El secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, se someterá a una intervención médica el viernes por la tarde, según ha anunciado el Departamento de Defensa.
El secretario de prensa del Pentágono y General de División de las Fuerzas Aéreas de EE.UU., Pat Ryder, dijo que se trata de un procedimiento electivo y mínimamente invasivo de seguimiento no quirúrgico relacionado con una afección de vejiga previamente identificada. El portavoz del Pentágono dijo que el Sr. Austin ha determinado que será temporalmente incapaz de desempeñar sus funciones durante el curso de este procedimiento y que su autoridad a la Subsecretaria de Defensa Kathleen Hicks.
La decisión del Departamento de Defensa de anunciar públicamente la intervención médica programada de Austin se produce tras la reciente revelación de que Austin se sometió a múltiples hospitalizaciones sin notificar claramente al presidente Joe Biden o a otros miembros del gobierno de EE.UU. los motivos de su ausencia.
El Sr. Austin, de 70 años, fue operado de cáncer de próstata el 22 de diciembre de 2023. No había notificado al presidente sobre el diagnóstico o la cirugía en ese momento. En su lugar, la oficina del Sr. Austin notificó a la Casa Blanca y la Sra. Hicks de una transferencia de autoridad, pero no reveló la razón por la que dicha transferencia era necesaria.
Austin fue hospitalizado de nuevo días después, el 1 de enero, esta vez por complicaciones derivadas de la operación anterior. Un informe del Pentágono, publicado el 26 de febrero, afirma que, aunque el equipo de Austin se comunicó con el de Hick en varias ocasiones entre el 2 y el 4 de enero, no fue hasta el 4 de enero cuando Hicks o el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan, fueron informados de la hospitalización de Austin.
No fue hasta el 5 de enero que el Departamento de Defensa comenzó a notificar a los miembros del Congreso, y luego al público en general, de la hospitalización del Sr. Austin.
El episodio de la hospitalización suscitó inquietudes sobre la delegación de autoridad del poder ejecutivo, especialmente en un momento en que las fuerzas estadounidenses desplegadas en Medio Oriente se enfrentaban a mayores amenazas de ataques con aviones no tripulados y cohetes en Siria e Irak.
Algunos legisladores republicanos argumentaron que Austin debería dimitir o ser destituido de su cargo por estos descuidos.
Desde entonces, el secretario de Defensa ha admitido que él y su personal gestionaron mal el episodio de la hospitalización.
«No creo que sea noticia que soy un tipo bastante reservado. Nunca me ha gustado cargar a los demás con mis problemas. No es mi forma de ser. Pero he aprendido de esta experiencia. Aceptar este tipo de trabajo significa perder parte de la privacidad que la mayoría de nosotros esperamos», dijo Austin en una rueda de prensa el 1 de febrero. «El pueblo estadounidense tiene derecho a saber si sus líderes se enfrentan a problemas de salud que puedan afectar a su capacidad para desempeñar funciones, aunque sea temporalmente. Así que se debería haber notificado a un círculo más amplio, especialmente a la prensa».
El Sr. Austin volvió a ser hospitalizado el 11 de febrero, esta vez sin que el Departamento de Defensa lo notificara al público. El secretario de Defensa fue ingresado en una unidad de cuidados intensivos, por lo que el DOD describió como un «problema emergente de vejiga», que requería «cuidados de apoyo y una estrecha vigilancia».
El Departamento de Defensa concluyó en su revisión del 26 de febrero que Austin no había actuado con «mala intención» durante sus hospitalizaciones de diciembre y enero.
El Sr. Austin testificó además, en una audiencia del Comité de Servicios Armados de la Cámara de Representantes el 29 de febrero, que él inició una transferencia de autoridad para su cirugía del 22 de diciembre, pero que dependía de su personal para hacer las notificaciones apropiadas durante su hospitalización del 1 de enero porque no tenía acceso a sistemas de comunicación seguros durante ese episodio médico.
«El problema era, en primer lugar, que no podían llegar hasta mí, y en segundo lugar, el acceso a comunicaciones seguras. No tuvo nada que ver con mi estado físico en ese momento».
De NTD News
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