La victoria del presidente electo Donald Trump en las elecciones presidenciales de 2024 fue el resultado de cambios demográficos que beneficiaron a los republicanos.
Los sondeos a pie de urna de Edison mostraron que los estadounidenses eran más similares en sus patrones de voto en este ciclo que divididos: las grandes diferencias esperadas en función del género, la educación, la edad y la raza entre republicanos y demócratas no se materializaron.
En última instancia, Trump fue capaz de reducir enormemente estas diferencias en comparación con 2020, concentrándose en mensajes económicos convincentes para un amplio sector de la sociedad política estadounidense.
Actualmente, se prevé que el presidente electo haya ganado los siete principales estados indecisos, con lo que obtendría un total de 312 votos electorales frente a los 226 de la vicepresidenta Kamala Harris.
Estos gráficos muestran los cambios que han dado a Trump un segundo mandato no consecutivo en la Casa Blanca.
Género
Esta temporada de campaña fue inusualmente marcada por el género en la estrategia de cada campaña.
Harris trató de dirigirse a las votantes femeninas, utilizando el tema del aborto como punto de encuentro. Trump se centró más en los votantes masculinos, sobre todo en los jóvenes, y apareció en podcasts populares entre ese grupo demográfico.
Así, los observadores esperaban una divergencia de género sustancial que, finalmente, no se materializó.
En realidad, Trump obtuvo mejores resultados entre hombres y mujeres, ganando directamente a los hombres blancos, las mujeres blancas y los hombres hispanos, y aumentando su cuota entre los hombres negros y los hispanos.
Educación
Los demócratas han ganado terreno entre los votantes ricos, blancos y con estudios universitarios en los últimos años, y esas tendencias continuaron en 2024.
Este ciclo, Harris ganó entre los votantes blancos con educación universitaria, obteniendo el 17.2 por ciento del total de votos emitidos para la elección presidencial de este grupo. El presidente Joe Biden recibió el 16.3 por ciento de sus votos del grupo en 2020, un cambio de 0.8 puntos. No es de extrañar, ya que Harris se dirigió a estos votantes.
Trump también ha logrado ganancias para el GOP entre los votantes sin educación universitaria en todos los grupos raciales.
Técnicamente, Trump también perdió un punto de apoyo entre los votantes blancos sin estudios universitarios en comparación con 2020, aunque está dentro del margen de error de la encuesta a pie de urna.
Pero donde perdió algo entre los votantes blancos, ganó entre los votantes de minorías, incluidos tanto los que tienen estudios universitarios como los que no.
Edad
Tradicionalmente, los jóvenes se inclinan por los demócratas y los mayores por los republicanos.
Sin embargo, en estas elecciones se ha dado la vuelta a esa norma: Harris obtuvo peores resultados entre los votantes jóvenes, es decir, los que tienen entre 18 y 29 años.
Mientras que Trump consiguió ganar directamente a los votantes de 18 a 24 años, los de 25 a 29 años favorecieron ligeramente a Harris, con lo que el total de Trump con este grupo ascendió al 43%, un 7% más que en 2020.
Al mismo tiempo, Harris se impuso entre los votantes de más edad, ganando directamente a los mayores de 65 años. Los votantes de más edad redujeron su apoyo a Trump en alrededor de un 3 por ciento, con un 45 por ciento de apoyo al presidente electo en este ciclo.
Raza
Asimismo, la coalición demócrata se ha apoyado históricamente en los votantes de minorías como contrapeso a los votantes blancos de tendencia republicana.
En estas elecciones, Trump volvió a ganar entre los votantes blancos, lo que fue crucial para su arrolladora victoria, ya que este grupo representaba casi el 71% del electorado. Los votantes blancos que apoyaron a Trump representaron el 40.5% del electorado, frente al 29.1% de Harris.
Sin embargo, Trump también logró avances cruciales entre otros grupos raciales.
Su porcentaje de votos entre los negros subió un 1% en 2024 frente a 2020, impulsado en gran medida por los cambios entre los hombres negros.
Los cambios fueron más pronunciados entre los votantes hispanos, con los que Trump experimentó un aumento del 14% en comparación con 2020, quedándose a las puertas de la mayoría demográfica. Ese cambio permitió a Trump aumentar drásticamente su porcentaje de votos en estados como Florida y Texas, que ganó por más de 10 puntos por primera vez en su carrera política.
La misma tendencia se observó entre los votantes asiáticos, entre los que Trump obtuvo el 39%, lo que supone un aumento del 5% respecto a 2020.
Trump gana en todos los estados
Estos cambios demográficos permitieron a Trump aumentar sus márgenes en todos y cada uno de los estados de Estados Unidos.
Además de permitirle barrer en los siete estados indecisos, los cambios en la alineación política también hicieron que Trump ganara tanto en los estados rojos como en los azules.
Por ejemplo, en Florida y Ohio —otrora los estados indecisos por excelencia— Trump ganó por un margen superior al 10%, la primera vez que un candidato logra semejante hazaña desde la aplastante victoria electoral del presidente Ronald Reagan en 1984.
Los estados indecisos, en comparación, cambiaron menos que los estados que estaban firmemente en el campo republicano o en el campo demócrata.
El siguiente gráfico muestra cómo se produjeron estos cambios.
Los estados azules fueron los que más cambiaron
Sorprendentemente, los estados que eran azules seguros en 2020 —aquellos que votaron por Biden por un margen del 15% o más— fueron los que más cambiaron a favor de Trump.
En los estados azules seguros, Trump ganó un promedio de 7 puntos porcentuales.
Ese cambio fue más visible en Nueva York, Nueva Jersey e Illinois.
Nueva York cambió un considerable 12% a favor de Trump, con Harris apenas manteniendo márgenes de dos dígitos en el estado con solo un 11% sobre su contrincante republicano. En 2020, Biden ganó el estado por 23 puntos.
Illinois, una victoria del 17 por ciento para los demócratas en 2020, cambió 9 puntos a la derecha, votando por Harris por un margen de solo el 8 por ciento.
Pero en ningún lugar fueron estos cambios más visibles que en Nueva Jersey, donde Biden ganó por un 16% en 2020; este año, Harris consiguió una victoria por un margen del 5%, un margen tan pequeño que coloca al estado firmemente en territorio potencial de estado indeciso en 2028.
Los estados rojos también experimentaron cambios, pero fueron menos pronunciados que en los estados azules seguros.
En el gráfico siguiente, definimos los estados seguros como aquellos con un margen del 15% o más en 2020, los estados probables entre el 5% y el 15%, y los estados indecisos dentro del 5%. Además de los estados indecisos en 2024, Florida también se considera un estado indeciso en nuestro análisis debido al margen del 3.3 por ciento en los resultados de las elecciones de 2020.
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