Un grupo bipartidista de senadores de EE. UU. presentaron el martes una legislación para reformar la investigación de la Casa Blanca y dar respuesta sobre los presuntos ataques energéticos contra funcionarios estadounidenses–conocida como “Síndrome de La Habana”—por parte del régimen de Cuba.
La legislación bipartidista (pdf), llamada Ley de Respuesta a Emergencias de Amenazas Energéticas Dirigidas, busca también mejorar el acceso a la atención de los diplomáticos afectados por la enfermedad neurológica causada por los presuntos ataques dirigidos.
Desde al menos 2016, el personal diplomático de Estados Unidos y sus familiares han informado sobre incidentes de salud anómalos en misiones diplomáticas en Cuba y en todo el mundo.
Las autoridades estadounidenses han luchado por comprender los misteriosos ataques desde que se notaron por primera vez en 2016, cuando el personal diplomático y de inteligencia en Cuba comenzó a informar síntomas perturbadores como presión o vibración en la cabeza y mareos, a veces seguidos de problemas visuales y dificultades cognitivas.
La propuesta fue presentada por la senadora Jeanne Shaheen (D-N.H.) junto con la senadora Susan Collins (R-Maine). Se le sumaron también los senadores Marco Rubio (R-Fla.), Bob Menendez (D-N.J.) y Mark Warner (D-Va.).
«El personal estadounidense lesionado por ataques de energía dirigida debe ser tratado con la misma urgencia que cualquier otro estadounidense herido en el cumplimiento del deber», dijo Shaheen en un mensaje de Twitter.
«Ellos no deberían tener que atravesar obstáculos burocráticos para acceder a la atención médica. Estoy presentando un NUEVO proyecto de ley bipartidista para corregir ese error», agregó.
U.S. personnel injured by directed energy attacks should be treated with the same urgency as any other American injured in the line of duty. They shouldn’t have to jump through bureaucratic hoops to access medical care. I’m introducing a NEW bipartisan bill to right that wrong.
— Sen. Jeanne Shaheen (@SenatorShaheen) August 3, 2021
La legislación solicitaría al presidente Joe Biden que designe a un funcionario del Consejo de Seguridad Nacional como Coordinador Interagencial de Incidentes de Salud Anómalos para coordinar la respuesta en todo el gobierno, y también autorizaría USD 45 millones para apoyar los esfuerzos de respuesta.
Además, crearía una guía para el personal diplomático con el fin de concientizar sobre estos ataques y reforzar los mecanismos para reportar los síntomas.
“Las lesiones que han sufrido muchas víctimas de probables ataques de energía dirigida son significativas y les alteran la vida (…) Mientras se concentran en su salud, no deberían tener que luchar contra la burocracia para recibir el apoyo que merecen”, dijo la senadora Collins.
Gary Miliefsky, miembro fundador del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) y editor de Cyber Defense Magazine, dijo que está seguro de que algunos diplomáticos estadounidenses en Cuba fueron atacados hace años por algún tipo de arma ultrasónica.
«Es un experimento en sujetos humanos para golpear a alguien en el cerebro con ultrasonido en sus oídos, causando potencialmente daño cerebral», dijo Miliefsky al programa de NTD, «The Nation Speaks«. «Es un ataque absoluto de armas biológicas que necesita ser regulado, detenido, rechazado, y creo que Cuba debería admitir que lo hizo, pero nunca lo hará».
Un comité de 19 expertos médicos y científicos involucrados en un estudio de la Academia Nacional de Ciencias sobre el fenómeno patrocinado por el Departamento de Estado, consideró que la exposición a sustancias químicas, enfermedades infecciosas y problemas psicológicos estaban detrás de los síntomas, pero concluyó que la causa más probable era la energía de microondas dirigida.
El informe no sugirió que la energía de microondas fuera parte de un esquema deliberado dirigido al personal estadounidense, pero señaló que “la mera consideración de tal escenario genera serias preocupaciones sobre un mundo con actores malévolos desinhibidos y nuevas herramientas para causar daño a otros».
Sin embargo, Miliefsky insistió en que lo que le sucedió al personal diplomático y de inteligencia en Cuba «fue un ataque con armas».
En junio, el Senado de EE. UU. aprobó por unanimidad una ley bipartidista para indemnizar a los funcionarios que fueron víctimas del “Síndrome de la Habana”, autorizando a la CIA y al Departamento de Estado que brinden apoyo financiero para las personas que sufrieron lesiones cerebrales por los posibles ataques de ondas energéticas.
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