta, según Reuters.
El 29 de enero, los CDC emitieron una norma que obliga a los viajeros de aviones y transportes públicos, como los autobuses y el metro, a llevar mascarillas (pdf).
La norma «protegerá a los estadounidenses y proporcionará la confianza de que podemos volver a viajar con seguridad incluso durante esta pandemia», dijo el Dr. Marty Cetron, director de la división de migración y cuarentena de los CDC, que firmó la orden.
La orden, que se extiende a zonas de espera como aeropuertos, andenes de tren y estaciones de metro, convierte la negativa a llevar mascarilla en una violación de la ley federal, aplicada por la Administración de Seguridad del Transporte y otras autoridades federales, estatales y locales.
Al mismo tiempo, los CDC recomiendan que la gente evite por completo los viajes durante la pandemia.
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