El secretario de Salud y Servicios Humanos (HHS), Xavier Becerra, argumentó que el gobierno federal tiene derecho a saber quién se vacuna contra COVID-19, respondiendo de esta manera a las preocupaciones sobre un plan recientemente anunciado por la Casa Blanca de enviar equipos puerta a puerta.
«Tal vez deberíamos señalar que el gobierno federal tuvo que gastar billones de dólares para tratar de mantener a los estadounidenses con vida durante esta pandemia, por lo que es sin duda un asunto del gobierno. Es asunto de los contribuyentes si tenemos que seguir gastando dinero para tratar de evitar que la gente contraiga COVID y ayudar a reabrir la economía», dijo Becerra a CNN el jueves.
Becerra afirmó que «llamar a una puerta nunca ha ido en contra de la ley» y «usted no está obligado a responder, pero esperamos que lo haga», añadiendo «porque si usted no se ha vacunado, podemos ayudar a disipar algunos de esos rumores que algunos han escuchado y esperamos que se vacune».
A principios de esta semana, el presidente Joe Biden y la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, anunciaron un plan para enviar personal puerta a puerta para proporcionar información sobre las vacunas en zonas con tasas de vacunación relativamente bajas.
El presidente se comprometió a «ir comunidad por comunidad (…) y a menudo puerta por puerta, llamando literalmente a las puertas» en un esfuerzo por conseguir que la población se vacune. Esto provocó la ira de los legisladores republicanos, quienes argumentaron que el gobierno no tiene derecho a saber quién está o no está vacunado.
«¿Qué tal si no llaman a mi puerta? Ustedes no son mis padres. Son el gobierno. Hagan que la vacuna esté disponible y dejen que la gente sea libre de elegir». ¿Por qué ese concepto es tan difícil para la izquierda?», escribió el representante Dan Crenshaw (R-Texas) en Twitter. «En 2021, las nueve palabras más aterradoras del idioma inglés: ‘Yo soy del gobierno, ¿Usted ya se ha vacunado?», escribió el representante Andy Biggs (R-Ariz).
Otros republicanos hicieron predicciones aún peores.
«Puerta a puerta para vacunar a los estadounidenses este año (…) ¿puerta a puerta para confiscar armas el año que viene?», cuestionó en Twitter la representante Lauren Boebert (R-Colo.).
Tanto Biden como Psaki, durante sus respectivas ruedas de prensa del martes, ofrecieron pocos detalles sobre el programa de divulgación puerta a puerta. No está claro cuándo comenzará el programa y si los equipos de divulgación harán preguntas o cuánto tiempo durará.
El plan forma parte de la respuesta COVID-19 del gobierno, después de que la Casa Blanca no cumpliera el plazo autoimpuesto en que para del 4 de julio el 70 por ciento de los adultos estadounidenses debían estar vacunados al menos una vez. Según los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, más del 67 por ciento de los adultos estadounidenses recibieron al menos una dosis, y más de 157 millones de personas están totalmente vacunadas.
Las vacunas COVID-19 se convirtieron en un punto álgido en las actuales desavenencias culturales. Algunos argumentan que los sistemas de pasaporte de vacunas pondrían en peligro las libertades civiles y violarían la histórica Ley de Portabilidad y Responsabilidad del Seguro Médico de 1996, o HIPAA.
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