El teniente naval Levi Beaird, tejano de Fort Worth, se sorprendió al saber que el senador Ted Cruz (R-Texas) lo invitó a asistir al discurso del Estado de la Unión. Beaird espera que su presencia llame la atención sobre los más de 60,000 militares que enfrentaron represalias después de rechazar la vacuna contra el COVID.
Cruz presentó recientemente la Ley Permitir Exenciones Militares, Reconocer las Preocupaciones Individuales Acerca de las Nuevas Vacunas (AMERICANS) para desarrollar la Ley de Autorización de la Defensa Nacional (NDAA) de 2023, que incluyó lenguaje de la legislación que Cruz presentó el año pasado para derogar el mandato de la vacuna COVID-19 en el Departamento de Defensa.
La Ley AMERICANS incluye el requisito de que el secretario de Defensa ofrezca la reincorporación a los miembros del servicio que fueron despedidos por el mandato militar de la vacuna anti-COVID y prohíbe que el secretario de Defensa tome medidas adversas contra un miembro cubierto basándose únicamente en la negativa a recibir una vacuna contra el COVID.
“El desprecio que esta administración tiene por nuestros miembros del servicio es inconcebible, de hecho, bordea el desprecio total”, le dijo Cruz a The Epoch Times en un correo electrónico. “Mi invitado, el teniente de la Marina de EE.UU., Levi Beaird, es un oficial de guerra de superficie y, como tantos otros en nuestro ejército, ha visto amenazado su sustento y enfrenta graves represalias por parte de esta administración solo por buscar una exención a la vacuna anti-COVID. El teniente Beaird se encuentra entre los miles de marineros, soldados, aviadores e infantes de marina capaces que esta administración está ansiosa por despedir y castigar solo por buscar una exención. Estoy orgulloso de recibirlo en el Capitolio y estoy orgulloso de luchar por cada miembro del servicio que lucha contra esta injusticia”.
Usando una Solicitud de Adaptación Religiosa, Beaird se negó a recibir la vacuna anti-COVID ordenada por la Marina y fue amenazado con ser dado de baja de la Marina. En marzo de 2022, días antes de que se le diera la baja involuntaria, una decisión judicial en el caso Navy SEALs 1-26 contra Biden detuvo el proceso de baja.
Esa decisión evitó que los militares en el caso, incluidos Beaird, fueran retirados del servicio. La decisión sentencia que no se tomará ninguna medida adversa contra ellos.
Persisten las presiones para vacunarse
Beaird y otros que rechazaron ser vacunados continuaron enlistados, pero no se les permitió participar plenamente en la construcción de su carrera militar. Todavía enfrentan repercusiones por rechazar la vacuna.
Esto se debe a que el Departamento de Justicia le solicitó a la Corte Suprema que les permitiera a los comandantes de la Armada continuar tomando decisiones de asignación y despliegue operativo.
En el caso de Beaird, significa que se le niega un puesto, que de otro modo tendría si hubiera tomado la vacuna, las pagas de la Marina por su educación y su bono de retención.
Se graduó en 2019 de la Escuela Naval de Posgrado en Monterey, California, con una maestría en estudios de seguridad nacional y recibió un bono de retención de USD 105,000, que se paga en cuotas. La educación y la bonificación lo obligan a servir tres años como jefe de departamento. Si no cumple con la obligación, debe devolver a la Marina el costo de ambos.
Esperaba ser el ingeniero jefe en un Littoral Combat Ship (LCS) de Mayport, Florida, pero ahora la Marina no lo enviará a un barco ni le permitirá hacer el trabajo para el que se entrenó y está obligado a realizar.
La Marina detuvo sus pagos de bonos programados y le exige a Beaird, padre de cuatro hijos, que devuelva USD 75,000 en bonos ya recibidos. También se enfrenta a pagar cientos de miles de dólares por su educación militar.
«Ya con la primera negativa supe que mi carrera había terminado», declaró Beaird a The Epoch Times. «La Marina me obliga a elegir entre el Dios que amo y el servicio que amo. No voy a violar mi conciencia, mis sinceras convicciones religiosas». La decisión, aunque clara, no fue fácil, y me dolió, porque fue realmente el comienzo de la muerte de mi carrera”.
El Tribunal de Apelaciones del Quinto Circuito de EE.UU. escuchó los argumentos del caso el lunes. La Marina dice que el caso ha terminado, pero los Navy SEAL, a través de los abogados del First Liberty Institute, una organización sin fines de lucro que defiende la libertad religiosa, le piden a la corte que continúe con el caso. Dicen que los más de 4000 miembros del servicio de la Marina en el caso aún están siendo perjudicados porque la Marina puede tomar decisiones de asignación y despliegue operativo en función de quién está vacunado.
«Lo que hemos visto en el transcurso de este litigio, que básicamente ha sido todo el tiempo que el mandato ha estado en vigor desde 2021, es que esas mismas decisiones son las que han estado perjudicando, a los miembros con creencias religiosas en el servicio, de una manera que está acabando con sus carreras. Y eso tiene que terminar, porque es lo que sigue ocurriendo», dijo Danielle Runyan, abogada del First Liberty Institute a The Epoch Times.
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