El miércoles, el Senado rechazó una iniciativa, respaldada por los republicanos, para que en el proyecto de ley de infraestructuras de USD 1 billón se agregara el reinicio del muro fronterizo con México.
El senador Joe Manchin (D-W.Va.) fue el único demócrata que votó a favor de la medida. La enmienda fracasó en una votación de 48-49 y requería 60 votos para superar un obstáculo legislativo clave que le permitía a la enmienda ser añadida al paquete de infraestructuras.
La enmienda, presentada por el senador Ron Johnson (R-Wis.), implementaría otras medidas de seguridad fronteriza para frenar la inmigración ilegal, que actualmente está desbordada. En julio, los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. encontraron más de 200,000 extranjeros ilegales a lo largo de la frontera, según las cifras más recientes publicadas por la agencia.
Los republicanos han dicho que el aumento de la inmigración es un punto débil en la administración Biden. Han acusado a la Casa Blanca de, incluso, alentar a los extranjeros ilegales a cruzar la frontera con políticas laxas y mensajes confusos. El presidente Joe Biden ha emitido docenas de órdenes que derogan las políticas de la era Trump, incluidos los protocolos de «permanecer en México» y la construcción del muro fronterizo, que el expresidente Donald Trump promovió durante su campaña de 2016.
«Esta administración está en un estado de total negación con respecto a la crisis fronteriza», dijo Johnson el miércoles sobre su enmienda. «El presidente Biden es la causa fundamental de esta crisis».
Johnson señaló que la seguridad fronteriza solía ser un tema bipartidista, y señaló que esa legislación fue aprobada por los demócratas, incluido Biden cuando era senador hace unos 15 años. En 2006, decenas de demócratas, incluido el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer (D-N.Y.) y la senadora Dianne Feinstein (D-Calif.), votaron a favor de construir un muro a lo largo de la frontera sur.
El senador Gary Peters (D-Mich.) dijo que el muro fronterizo era un «despilfarro» de «la administración anterior», cuando se refirió a la enmienda de Johnson. Otros demócratas, apoyándose en los mensajes de la administración Biden sobre inmigración, argumentaron que, en lugar del muro fronterizo, Estados Unidos debe analizar las causas fundamentales de por qué las personas intentan cruzar ilegalmente a Estados Unidos.
Pero algunos republicanos, incluida la principal negociadora de infraestructura, la senadora Shelley Moore Capito (R-W.Va.), se refirieron al muro como una obra propia de infraestructura para mantener la seguridad.
“El muro fronterizo es infraestructura”, dijo Capito, según el Washington Examiner. “Es la infraestructura para mantener a Estados Unidos a salvo. Es la infraestructura para prohibir la entrada de drogas al país y es una infraestructura para controlar la inmigración ilegal”.
El proyecto de ley de infraestructura se negoció durante varias semanas entre la Casa Blanca y un grupo bipartidista de senadores encabezados por la senadora Kyrsten Sinema (D-Ariz.) y el senador Rob Portman (R-Ohio). El proyecto incluye USD 110,000 millones para carreteras y puentes. USD 66,000 millones para el sistema ferroviario, USD 73,000 millones para actualizaciones de la red eléctrica, USD 65,000 millones para la expansión de Internet de banda ancha, entre otras medidas.
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