Pocas horas después de terminar segundo en los caucus de Iowa, el gobernador de Florida, Ron DeSantis, parecía animado y sonaba optimista en su primer acto de campaña el 16 de enero en Greenville, Carolina del Sur.
Con muchos expertos tratando de descartarlo y muchas redes llamando ganador al expresidente Donald Trump en la contienda del 15 de enero, antes de que muchos habitantes de Iowa hubieran votado, el Sr. DeSantis miró hacia adelante, a las primarias de New Hampshire, del 23 de enero y las primarias de Carolina del Sur del 24 de febrero.
«Ellos me tiraron todo menos el fregadero de la cocina», dijo el Sr. DeSantis desafiante. «Durante este proceso, gastaron casi USD 50 millones contra mí. Eso es más de lo que se han gastado contra [el presidente Joe] Biden y Trump juntos. Los medios, sin parar, lo único que intentaban era noquearme».
«Nikki Haley [ex gobernadora de Carolina del Sur] dijo ayer que solo los dos primeros de Iowa son viables. Bueno, adivinen qué, ayer sacamos nuestro billete de Iowa».
La Sra. Haley, con un impulso tardío, había superado al Sr. DeSantis para ocupar el segundo lugar en muchas encuestas. Pero en una noche gélida, con temperaturas bajo cero en la mayor parte del estado y una sensación térmica de casi 30 grados bajo cero, DeSantis la superó por detrás del presidente Trump.
Sus posibilidades son menores en New Hampshire. La media de las principales encuestas de Real Clear Politics a 10 de enero situaba al presidente Trump en el 43.6%, a la señora Haley en el 29.3% y al señor DeSantis en solo el 6.5%, por detrás del exgobernador Chris Christie, ahora fuera de la carrera, pero entonces con un 11.3%.
Las posibilidades de DeSantis son un poco mejores en Carolina del Sur. La Sra. Haley fue elegida para dos mandatos como gobernadora allí, dejando el cargo en 2017, para convertirse en embajadora de la administración Trump ante las Naciones Unidas.
El promedio de RCP para Carolina del Sur, durante varios meses hasta el 3 de enero, tenía a Trump en el 52%, la Sra. Haley en el 21.8%, y el Sr. DeSantis en el 11%.
El Sr. Christie, el empresario tecnológico Vivek Ramaswamy, y el ex gobernador de Arkansas, Asa Hutchinson, se retiraron de la contienda. El 7% colectivo de sus votantes de Carolina del Sur está ahora en juego.
El Sr. DeSantis habló de su debate de noviembre con el gobernador de California, Gavin Newsom. El demócrata no es candidato, pero muchos consideran que podría presentarse si el presidente Joe Biden abandona la carrera. El Sr. DeSantis cuestionó la aptitud del presidente Biden para el cargo.
«Yo necesitaba practicar el debate con alguien que es casi tan liberal como Nikki Haley», dijo el candidato, provocando las risas de la multitud.
«Haley fue gobernadora aquí durante seis años. ¿Pueden ustedes nombrar logros importantes bajo su mandato? Quiero decir, díganmelo si los hay, porque ella no ha sido capaz de hacerlo.
«Ella va por ahí y dice que es una campeona de la elección escolar. ¿Hicieron elección de escuela cuando ella estaba en el cargo aquí? No».
Luego contrastó eso con su propio historial del año pasado, en que firmó un proyecto de ley de elección escolar universal en Florida, «el más amplio del país».
El gobernador DeSantis etiquetó al presidente Trump por su negativa a debatir y por no cumplir sus promesas de campaña de 2016 durante su mandato: un muro fronterizo con México, la prohibición de la ciudadanía por derecho de nacimiento, «drenar el pantano», eliminar la deuda y «hacer que [la ex senadora] Hillary [Clinton] rinda cuentas».
«Y todo lo que se hace firmando cosas, y él tuvo cuatro años para hacerlo, es sentarse en ese escritorio, coger ese bolígrafo, dejarse llevar y hacerlo. Pero él no lo hizo en un periodo de cuatro años».
«Engáñenme una vez, qué vergüenza, pero engáñenme dos veces, qué vergüenza», dijo el Sr. DeSantis. «Tuvo la oportunidad de hacerlo. No lo hizo. Así que yo no soy así. Si les digo que voy a hacer algo, absolutamente lo haré».
DeSantis fue presentado por dos congresistas que lo apoyaron. El representante Thomas Massie (R-Ky.) y el representante Chip Roy (R.-Texas).
El Sr. Massie contó una historia sobre cómo se pusieron del lado equivocado del presidente Trump al comienzo de la pandemia, en que se pidió al Congreso que aprobara un proyecto de ley de gastos de 2 billones de dólares.
“Pero ellos lo iban a hacer por consentimiento unánime. Ellos dijeron que era demasiado peligroso que el Congreso se presente a trabajar. Usted simplemente se queda en casa y lo aprobaremos por consentimiento unánime. Nadie necesita estar en la Cámara mientras nadie se oponga”.
“Yo pensé, esperen un segundo. Las enfermeras siguen trabajando durante el COVID. Los empacadores de comestibles todavía llevan alimentos a su automóvil. Tenemos agricultores todavía trabajando. Los camioneros siguen trabajando».
“Yo le dije al Congreso —mi auto y yo manejábamos ocho horas— y me opuse. Yo dije, pongan sus traseros a trabajar. Vengan aquí a Washington, D.C. Háganlo constar».
“Bueno, ustedes están aplaudiendo”, le dijo a la audiencia que aplaudía, “pero ninguno de ellos lo hizo. Había 434 personas que me odiaban por respirar aire. CNN me llamó la persona más odiada en Washington, D.C.”.
El Sr. Massie dijo al Congreso: “Esto provoca inflación. Esto provoca escasez si se paga a la gente para que no trabaje. Si se les da este dinero a los estados, los estados azules mantendrán la economía cerrada para siempre con este dinero. Es una idea horrible y, por cierto, financió las elecciones de Malian de 2020”.
Estando listo para presentar su moción en la Cámara, él dijo: “Suena mi teléfono, y lo miré y era como un número extraño con un montón de ceros. ¿Quién podría obtener un número de teléfono y es todo ceros?
“Ese es Trump. Entonces lo dejé ir al correo de voz. Sí. No me dejó ningún mensaje de voz. Pero volvió a llamar, y volvió a llamar, pero no pude abandonar la sala de la Cámara. Tuve que presentar esa moción para objetar porque nadie más iba a hacerlo”.
Una vez que forzó el debate, él dijo: “Yo salí, llamé al presidente y él se puso al teléfono y me dijo…’—Sr. Massie'». En ese momento, empezó a imitar al presidente: «Vengo hacia ti como nunca habías visto antes».
“Nunca en tu vida has visto la forma en que vendré hacia ti. Soy más popular que tú y lo sabes. Estoy respaldando a tu oponente principal y vas a perder”.
“Luego empezó a gritarme durante bastante tiempo mientras yo intentaba hablar sobre la Constitución. Era como estar en modo de solo escucha en una conferencia telefónica.
“Luego me colgó y volví a mi asiento. Me tuiteó que deberían expulsarme del Partido Republicano. Dijo que yo era un grandilocuente de tercera categoría.
«Vamos amigos, soy al menos de segunda categoría, ¿no creen?»
El Sr. Massie dijo que fue un momento solitario para él. Tenía unas primarias dentro de ocho semanas, no tenía amigos y estaba seguro de que perdería.
Luego recibió una llamada de DeSantis, quien fue elegido al Congreso en 2012 al mismo tiempo que él. El gobernador de Florida todavía tenía su número.
“Y me llamó y me dijo: estás haciendo lo correcto. No dejes que te depriman. Veo que te están odiando. Todo el mundo te odia: los republicanos, los demócratas, el presidente, la prensa.
“Él dijo, ‘Lo mismo me está pasando a mí aquí en Florida porque no cerraré nuestras escuelas. No cerraré nuestras pequeñas empresas. No arruinaré esta economía. No privaré a nuestros hijos de una educación. Sacaré a este país del bloqueo’”.
“También él dijo: ‘Yo sé que podría costarme mis próximas elecciones. Ellos dicen que nunca me recuperaré de esto’. Él dijo: ‘No me importa. Es lo correcto, y dentro de dos años verán que teníamos razón, que usted tenía razón, Thomas, y que yo tenía razón en Florida'».
“Entonces él dijo: ‘Mantén la fe. Sigue haciendo lo que estás haciendo'».
“Y pensé: he aquí un político que mira con dos años de antelación. La mayoría de mis colegas no pueden pensar más allá de la hora del almuerzo”.
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