El Senado de Estados Unidos votó el miércoles por la mañana, de forma partidista, para hacer avanzar un proyecto de ley de reforma electoral que daría al gobierno federal poder sobre los estados y nacionalizaría las leyes de votación. Los demócratas votaron 50 a 49 para aprobar la legislación sobre el derecho al voto, S.1, Ley para el pueblo de 2021, desde el Comité de Reglas para un futuro debate en el pleno.
El Senado levantará la sesión el jueves, pero se reunirá el lunes, 13 de septiembre, y comenzará a considerar la S.1.
Después de aprobar su paquete de reconciliación de 3.5 billones de dólares a última hora de la noche del martes, también de forma partidista, el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.), anunció una moción para avanzar en la S.1, la Ley para el pueblo de 2021, desde el Comité de Reglas hasta el pleno del Senado.
Schumer dijo que era su «intención que la primera enmienda al proyecto de ley fuera el texto de un proyecto de compromiso en el que está trabajando un grupo de senadores». Luego, refiriéndose al esfuerzo de los estados por hacer más seguro el voto en sus respectivos estados, añadió: «Estamos siendo testigos de los ataques más amplios y coordinados contra el derecho al voto desde la era de Jim Crow».
El senador demócrata moderado Joe Manchin (D-W.Va.) dijo que no votará por el proyecto de ley original, pero que ha estado trabajando para hacer cambios en la legislación para que pueda ser más aceptada por ambas partes, y que quiere debatir su versión del proyecto, para enmendarlo, y aprobar la reforma del voto.
«Esta noche, vuelvo a votar para hacer avanzar ese proceso porque creo que tenemos que unirnos para restaurar la fe de la gente en la integridad de nuestras elecciones. Pero dejo muy claro que no apoyaré la ley Para el pueblo», dijo Manchin, y añadió: «por ejemplo, creo firmemente que necesitamos requisitos de identificación de votantes de sentido común, como los que tenemos en Virginia Occidental, que fortalezcan la seguridad de nuestras elecciones, sin dificultar el voto de los estadounidenses. También creo firmemente que no deberíamos politizar la Comisión Federal de Elecciones, prohibir cualquier barrera de seguridad en el voto por correo o que se impida a los funcionarios electorales locales realizar un mantenimiento básico de los padrones electorales».
Manchin instó a los senadores a permitir el debate sobre su versión de la S.1, para llegar a una solución bipartidista para la integridad del voto.
El líder de la minoría del Senado, Mitch McConnell (R-Ky.), criticó la acción de los demócratas en un discurso desde la cámara diciendo: «Aquí, en la oscuridad de la noche, también quieren empezar a romper las reglas básicas de nuestra democracia y escribir otras nuevas, por supuesto, sobre una base puramente partidista». También criticó los esfuerzos de los demócratas por aprobar los 3.5 billones de gasto a través de la reconciliación presupuestaria, que solo requiere 50 votos para ser aprobada.
McConnell dijo que votar a favor del enorme proyecto de ley de 3.5 billones de dólares fue una mala decisión y que ahora está poniendo nerviosos a muchos demócratas ya que las elecciones están a la vuelta de la esquina y por eso quieren cambiar las leyes electorales a su favor, permitiendo el registro automático de votantes ilegales, calificándolo de «absurdo» y «torpe».
«Siempre es una tentación dentro de la mayoría querer escribir las reglas que puedan hacer más probable que se obtenga el resultado que se desea. Esto no va a funcionar. No va a funcionar esta noche y no va a funcionar cuando volvamos», dijo McConnell.
El Senado votó entonces 50 a 49 y se acordó la moción de aprobación, momento en el que Schumer pidió el consentimiento unánime para proceder a la consideración inmediata de la versión del proyecto de ley de votación que los republicanos del Senado bloquearon en junio, la versión de Manchin.
Los republicanos consideran que la Ley para el pueblo de 2021, en su forma actual, es un intento de los demócratas de arrebatar el poder a los estados mediante la federalización de las elecciones, haciéndolas menos seguras frente al fraude y las trampas.
El senador Ted Cruz (R-Texas) bloqueó el debate sobre el proyecto de ley. Dijo: «Este proyecto de ley constituiría una toma del poder de las elecciones por parte del gobierno federal. (…) Anularía prácticamente todas las leyes razonables de integridad del voto en el país, incluidas las leyes de identificación de los votantes apoyadas por la inmensa mayoría de este país, incluidas las prohibiciones de la recolección de papeletas de voto, de nuevo, ampliamente apoyadas por la gente en este país. Obligaría permitir que los delincuentes voten y registraría automáticamente a millones de extranjeros ilegales para que voten. Socavaría profundamente la democracia en este país».
Schumer dijo que la oposición del Partido Republicano no los disuadirá de considerar y votar el proyecto de ley y llevar su proyecto de reforma del voto a primera hora cuando el Senado se reúna en septiembre.
Schumer añadió que ha estado en conversaciones con los senadores demócratas, entre ellos, «Klobuchar y Merkley, Manchin y Warnock y Padilla, Kane, King y Tester, para discutir un proyecto de ley de compromiso del derecho al voto. Hemos avanzado mucho en esa legislación». Y añadió: «El derecho al voto será el primer asunto legislativo cuando el Senado vuelva a sesionar en septiembre».
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