La senadora Susan Collins (R-Maine) intentó aclarar su postura sobre cómo votará en el juicio político del presidente Donald Trump y afirmó que sus comentarios anteriores fueron sacados de contexto.
«Hubo mucha mala interpretación y malos entendidos acerca de mi posición sobre el proceso que el Senado debería seguir para el impeachment», dice su comunicado. «En lugar de que mi posición se transmita a través de la interpretación de otros, quiero exponerla directamente».
Collins, quien es considerada como un voto decisivo en el Senado, señaló que los próximos procedimientos deben seguir el precedente establecido durante el juicio político del expresidente Bill Clinton en 1999.
«Ese proceso [de 1999] proporcionó la oportunidad a ambas partes de exponer su caso y a los senadores de hacer preguntas a través del presidente de la Corte Suprema», escribió en su declaración. «Al concluir esa fase del juicio de 1999, el Senado votó una moción para citar testigos y admitir materiales adicionales después de que el caso fue escuchado y las preguntas fueron planteadas», señaló Collins. «Voté a favor de esa moción para citar testigos».
Agregó que se debería permitir a los senadores de ambos partidos hacer preguntas durante el juicio, pero señaló que la información adicional sería útil para tomar una decisión. Para explicarlo mejor, indicó que no ha tomado ninguna decisión sobre los testigos que deberían declarar, pero aun así hizo hincapié en que quiere escuchar tanto al GOP como a los demócratas sobre a quiénes les gustaría llamar.
El líder de la minoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.) y el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), se han enfrentado públicamente a la cuestión de cuándo votar sobre la convocatoria de testigos. Schumer mencionó que quiere que varios testigos declaren, entre ellos el exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca John Bolton y el jefe de gabinete de la Casa Blanca Mick Mulvaney.
Al mismo tiempo, algunos republicanos han expresado su deseo de convocar a testigos, como el hijo del exvicepresidente Joe Biden, Hunter, que fue miembro de la junta directiva de una compañía de gas ucraniana en el centro del caso del impeachment. Durante la investigación, los republicanos de la Cámara habían intentado obtener el testimonio de un empleado anónimo de la CIA que presentó una denuncia sobre una llamada que el 25 de julio hizo el presidente Donald Trump a Ucrania, acusando a la persona de tener un prejuicio contra el presidente.
Collins, de 67 años, anunció el mes pasado, sus planes de buscar la reelección y sería su quinto mandato si es reelegida. En 2014, derrotó a la demócrata Shenna Bellows.
El jueves, los gestores de la Cámara de Representantes nombrados por la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi (D-Calif.), presentaron los dos artículos de la impugnación contra Trump. Alegan que Trump abusó de su poder al negar la ayuda a Ucrania a cambio de una investigación sobre los Bidens, lo que Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky han negado. Trump también citó el privilegio ejecutivo al bloquear a varios funcionarios de la Casa Blanca para que no testificaran y señaló que el futuro de la presidencia estaría en peligro si lo permitía.
Ese mismo día, el presidente del Tribunal Supremo John Roberts prestó juramento ante el senador Chuck Grassley (R-Iowa), presidente pro tempore del Senado, antes de que Roberts iniciara la ceremonia para nombrar a los 100 senadores como jurados en el juicio. McConnell anunció que el juicio comenzaría en su totalidad el martes 21 de enero.
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