Miembros bipartidistas del Senado de Estados Unidos acordaron el 31 de octubre que la financiación federal para la construcción militar y los departamentos de Asuntos de Veteranos (VA), Transporte, Agricultura y Vivienda y Desarrollo Urbano no debe beneficiar a China.
En una votación por 61 votos a favor y 36 en contra, los senadores aprobaron una enmienda al paquete de gastos de la cámara alta a esas agencias, prohibiendo que el uso de los fondos asignados se destinen a «subvenciones, financiación o cualquier beneficio financiero» a entidades con sede en China o a sus filiales.
«Independientemente de los desacuerdos que podamos tener sobre el gasto en estos proyectos de ley, sin duda podemos estar de acuerdo en que este dinero debe ir a los estadounidenses y las empresas estadounidenses y nuestros aliados», dijo el senador Josh Hawley (R-Mo.), patrocinador de la enmienda, en el pleno del Senado.
«Lo único que hace esta enmienda es que nada del dinero que estamos asignando puede ir a China», explicó el senador. “No puede ir a empresas chinas, ni a empresas que sean propiedad de China y estén controladas por ella —eso es todo. Es simple: nada de dólares de los contribuyentes estadounidenses a la República Popular China. Esta debería ser una votación fácil”.
Si bien la mayoría de la cámara estuvo claramente de acuerdo, la senadora Patty Murray (D-Wash.) advirtió que la enmienda podría tener “consecuencias no deseadas de gran alcance” que podrían complicar la capacidad de las agencias para hacer su trabajo.
«Si se aprueba esta enmienda, VA (Asuntos Veteranos) podría enfrentar desafíos para obtener productos para las necesidades esenciales de la misión, como productos farmacéuticos o dispositivos médicos», argumentó la senadora.
La Sra. Murray sostuvo además que los programas de almuerzos escolares podrían enfrentar dificultades para adquirir carne, dado que algunos productores y empresas procesadoras de carne, como Smithfield Foods, son propiedad de empresas chinas, y que la Administración Federal de Aviación, añadió, ya no podría comprar drones de fabricación china para investigación, pruebas y entrenamiento.
«Nosotros deberíamos tener más tiempo para considerar cuidadosamente el impacto de esta enmienda y las graves consecuencias no deseadas que podría tener antes de agregarla a esta legislación», concluyó la Sra. Murray.
Pero el senador Hawley, en respuesta, cuestionó sobre si esas consecuencias deberían considerarse negativas.
“¿Queremos comprar almuerzos escolares en China?”, preguntó el senador. “¿Queremos comprar productos farmacéuticos de China y depender de ellos? Yo creo que no».
Mantenerse vigilante
La medida para restringir el flujo de fondos federales a China se produjo en un momento de creciente tensión entre la nación comunista y Estados Unidos, durante el cual los dos países siguen en desacuerdo sobre la independencia de Taiwán y la guerra en Ucrania.
En los últimos meses, los líderes de Estados Unidos han tratado de limitar la influencia de China a nivel interno, particularmente en relación con el suministro de alimentos.
El 17 de octubre, el estado de Arkansas ordenó al productor de semillas Northrup King Seed Co., una subsidiaria de Syngenta Seeds, propiedad de China National Chemical Corp., propiedad del Partido Comunista Chino, que vendiera sus tierras de cultivo del estado.
Además, en julio, el Senado aprobó una enmienda a la Ley de Autorización de Defensa Nacional para prohibir a China y otros adversarios comprar tierras agrícolas estadounidenses.
La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Gina Raimondo, en una entrevista con CNN en septiembre, dijo que la administración Biden también está “vigilante para no permitir inversiones chinas en Estados Unidos que consideremos que perjudican nuestra seguridad nacional”.
“Nosotros tenemos que ser realistas respecto de esas preocupaciones”, dijo la Sra. Raimondo. “Así que, en la medida en que los inversionistas chinos, al comprar tierras agrícolas y empresas estadounidenses, erosionen nuestra seguridad nacional, entonces deberíamos detenerlo”.
Con la contribución de Terri Wu y Naveen Athrappully.
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